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Jueves, 18 de Abril de 2024
Historiador

Caniuqueo: “En el asesinato de Catrillanca se unen la frustración y la alevosía”

Camila Higuera (desde Quintero-Puchuncaví)

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Sergio Caniuqueo
Sergio Caniuqueo

Para Sergio Caniuqueo, el homicidio del comunero mapuche es un crimen de odio que no ha sido reconocido como tal, que surge de un proceso de criminalización del movimiento mapuche. Si bien este caso, así como el de la machi Francisca Linconao en el caso Luchsinger, han ayudado a ver las cosas de otro modo, la estructura cultural en que estos son posibles no ha cambiado, lo que se ve en el trato a los hermanos Tralcal.

Admision UDEC

Sergio Caniuqueo es uno de los cuatro historiadores mapuche que escribió el libro Escucha Winka de 2006. Caniuqueo, junto con Pablo Marimán, José Millalén y Rodrigo Levilel, ofrecen ahí ensayos que buscan ser las bases para una primera historia mapuche escrita por mapuche.

La parte que le correspondió a Caniuqueo es la de la historia reciente y la historia política del pueblo mapuche, que es también su línea de investigación.

Frente a los nuevos acontecimientos relativos al asesinato en noviembre de Camilo Catrillanca por parte de Carabineros, INTERFERENCIA habló con el historiador para buscar una perspectiva histórica del hecho. 

Caniuqueo dice que lo de Catrillanca sucedió en un contexto de autonomía indebido por parte de Carabineros y por un desapego del movimiento mapuche del tejido social que lo permite. Esto porque este tejido está reblandecido a causa de del mercado, la corrupción, y las políticas públicas, las que han confinado a los mapuche movilizados a un espacio de criminalización. 

Sin embargo, el caso Catrillanca, y el de la machi Francisca Linconao, acusada y absuelta en el caso Luchsinger-Mackay ha generado -según este historiador- un efecto favorable, pues la reacción generalizada fue de rechazo al nivel de violencia y manipulación en que incurrió la policía y gobierno.

Con todo, el cambio luego de la muerte de Catrillanca no ha afectado la estructura cultural bajo la que funciona la represión, opina Caniuqueo. Ejemplo de ello es que que tras la captura de José y Luis Tralcal, también en el marco del caso Luchsinger-Mackay en el que se desenvolvií la Operación Huracan, se ha vuelto a caer en la criminalización, ya que se los presume culpables mediáticamente, lo que probablemente se transformará en una realidad judicial, dice.

¿Cómo el asesinato de Camilo Catrillanca marcó un punto de inflexión en la historia reciente mapuche?

Antes del caso, hubo un movimiento in crescendo en el cuestionamiento de las pruebas de los fiscales y la policía en los casos en que estaban involucrados los mapuche, lo que llevo a estos a hacer acciones más osadas. Lo de Huracán y lo de la machi Francisca Linconao en el caso Luchsinger es una cuestión súper osada, al tratar de culpabilizar a dirigentes mapuche con un mínimo de pruebas. 

Pero también lo hizo más inverosímil, Es paradójico, porque arman un montaje, pero pierden un poco la cordura en relación a todos los casos anteriores que habían tenido desde el año 2000 en adelante.

Entonces, en esta situación de que ellos van perdiendo, tratan de hacer un esfuerzo que realmente no tiene lógica.

En el caso del crimen de Camilo incluso uno podría decir que es un crimen de odio. Un tipo que va en un tractor a una velocidad de máximo 20 kilómetros por hora, que no tiene una protección donde uno diga "no le voy a poder disparar al cuerpo"... 

Entonces, creo que la frustración se une a la alevosía, a este sentimiento de impotencia y termina -en lo que a mí respecta- con el crimen de Camilo.

Eso incluye a la sociedad civil. Cuando tú permites crímenes de odio en una sociedad, eso remece entero. Yo creo que eso es lo que más remeció y cuestionó al gobierno de [Sebastián] Piñera, aunque nadie utilizó la palabra crimen de odio.

"Yo creo que en Chile da miedo asumir que se cometen crímenes de odio".

