Pese a que la convocatoria era a las 12:00 desde Plaza Dignidad, cerca de las 10 de la mañana en las calles ya se vislumbraba que sería una jornada histórica.
Las distintas líneas de Metro estaban más copadas que en el horario punta de la semana y en las micros desde el sector poniente hacia el punto de encuentro, las manifestantes con su pañuelos verdes -que exigen el derecho al aborto libre, seguro y gratuito- cantaban consignas feministas.
En otros medios de transporte, iban mujeres con pañuelos de otros colores además del verde, como el violeta del feminismo, o el rojo. Otras iban ataviadas para la ocasión, de múltiples otras formas, con el afán cada una de expresarse y protestar.
“Vengo por la muerte de todas las compañeras. Vengo saliendo de un relación tóxica, luché contra mi pololo y pude salir viva de esa relación. Estoy emocionada y contenta que hayamos despertado y que podamos luchar por obtener nuestro lugar en esta sociedad”, dice Daniela Cabezas (26 años) trabajadora social.
Mujeres feministas, afrodescendientes, indígenas, animalistas y secciones femeninas de las barras de fútbol protestan juntas por la igualdad de género y en contra de la violencia machista, pero también reivindicando sus propias historias y derechos.
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El primer viernes de protesta en marzo, en el cual murió un manifestante que habría recibido un impacto de una bomba lacrimógena de Carabineros, alcanzó una intensidad y convocatoria similar a la de la última noche de año nuevo. Sin embargo, la marcha del Día Internacional de la Mujer ha sido la manifestación más multitudinaria en lo que va del año, siendo solo comparable con la histórica jornada del viernes 25 de octubre de 2019, en la que marcharon 1,2 millones de personas solo en Santiago.
Aunque Carabineros indicó que fueron 150 mil personas las asistentes, la Coordinadora Feminista 8M, encargada de la convocatoria, señaló que el número estaba lejos de lo señalado por la institución alcanzando los 2 millones.
Comparando fotografías de una marcha y otra, es posible establecer que esta fue ligeramente menor que la del 25 de octubre y por sobre la del 8M de 2019, en la que se estimó 800 mil asistentes, por lo que la cifra debe andar por sobre el millón de principalmente mujeres asistentes.
“A diferencia de lo que intentaron instalar desde el gobierno y desde el oficialismo, esta movilización no se trata simplemente de la unidad de las mujeres, se trata de poner fin a este gobierno y fin a las violaciones de los derechos humanos”, declararon desde la vocería de la Coordinadora 8M.
Cerca de las 20:00 horas, Beatriz Contreras, jefa metropolitana del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), entregó un balance luego de la jornada conmemorativa. “El número de personas detenidas se redujo sustancialmente si lo comparamos con la jornada del viernes donde hubo 200 detenidos, en esta jornada registramos 36”.
Además informó que doce mujeres llegaron a la Posta Central con lesiones provocadas por el accionar de la fuerza policial, la mayoría señaló que “las agresiones se debían a la aplicación de gas pimienta que funcionarias policiales lanzaban al cuerpo y principalmente a la cara, afortunadamente ninguna de gravedad”.
"Sabemos que la represión fue alta, quisieron detenernos, nos lanzaron una vez más gas lacrimógeno, gas pimienta. No querían que llegáramos y fuéramos tantas como fuimos. No lograron detenernos, no pudimos marchar tranquilas, tuvimos que replegarnos y volver a encontrarnos y lo vamos a seguir haciendo y los vamos a hacer mañana (9 de marzo) una vez más”, dijo la vocera de la Coordinadora Feminista 8M, Javiera Manzi, quien realizó un balance de la marcha.
Cabe señalar que el gobierno desplegó un operativo policial cuyas caras visibles eran principalmente mujeres carabineras. Sin embargo, eso no aplacó los ánimos de las manifestantes en contra del presidente Sebastián Piñera ni la institución policial.
“Nunca más sin nosotras”
Cerca del mediodía cientos de mujeres que caminaban hacia la Plaza Dignidad no podían continuar avanzado debido a que la Alameda estaba copada de personas, por lo que espontáneamente dan la vuelta y caminan en dirección a La Moneda.
“Estamos más unidas que nunca y es ahora cuando todas debemos salir a la calle a luchar y gritar más fuerte para mejorar las condiciones que tenemos las mujeres. Es muy emocionante ver cómo sin importar la edad caminamos juntas, para que nunca más sea sin nosotras”, dice Evelyn Morales, periodista que reside en la ciudad de Berlín y que prolongó su estadía en Chile para poder asistir a la histórica jornada.
