Ya circulan una serie de fotos con una sola imagen de Alberto Plaza: su rostro de máximo impacto como si estuviese presenciando un accidente automovilístico. Esa captura con la boca entreabierta se multiplica en redes sociales con frases como “viendo 10 mil dislike en menos de media hora”. La masiva desaprobación virtual fue evidente para el intérprete de Que Cante la Vida.

La pandemia del coronavirus ha dejado miles de muertos en el mundo y se han tomado medidas estrictas. La más conocida ha sido la cuarentena. En este nuevo escenario, diferentes artistas han decidido transmitir sus conciertos online.

Con gran éxito se han presentado Alejandro Sanz, Fito Páez, Francisca Valenzuela y Pedro Aznar, quien hace más de una semana reunió, de manera virtual, más de 67 mil espectadores. El pasado lunes, el turno fue del interprete de canciones como Yo te Seguiré, Bandido y Aventurera. "Plaza en tu Casa" se tituló el concierto streaming que ofreció el cantante, de 58 años, quien en el último tiempo ha asumido un perfil público asociado a ideas conservadoras y a la extrema derecha nacional.

De esta manera Alberto Plaza, quien tiene más de 240 mil seguidores en Twitter (en Instagram tiene más de 37 mil), se ha enfrentado en redes sociales con dirigentes del Partido Comunista como Daniel Jadue y Karol Cariola (“Yo soy un convencido de que el ser humano es intrínsecamente bueno, pero los comunistas y los del FA lo ponen a uno a dudar seriamente”). Igualmente ha tenido conflictos con los comediantes Natalia Valdebenito, Chiqui Aguayo y Stefan Kramer (“En tiempos de crisis, aflora lo mejor y lo peor del ser humano. Aquí tenemos un ejemplo de cuán bajo se puede llegar”, apuntó un tuit luego que Kramer imitara a Jaime Mañalich) y ha dicho de la actriz Daniela Vega: “Yo veo un hombre que está haciendo el rol de mujer”.

Defensor de la labor de los empresarios y cercano a figuras de la extrema derecha como José Antonio Kast -el jueves tuvieron un fallido diálogo en YouTube-, al periodista Gonzalo de la Carrera y a la columnista Teresa Marinovic, el concierto "Plaza en tu Casa" se extendió, el lunes pasado, por una hora y 40 minutos.

“Polémico concierto de Alberto Plaza desde su casa: Acumuló más de 10 mil ‘No me gusta’”, señaló Chilevisión. “Si bien la presentación ha sido vista más de 100 mil veces, Plaza no tenía manera de saber que sus detractores usarían este show en su contra”, apuntó Publimetro. “Tras el fiasco, los comentarios fueron deshabilitados en la publicación”, añadió el periódico.

¿Quién es hoy Alberto Plaza? El baladista, quien le ha cantado históricamente al amor, hace una década se hizo miembro de la Iglesia de la Cienciología (fundada en 1953 y calificada en varios países como secta); hace dos años publicó el libro Claro que No da lo Mismo, y es cercano a la Fundación Nueva Mente (FNM), dirigida por Francisco Marinovic, Paulina Dittborn y Benjamín García Mekis. Para ellos ha grabado videos exponiendo temas como "Comunismo: la cultura del fracaso".

“El comunismo es una ideología que se opone a la libertad del hombre, que lo oprime y lo condena a vivir una vida de miseria, tanto en lo material como en lo espiritual”, señala Alberto Plaza en un video disponible en YouTube.

Una de sus últimas intervenciones para la FNM se titula "Lecciones de Moral". Allí se refiere al estallido social y señala que es un movimiento “organizado y planificado por la izquierda chavista, con el objetivo de implementar en Chile su nefasto programa, a través de una nueva Constitución”.  

"No soy tan revolucionario, pero sigo siendo rebelde"

Dice que estudió tres carreras que no finalizó. Alberto Plaza ha dado “más de mil quinientos conciertos en América Latina”, señala en su página web. “Toda la maestría de un cantautor excepcional con múltiples discos de oro y platino”, añade quien comenzó su carrera tras presentarse en el Festival de Viña del Mar, en plena dictadura, en 1985.

Con su canción Que Cante la Vida, el joven Plaza obtuvo el tercer lugar y el Premio Revelación joven. En la misma década se casó con Ana María, hija del político democratacristiano Belisario Velasco.  

Tras su experiencia en Viña del Mar “Toda mi vida cambió para siempre”, cuenta Alberto Plaza en el documental Meet a Scientologist, estrenado hace algunos meses. “Para mí, la música significa comunicación”, dice Alberto Plaza en inglés, en la cinta elaborada por Scientology Network.