Todos fueron demasiado cautelosos porque yo creo que en Chile da miedo asumir que se cometen crímenes de odio. 

¿Crees que el asesinato de Catrillanca ayudó a validar el uso de la violencia política como uno de los métodos de resistencia?

Una parte del movimiento mapuche asumió una cultura de izquierda que todavía cree en las conspiraciones y que busca mantenerse en las sombras, como si fuera una guerra de guerrillas. Aunque en lo práctico no hay armas, no hay nada, y si las hay son de origen casero en su mayoría. La verdad es que no representan ningún peligro en términos del armamento que puede usar carabineros para contrarrstar y la protección que ellos tienen.

Ahora, creo que esta cultura genera cierto sectarismo y también una actitud de sujeto iluminado, con conciencia y moralmente superiores. Lo que ha hecho que se distancien de lo que es el pueblo mapuche en general.

Ahora yo creo que eso no ocurrió simplemente por una actitud de ellos, también acá hay una intervención de inteligencia que comenzó en el 2000, cuando se separó a estos grupos del pueblo mapuche a través de políticas públicas como el Programa Orígenes o Chile Indígena, donde las comunidades entraron en una serie de proyectos y comenzaron a involucrarse en la dinámica existencial. Así se alejaron y se distancianciaron.

Con todo, el grueso del pueblo mapuche está en otra sintonía. Pero eso es una situación que es provocada, no es una situación que nació de la noche a la mañana.

¿Cómo opera Carabineros en este contexto?

Hoy en día, lo que probó el caso Catrillanca es que la policía tenía un nivel de autonomía frente al Ministerio del Interior tan grande que ellos filtraban la información. Eso es una cuestión bastante interesante, porque esto ya había ocurrido anteriormente pero en menor escala o no había sido tan gráfico.

Los errores comunicacionales que tuvo el ejecutivo en el caso de Andrés Chadwick se deben justamente a que la policía les filtró información. Pasó casi un día antes de que Chadwick se pronunciara y finalmente habló sobre hechos que jamás ocurrieron.

Después todo quedó al descubierto y hubo una negociación política con Carabineros, en la cual terminaron tratando de mostrar a la ciudadanía que la policía no tiene autonomía frente al gobierno, pero en el fondo sí la tiene. 

"En términos concretos lo que demostró el asesinato de Camilo Catrillanca es que la policía es un poder de facto más dentro del estado". 

En términos concretos lo que demostró el asesinato de Camilo Catrillanca es que la policía es un poder de facto más dentro del estado. En el fondo estamos hablando de una estructura que funciona así. Por más que se maquille la estructura no se desarma.

Este es el problema que han tenido los gobiernos. Por eso la Nueva Mayoría hizo una interpelación tan débil y se niega a levantar una acusación constitucional contra Chadwick, la que podría haber sido ahora en marzo. No va a ser porque la mayoría de los jerarcas de los partidos decidió que no y eso también revela lo que la Nueva Mayoría ocultó durante veinte años de gobierno.

¿Cuál es la crítica que haces a la izquierda institucional en el contexto de la interpelación que realizó Emilia Nuyado a Chadwick?

Para mí estuvo super bien que Nuyado usara el mapudungún, porque en el fondo marca frente a la sociedad civil y ante el estado que Chile es un país multinacional. O sea, la plurinacionalidad chilena está constituida en los hechos.

Pero creo que en términos de la asesoría, estuvo pobre. Porque una interpelación se forma en base a una situación política administrativa muy concreta. Yo tengo que acusar las negligencias del ministro. Y lo que hizo Emilia Nuyado fue un juicio histórico. Utilizó a la persona de Chadwick para hacer un juicio histórico, y no una interpelación, la que perdió su sentido.

Es Lo mismo si esto lo llevo ante un juez y comienzo a hacer todo un análisis histórico de cómo ha procedido la justicia chilena. No va a haber una acusación de cómo se trabajó el caso y por qué Carabineros no entregó toda la información en su momento. Los aspectos que eran cruciales, los aspectos que eran concretos, no se desarrollaron. 

En términos históricos ¿Cómo crees que se viene el futuro del conflicto? ¿Ves ahora que el pueblo mapuche entró en un período de resistencia?

