El 14 de noviembre de 2019 se cumplió un año de la muerte de Camilo Catrillanca Marín, comunero mapuche asesinado en Temucuicui de un tiro por la espalda perpetrado en un operativo policial del “Comando Jungla” de Carabineros de Chile. La imagen de Catrillanca se convirtió en un símbolo de resistencia a lo largo del país dando pie a distintas conmemoraciones, más ahora, con el país movilizado. Mientras que su familia y las comunidades cercanas lo recordaron con una ceremonia tradicional que giró en torno al tractor en donde Camilo Catrillanca fue asesinado, INTERFERENCIA estuvo ahí.
Alrededor del mediodía regresaba desde la carretera una cabalgata de familias mapuche hacia la comuna de Ercilla. Los weichafe (guerreros) lideraban la caminata que cada ciertos momentos realizaba afafan (grito de aliento) al igual que hace un año atrás, en el funeral del weichafe Camilo Catrillanca.
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Marcelo Catrillanca, padre de Camilo, reunió a los presentes en la avenida principal de Ercilla. “El pueblo mapuche debe seguir exigiendo justicia para Camilo y también para todos los que han caído en este país en el estallido social”, dijo. Además agradeció al país por movilizarse por su hijo fallecido.
La cabalgata inició su paso hacia Temucuicui, sin embargo en pleno cruce de la ruta 5 sur fueron atacados por Carabineros. A esa misma hora en Temuco personas comenzaron a marchar fuera de la Intendencia de La Araucanía, a su vez, el Hogar mapuche Pelontuwe, fue allanado, resultando 20 personas detenidas por lo que el abogado Rodrigo Román presentó un recurso de protección.
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Temucuicui recuerda a su weichafe
Cerca de las tres las tarde las personas comenzaban a llegar al punto de encuentro en Temuicuicui, pero para la familia era importante comenzar la ceremonia a las cuatro, puesto que el ritual debía coincidir con la hora de la muerte.
El histórico lonko (autoridad ancestral) de la comunidad tradicional de Temucuicui y abuelo de Camilo, Juan Catrillanca, se preocupaba de saludar a cada persona que llegó y conversaba sobre las recuperaciones de territorio y la importancia del mapudungun para los mapuche.
Suena las trutrucas, es el llamado para reunirse bajo el sol. La madre de Catrillanca llora desconsoladamente. Siendo las 16:40 llegaron los weichafes en caballo, quienes rodearon el tractor, para finalmente instalarse detrás de este.
Marcelo Catrillanca, Juan Catrillanca, Pascual Pichun (hijo), Jorge Huenchullan y Álvaro Curinao dieron sus palabras. Más tarde se sumó Ana Llao, werken (concejera) de la organización Ad Mapu, ex consejera de la Conadi y miembro del trawun (asamblea) de Temucuicui. Todos pidieron justicia y resaltaron cómo esta muerte los había fortalecido como pueblo.
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“Hoy es un día negro para el pueblo mapuche. El Estado de Chile a través de su policía asesinó a un joven mapuche sin piedad que transitaba por su propia comunidad. Es un día de tristeza pero a la vez donde los mapuches seguimos el camino de la lucha, porque es lo único que tenemos para reivindicar nuestros derechos”, dijo Huenchullan, perteneciente a la Comunidad Autónoma de Temucuicui.
“Vinimos a solidarizar con el peñi, porque el estado chileno desde su fundación ha pisoteado nuestros derechos. Camilo fue un gran líder, de gran reivindicaciones y nosotros como mapuche nos vamos a ser mucho más fuerte, porque el futuro de este país es duro”, señaló Álvaro Curinao del sector de Chacaico.
Comienza una ceremonia hablada en mapudungun. Los asistentes escuchan, las fotografías desde celulares se detienen. Al finalizar, los Catrillanca comparten e invitan a comer sopaipillas, carne, papas, jugo y muday (licor a base de maíz).
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Pese a que estaba programado iniciar el camino hacia la casa de Camilo Catrillanca, su padre recordó que le encantaba bailar choike purrun, por lo que niños y jóvenes realizaron esta danza, también conocida como danza del avestruz. Uno de los niños sostenía una fotografía del conmemorado mientras bailaba.
Ya en el atardecer los asistentes tomaron su autos, camionetas, caballos y avanzaron hacia la casa de Catrillanca, proyecto en el sector del ex fundo La Romana que él no pudo concluir, pero que hoy sí está terminado. La casa está en un territorio que alguna vez perteneció al agricultor René Urban. Un territorio recuperado por la comunidad. Hoy vive su viuda, su hija de 7 años y Camila que apenas alcanzó a tener dos meses en el vientre de su madre cuando su padre murió.
Para este viernes 15 de noviembre la familia Catrillanca convocó a una nueva cabalgata que culminará en el cementerio para dar cierre al primer aniversario de muerte de un mapuche que marcó un antes y un después en Chile.
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