El caso se remonta al 2013 cuando la Universidad San Sebastián se enfrentó judicialmente a la Municipalidad de Recoleta en la arista que involucró al entonces director de Obras, Carlos Reyes, quien en un juicio abreviado mencionó que Enrique Herrera, representante legal de la USS y patrocinado por Hermosilla en el caso, ofreció coimas para que rebajara el precio por el uso de suelo comunal.