La verdad es que los que están en resistencia son algunas comunidades. Pero estos sectores no son influyentes dentro del pueblo mapuche en sí, considerando que somos más de un millón setecientas mil personas. Estamos hablando de que estos grupos son pequeños. El triunfo que tuvo el estado en estos últimos 30 años está justamente en separar al movimiento del pueblo. 

Por eso que las marchas cada vez son de menos personas. Por ejemplo en el 92' una marcha convocaba a más de 10 mil personas en Temuco. Hoy en día una marcha convoca a cien. Hay un distanciamiento entre los grupos organizados y el pueblo mapuche. 

¿Cuáles son los factores que generaron ese distanciamiento?

Hay dos factores. Uno es el estado y el otro fundamental es el mercado. Han logrado canalizar la identidad de los mapuche por otras vías. En términos históricos estamos ante un fenómeno de la globalización y del neoliberalismo que ha funcionado como un descompresor social. Por lo tanto, la gente ya no le reclama tanto al estado. Eso ha hecho que la mayoría de los movimientos puedan partir muy fuertes pero después se diluyen y quedan como átomos dentro del esquema. 

Anterior a los años setenta los movimientos iban creciendo, creciendo, creciendo a tal nivel que el estado tenía que transformarse. Hoy en día el estado es mucho más pequeño que en esa época.

¿Cuál es el efecto de un estado más pequeño y un mercado más grande en el movimiento mapuche?

Lo que le ha ocurrido al movimiento mapuche es que se ha reducido. El estado ha generado una política para reducirlo mucho más. Entonces lo que queda para el futuro es que este movimiento termina totalmente agotado.

Esto nos deja en una situación bastante sombría porque al distanciarse del pueblo el movimiento mapuche no va a tener apoyo, y pueden ser víctimas de procesos de criminalización mucho más fuertes. Porque el estado va a saber que nadie los va a defender en el fondo. 

Esa tendencia fue la que llevó a hacer un montaje tan ridículo como la Operación Huracán. Hubo la confianza de decir “a estos tipos nadie los va a defender porque el pueblo mapuche está en otra, entonces podemos hacer y deshacer”.

¿Por qué es tan difícil reconocer un crimen de odio?

Porque a través de toda la historia de Chile hemos ido generando un componente de ADN que es el odio y lo hemos normalizado. El odio se siente en todas nuestras relaciones. En ese contexto ocurren casos como los de Camilo y el de la machi Linconao, donde la gente dice "oye, no podemos generar tanto odio".

Pero esto lamentablemente como sociedad nos dura muy poco y no logramos generar un análisis más profundo y estructural. Mientras esté incorporado en nuestro ADN, van a seguir generándose situaciones como la criminalización. 

El día de mañana en una situación de criminalización tenemos que saber al tiro que es algo que como sociedad no podemos permitir. Por ejemplo, lo que está ocurriendo ahora con la muerte de dirigentes sociales en extrañas situaciones.

Llegar a esos niveles como ocurre en Brasil o en Colombia, donde la muerte de dirigentes sociales es algo muy común y la sociedad ya lo ha internalizado como que es parte del día a día. No podemos permitir que eso ocurra acá. Entonces para eso se necesitan estos procesos reflexivos. 

Esta semana Luis y José Tralcal fueron capturados en el marco del caso Luchsinger Mackay, con gran cobertura mediática ¿De qué forma esto rompe lo que se había logrado en la ciudadanía con el asesinato de Catrillanca?

Bueno, creo que la gente piensa que las operaciones de inteligencia son simplemente pesquisar a los sujetos y arrestarlos. Pero las operaciones de inteligencia también funcionan y tienen componentes psicopolíticos. En este sentido cuando mencionaba lo que había ocurrido desde el 2000 en adelante, es que hay una visión de establecer un estigma sobre el sujeto.

Existen tres líneas investigativas en el caso Luchsinger Mackay, por lo tanto eso hace que el tema Luchsinger Mackay va a seguir por mucho tiempo.

