El 21 de octubre de 2019, a poco de empezado el estallido social en Chile, un grupo de funcionarios de la Armada atropellaron y mataron a Manuel Rebolledo Navarrete, quien tenía 23 años. En el presente, a casi nueve meses de los hechos, el conductor del camión, Leonardo Medina Caamaño, sigue en la institución naval y la Fiscalía aún no lo ha formalizado por el delito de homicidio.
En marzo de este año, INTERFERENCIA y Periódico Resumen publicaron en exclusiva un video que daba cuenta de cómo los uniformados en el vehículo persiguieron a tres personas hasta dar directamente con la víctima. Pese a la evidencia, el caso aún no presenta ningún cambio.
Familiares y cercanos a ellos conversaron con nuestro medio ayer domingo para acusar la lentitud de parte del Ministerio Público a la hora de llevar a cabo las diligencias del caso en que Medina Caamaño permanece como imputado por cuasidelito de homicidio.
“Fundamentalmente hay dos diligencias que son muy importantes, vinculadas entre ellas mismas. Una es la reconstitución de de escena y la otra un peritaje del vehículo que conducía el imputado. Todo eso se iba a hacer en la reconstitución de escena, donde la idea del fiscal es que los peritos además determinen la velocidad y si pudo frenar o no, si puedo evitar el impacto”, dijo a INTERFERENCIA Marcelo Villena, abogado de la familia.
Si bien el video muestra cómo el camión de la Armada se abalanza sobre las personas que iban corriendo, el Ministerio Público indicó en la audiencia del pasado 5 de marzo que eran necesarias otras diligencias para reconsiderar la tipificación del delito que se le imputa a Medina Caamaño.
Pero la reconstitución de escena, que debía realizarse el 24 de marzo, fue suspendida debido a la cuarentena motivada por la pandemia del Coronavirus, con la justificación de la alta cantidad de personas que debían estar en el sitio en donde ocurrieron los hechos.
Sin embargo, familiares señalaron a nuestro medio que hay otras diligencias que se podrían llevar a cabo para así apurar el proceso, como por ejemplo, la individualización y toma de declaraciones pendientes a las otras personas que arrancaban del vehículo de la Armada cuando asesinaron a Manuel Rebolledo Navarrete.
“Vamos para los nueve meses y no pasa nada. La última vez que hubo novedad fue cuando empezó la pandemia y se paró todo, después de eso la Fiscalía fue quedándose callada, hablan de lo de la pandemia y con eso excusan. Para qué tanta diligencia si el video te muestra todo, ven que el tipo no paró el vehículo ¿Buscan que olvidemos acaso?”, dijo Manuel Rebolledo Ibacache, padre de la víctima, a nuestro medio.
Manuel Rebolledo
Antes de la pandemia, Rebolledo Ibacache y Luisa Navarrete, madre del joven asesinado, ocupaban su vida buscando justicia para el mayor de sus hijos y en paralelo apoyando la potencial carrera de futbolista de su otro hijo, Bastián, quien es arquero en la categoría sub 13 de la Universidad de Concepción. Pero hoy la pandemia tiene todo en pausa, aumentando la angustia de la familia.
“Queremos que se vea alguna luz, hay más casos también como el de nosotros, todas esas familias que están esperando que se haga justicia y no se ha hecho nada. Nosotros esperamos que llegue el momento, queremos ver en la cárcel al asesino que mató a mi hijo, aunque sabemos que todavía no va a pasar, que esto es para largo. A uno nunca se le va a olvidar un hijo, esto ha sido muy difícil, duele que te lleven a un hijo”, dijo Luisa Navarrete a INTERFERENCIA.
Se prepara un documental
INTERFERENCIA además conversó con Roberto Pino Almeyda (27 años), director y guionista de Concepción. Ganador del premio Young Creatives Award por los International Emmys en 2017 por el cortometraje Nosotras.
El 22 de octubre, un día después del asesinato de Manuel Rebolledo, Pino Almeyda tomó su cámara y fue a registrar el velorio. De ahí en adelante ha acompañado a la familia en la búsqueda de justicia, material que próximamente será publicado como un documental.
“Me impactó de inmediato, ya que vivimos solo a cuadras de distancia y la víctima pudo haber sido alguno de mis amigos que salía a manifestarse, como en todo Chile. Si bien al principio me interesaba dar a conocer al caso rápidamente, porque sabía que los medios tradicionales no lo harían, decidí seguir cuando me enteré que el infante de marina que lo mató fue formalizado por cuasidelito de homicidio, volviendo a sus funciones al instante”, mencionó a nuestro medio.
Manuel Rebolledo
La producción considera documentar todo lo que ocurra en torno al caso hasta que termine el juicio, el cual según el realizador ha sido bastante oscuro.
“Lamentablemente, he tenido que ser testigo de las injusticias y la desprotección de parte del Estado que ha sufrido la familia Rebolledo Navarrete. Ya que la investigación no avanza nada; en eso soy crítico con la labor de la Fiscalía desde el comienzo, porque ellos teniendo las imágenes, ¿acaso no vieron la intencionalidad del chofer que persiguió a Manuel más de cien metros hasta matarlo? ¿Por qué no reformalizar por homicidio? Si luego en la TV aparecen diciendo que hay que ser duros con las personas que vulneran las normas sanitarias, y darles prisión, ¿por qué no medir con la misma vara al asesino?”, agregó el director.
El proyecto documental ha participado en el laboratorio de guión del Festival de Ñuble 2020, en la muestra social del Festival de Lebu 2020, donde algunos avances impresionaron a gran parte de la audiencia, teniendo que repetir más de tres veces la exposición, y ya está participando en algunos fondos internacionales como Sundance o Rotterdam.
Manuel Rebolledo
“A mi juicio, este caso merece llegar a los cines y la televisión, ya que es el reflejo directo de la violencia del Estado de Chile, que no solo permite que un cordón industrial rodee la población de Manuel, con altos índices de contaminación, sino que además lo mata, y permite que su asesino, un propio agente del estado, quede en libertad mientras tanto. Los derechos humanos han sido históricamente violados en nuestro país, y este caso representa el oscuro discurso de la clase política sobre dejar atrás la dictadura y olvidar, pero cuando el pueblo comienza a protestar, no dudan en reprimirlo y asesinarlo”, finalizó Pino Almeyda.
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