Allí reflexiona sobre sus inicios, sus éxitos, de cómo fue su primer contrato, sus colaboraciones internacionales hasta que, viviendo en Miami (EEUU), le comenzó a ir mal. El éxito que logró en Chile no pudo replicarlo en otras latitudes. Padeció una fuerte depresión, subió 20 kilos, se separó, y se volvió a casar con Sandra Munilla, con quien tuvo dos hijos. Hoy su pareja es la joven fotógrafa Josefina Arteaga.

En la cinta, Plaza no se refiere, eso sí, a su adicción al alcohol y a la cocaína. “Fue un período oscuro de mi vida. Afortunadamente fue poco tiempo y salí rápido”, señaló el año pasado en el programa Síganme los Buenos.  

En el documental, el cantante cuenta cómo le afectaba ver el éxito de sus amigos Estados Unidos, mientras él parecía fracasar.

“Yo quería ser como ellos. ¿Qué tienen ustedes? Les dije. Somos cienciólogo, dijeron…”, cuenta Plaza y agrega que cuando comenzó a asistir a la iglesia “todo comenzó a alinearse de nuevo. Cambió mi vida totalmente. Me encontré a mí mismo otra vez”, añade en el video que se extiende por 30 minutos.

Alberto Plaza se explaya en sus pensamientos en su libro Claro que No da lo Mismo, una autoedición publicada en 2018. El baladista comienza citando a Andrés Bello, tiene un capítulo dedicado a “En qué creer”, “otro sobre "Las medidas del talento”, y no se limita para tocar temas como el “Feminismo y conciencia”, “El aborto” y “Los desastres y el desapego”.

“Yo pienso muy diferente de cuando tenía 20 años y no tengo ningún problema en decirlo. Al contrario, me siento feliz y orgulloso de haber cambiado para mejor. Antes, quizá, era mucho más rebelde y revolucionario. Hoy no soy tan revolucionario, pero sigo siendo rebelde”, anota el artista.

Cuando apareció Claro que No da lo Mismo el crítico de música Marcelo Contreras señaló en el diario La Tercera que “Alberto Plaza es profundamente patudo cuando ha escrito un libro y tiene la máxima cobertura mediática para promocionar sus ideas odiosas susceptibles de ser discutidas y rebatidas”. Además, Contreras anotó: “Defensor de una doctrina religiosa desacreditada a nivel mundial como la cienciología, entre varios flancos abiertos de sus planteamientos, se le confronta con argumentos provenientes del dato, los hechos, los enlaces, su historial, el rigor periodístico, en definitiva, y no desde el palo encebado de la moral”.

Luego de su presentación por streaming, Alberto Plaza señaló, el pasado lunes, en su cuenta de Facebook: “Muchas gracias a todos los que me acompañaron en el Live de YouTube. Lo pasamos genial he recibido muchos mensajes, ya los iré respondiendo”. Mientras tanto, Plaza continúa a diario, en Twitter, realizando retuit a las cuentas de Sergio Melnick, Diego Schalper, Gonzalo de la Carrera, Andrés Allamand y José Antonio Kast.

Fragmentos de Claro que No da lo Mismo

“Al principio de mi carrera tomé una posición autoral con énfasis en la relación de la pareja y la familia, por sentir y creer que el mundo se mueve impulsado principalmente por la fuerza del amor que surge y se desarrolla en ese entorno. Cuando me preguntan qué es para mí el amor, digo que lo siento como una especie de teleférico que nos une a todos”. 

“Sobre el aborto, en este tema yo no me pierdo al considerar que dentro del vientre materno hay un ser humano y que tiene derecho a la vida. Partiendo de esa base, soy claro en manifestarme contra el aborto. Esa criatura que está en riesgo y sujeta completamente a las decisiones de la madre, no puede defenderse por sí sola”.   

“Scientology me ha abierto la mente y me ha permitido ver el mundo desde una óptica de mayor respeto hacia mí y hacia los demás. Me ha dado una sabiduría que no tenía y una visión más aguda de la vida. (…) Me dio las herramientas correctas para manejar la vida de una forma ética y ordenada para ayudarme a mí y a los demás”.

“En Estados Unidos la riqueza es bien vista. Se asume que una persona que tiene dinero, lo tiene porque ha sido capaz, porque es productivo. Es el fruto de su capacidad e inteligencia y no porque se lo robó. Esas son cosas muy buenas que tiene Estados Unidos”.