Este movimiento mapuche no tiene una estructura subversiva como la tuvieron movimientos como el MIR o el Frente Patriótico Manuel Rodríguez en dictadura, en términos de ayudistas, donde circulaba plata para mover a una persona de un lado a otro.

Actualmente eso no existe. La gente que no quiere presentarse ante tribunales se esconde nomás y trata de moverse por sus propios medios. Ahora cuando detuvieron a los Tralcal, comunicacionalmente se mostró como que acá había toda una red y que se iba a investigar. Asimilando que aquí hay terrorismo, una estructura y una orgánica con la cual funcionan los grupos armados. 

Entonces lo que va a hacer la prensa finalmente es construir la imagen de que sí existe el terrorismo, de que existen redes de apoyo, que existe una estructura orgánica y que incluso existe financiamiento. Lo van a presentar como esa imagen, de manera que estos sujetos son culpables antes de que entren a tribunales. En términos comunicacionales se vulnera la presunción de inocencia. 

Esto perjudica gravemente la situación de Luis y José Tralca, cualquier prueba, por muy débil que sea, ya se asume como totalmente verdadera e incuestionable. Hay que recordar que tenemos tribunales, que hay procesos de investigación y de análisis de pruebas que son cuestionables para poder establecer si son verdaderas o no esas pruebas. 

Se crea la ilusión de que la legitimidad, la legalidad y el estado de derecho están funcionando.

A los Tralcal se les ve bastante oscuro el futuro. Se le coloca a la sociedad en contra de ellos. Obviamente hay prensa alternativa que va a tratar de cuestionar cómo ocurrieron las cosas, pero lamentablemente no tienen el poder para transformarse en opinión de masas. 

Lamentablemente esto también es una forma de corrupción. Porque no ejecuta de manera transparente los juicios y si cultivamos esa cultura el día de mañana vamos justificar cualquier tipo de corrupción a futuro. Terminaríamos el día de mañana asumiendo de que si alguien llega a ser asesinado por ser dirigente social es porque estaba metido en algo. 

La Nueva Mayoría sí se quedó callada frente a los poderes fácticos que tienen la policía y las fuerzas armadas. Corrupción y desfalco. Ellos sabían que este tipo de situaciones podían ocurrir, pero conscientemente dejan que ocurra.

Ahí es donde la sociedad civil tiene que inclinar la balanza.

Pero como te decía al principio, la sociedad civil hoy en día se adormece con el mercado. Hoy en día una mujer se puede creer algo de feminista porque compró una maleta con la cara de Frida Kahlo. Es ahí donde nosotros tenemos que construir un referente ético, que es lo que nos queda como sociedad. Construirlo a nivel de familia, de la comunidad, a nivel barrial. Es una gran tarea de recomposición social, que hay que hacer, porque en el fondo, es la única manera de contrarrestar todo esto que nos está ocurriendo.



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¿Hasta cuando el Pueblo Nación Mapuche, es atacado y menospreciado por los diferentes gobiernos de turno fascistas de Chile, desde 1973? ¡Ya es hora que todos los pueblos originarios se Unan, y exijan su Derecho de Pueblos ancestrales: RESPETO LIBERTAD Y PODER PARA REALIZARSE COMO TAL! ¡NO MAS SUMISIÓN NI SOMETIMIENTO MILITAR ABSURDO, PLENO SIGLO XXI, LLEGÓ EL DESARROLLO, PERO CON RESPETO A LA NATURALEZA, ACCIÓN QUE EL CAPITALISMO NO RESPETA, POR ESO LA GRAN DIFERENCIA; LE INTERESA SÓLO EL ROBO Y SAQUEO DE TODO PARA ROBAR Y ENRIQUECERSE RÁPIDO, SIN PENSAR EN EL FUTURO. AL ESTADO CHILENO, LE FALTA SABIDURÍA, EMPATÍA, RESPETO, SE DEJA INFLUENCIAR FÁCIL POR LOS CORRUPTORES DEL MUNDO, NO PIENSAN EN SUS NIETOS ,... LAS FUTURAS GENERACIONES, NO LE DEJARÁN NADA, DESTRUCCIÓN Y POBREZA, AUNQUE ATESOREN DINERO A MONTONES, NO COMPRAN LA VIDA!

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