“Piñera conchatumadre, asesino, igual que Pinochet”, fue uno de los cánticos más repetidos durante la protesta al igual que “Puta, maraca pero nunca paca”, en rechazo al accionar de carabineras. A diferencia de otras manifestaciones, hubo cientos de pancartas por el Apruebo para el próximo plebiscito del 26 de abril donde se definirá si Chile suscribe o no a cambiar la Constitución nacida en dictadura militar.
Manifestaciones de esta naturaleza, que vinculan el 8-M con lo 18-O y el 25-O, abundaron en la marcha, las cuales se fueron mezclando con los constantes gritos y consignas contra la violencia de género y en contra del patriarcado.Además, se entonaron diferentes letras de la cantautora Violeta Parra.
Tal vez lo que mejor resuma la síntesis entre las demandas propias del movimiento feminista y el actual momento político sea la presencia constante del performance Un violador en tu camino, de LASTESIS.
En distintas regiones de Chile, la situación no fue diferente, En Valparaíso, un grupo de mujeres marcharon en las cercanías del Congreso Nacional, resguardado por un amplio contingente policial. Mientra que en Concepción la protesta consistió en una cicletada en plena carretera.
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“El Gobierno está mintiendo desde el 18 de octubre. El problema estructural que tenemos en Chile es que lamentablemente el Instituto de Derechos Humanos es un organismo que no es totalmente independiente, por lo que no han hecho ninguna querella contra la línea de mando, que es el Presidente, el ministro del Interior y el general de Carabineros. Ellos son los responsables de las violaciones de los derechos humanos, como han sido las muertes, las torturas, los presos políticos y las personas con traumas ocular”, dice Carmen Pinto, directora de la Comisión Chilena de Derechos Humanos que camina con una pancarta junto a sus colegas.
La presencia femenina no distinguió edad y fueron pocos los hombres que marcharon, quienes tuvieron que escuchar el cántico “los pololos pa’ la casa”. Esto, pues muchas mujeres plantearon días atrás que preferían que este fuese un espacio solo para ellas.
“Estamos siendo sometidas a un montón de cosas que son injustas. Nos matan todos los días. Los hombres tienen que respetar este espacio de mujeres porque hemos sido vulneradas y todavía tenemos una herida que se hace presente cuando vemos hombres. Tienen que respetar y apoyar desde afuera”, dice Rebeca Sarralde (39 años) quien se dedica a hacer talleres de cosmética natural.
Mientras, Daniela Ugarte, estudiante y dueña de casa, marchó con su hermano. “Está bien que nos apoyen los hombres, porque el cambio es necesario”. A pocos metros, un profesor gráfico de 38 años iba de la mano con su hijo pequeño. “Acompaño esta lucha, comprendo que algunas no querían que vinieramos, pero nosotros venimos en familia y tenemos que demostrar que ellas no están solas”.
A la par, mujeres mapuche realizaban una yeyipun (ceremonia mapuche) en el cerro Santa Lucía.
“Como mujeres mapuche estamos presentes, estamos exigiendo nuestras demandas y derechos en una alianza estratégica con las hermanas feministas. Somos resistencia y unidas podemos sacar la voz y enfrentar este sistema. Debemos aprovechar esta revuelta para reivindicar nuestros derechos”, explica Jessica Cayupi (37 años) abogada e integrante de la Red de Mujeres Mapuche.
Erica Calderón, de 67 años, es trabajadora y marchaba con su hija y su nieta. “Vinimos a luchar por los derechos de las mujeres, para que nadie más nos pisotee. Es increíble todas las que somos, me encanta”.
Tres profesoras de Educación Física caminaban cerca de GAM. “Lucho para que mis alumnas jamás vuelvan a decir 'no puedo hacer eso porque soy mujer', para que nunca más se sientan incapaces de hacer algo o tengan miedo de lo que la sociedad pueda decir de ellas por lo que quieren ser”, dice Fernanda Palacios (25 años) de la comuna de Maipú.
“Hoy se recuerda a todas las mujeres valientes que lucharon y siguen luchando por la libertad, la igualdad y el derecho de ser mujer, aún queda mucho por pelear, pero cada vez somos más las que sacamos la voz y guerreamos la barrera de la desigualdad. Hoy no se celebra. Marcho por mi mamá, por mis pequeñas pero grandes alumnas de espíritu gigante, por todas nosotras y por todas aquellas a las que les arrebataron la vida”, agrega Camila Miranda (24 años) de Ñuñoa.
Al finalizar la jornada, la Coordinadora 8M reiteró el llamado a la Huelga General Feminista para este lunes 9 de marzo, a la que suscribirán las trabajadoras de INTERFERENCIA.
Comentarios
La Madre Dominicana denuncia
Hola buenas noches como se
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