El día 30 de octubre de este año, familiares de cuatro de los cinco cuerpos hallados calcinados en la fábrica de Kayser llegaron hasta la Fiscalía Centro Norte para participar de una reunión junto a los fiscales que investigan este hecho. La reunión la encabezó Xavier Armendáriz, jefe de esa unidad del Ministerio Público, quien les explicó a los asistentes lo que venían haciendo. 

Hasta ese día, en los medios tradicionales de prensa esta historia se había publicado como un hecho común: muertos por consecuencia del incendio. Pese a que todas los cadáveres hallados al interior de la fábrica presentaron concentraciones de monóxido de carbono en la sangre –algunos de nivel letal–, nadie había indagado en la existencia de lesiones que, eventualmente, se hubieran producido antes de la muerte, impidiendo, por ejemplo, la movilidad de las víctimas.

Desde el 2 de noviembre a la fecha, INTERFERENCIA publicó que el cuerpo de Yoshua Osorio Arias presentó tres orificios en el tórax que el Servicio Médico Legal (SML) no indagó; que el cuerpo de Andrés Ponce Ponce presentó fragmentos metálicos en su muslo izquierdo que no habían sido investigados por el mismo organismo, y un hematoma subdural en el cráneo que no se estudió; y que el cuerpo de Luis Antonio Salas Martínez tenía una bala en el pie izquierdo que la médico que le practicó la autopsia consideró como "reciente", además de un hematoma subdural también en el cráneo que se mandó a laboratorio.

Luego de la publicación de estos antecedentes, el fiscal de alta complejidad, José Morales, debió enviar oficios al SML para aclarar dudas. Sin embargo, hasta ese 30 de octubre, cuando recibieron a gran parte de los familiares de las víctimas en la Fiscalía Centro Norte –y ya teniendo todas las autopsias en su poder–, Morales, quien permaneció silencioso durante la reunión, no había enviado preguntas al SML.

El que habló bastante en esa conversación, que duró cerca de dos horas, fue Xavier Armendáriz. Entre las cosas que dijo la autoridad estaba el destino de las cámaras de seguridad ubicadas en la empresa. El fiscal Centro Norte atendió una de las preguntas de una de las familiares de las víctimas, que le consultó si es que habían videos del interior registrados por cámaras, a lo que Armendáriz respondió que no. "Las cámaras desaparecieron con el incendio, desaparecieron, el master se quemó", indicó a las cuatro familias, y luego reafirmó lo que había dicho asegurando que las cámaras "desaparecieron por acción del fuego, se quemaron, se destruyeron".

Los datos que puso sobre la mesa el persecutor se podrían contradecir con los que informó el guardia de Kayser seis días después en su declaración ante el fiscal José Morales.

El pasado 4 de noviembre, Reinaldo Marincovic Santelices entregó su versión de los hechos, en calidad de testigo y víctima indirecta, ante el Ministerio Público. Allí contó que era funcionario de la empresa de seguridad Siglos SpA, que custodiaba la fábrica Kayser, ubicada en avenida Miraflores, en Renca. El día de los hechos se encontraba de turno entre las 8 y 20 horas, presenciando los incidentes desde una caseta de vigilancia que poseía cámaras de seguridad. 

Según el trabajador, el saqueo se produjo entre las 12:30 y las 15:00 horas del domingo 20 de octubre. Si bien no escuchó disparos durante ese lapso de tiempo ni después con el incendio, Marincovic aseguró que las personas que entraban a saquear golpeaban la caseta blindada en la que se encontraba con extintores y fierros.

"Incluso un sujeto me mostró una pistola. Se trataba de un sujeto guatón de unos 25 años. Esto sucedió apenas empezaron a entrar al lugar, pero luego no lo volví a ver y se aburrió", declaró.

En esos momentos observó cómo la gente entraba y salía de la fábrica con mercadería, hasta que comenzó el incendio a eso de las 15:15 horas, según su testimonio. "El guatón que mencioné lo vi cuando comenzó el incendio y después no lo vi más", dijo.

En 20 minutos se había propagado el fuego, acorde a Marincovic. En todo ese tiempo, el trabajador aseguró que no vio militares en el lugar, y que los Carabineros llegaron a las 15:20 o 15:30, con el arribo de los Bomberos. Ya con la policía presente en el lugar, salió de la caseta de guardia, y se encontró con ejecutivos de la empresa. Allí, señaló que se preocupó de "que se pudieran guardar los videos que habían en el lugar". A continuación, indicó que "Juan Echeverría [gerente de operaciones de Kayser] se los llevó". "Entiendo que también había información de la empresa", añadió Marincovic.

INTERFERENCIA le consultó a Kayser si es que habían quedado grabaciones de ese día sobre lo sucedido, pero la empresa lo rechazó tajantemente, respaldando la tesis del fiscal Armendáriz. Explicaron que el DVR, o master de las cámaras, se encontraba en el costado oriente de la bodega, y que este "transmitía a la aplicación instalada en los teléfonos celulares autorizados, pero la grabación solo quedaba registrada en el DVR al interior de la empresa. Todo este sistema, permitía ver en tiempo real lo que acontecía dentro y fuera de las instalaciones".

Sin embargo, según la empresa –que envió su declaración a través de la abogada Paula Abugattas, hija de uno de los dueños de Kayser–, "el fuego arrasó por completo con toda la zona donde se encontraban los DVR, por lo que se perdieron las grabaciones".

Respecto de las imágenes que recibió Juan Echeverría –gerente de operaciones de Kayser– por parte del guardia Reinaldo Marincovic, la empresa aseguró que estos registros "fueron videos captados por celulares tanto del mismo guardia, como grabaciones de terceros desde distintos ángulos en el exterior del centro de distribución durante el saqueo y posterior incendio. Esos videos fueron recopilados y posteriormente entregados al Ministerio Público".

Cabe recordar que en el testimonio entregado ante el fiscal José Morales el 5 de noviembre pasado, Marincovic no declaró que grabó el saqueo ni el siniestro; únicamente que lo observó a través de las cámaras de seguridad ubicadas en la caseta, las que, según la empresa, solo mostraban sectores exteriores de la fábrica.

Quien disintió con la tesis entregada tanto por el fiscal Armendáriz como por Kayser fue Manuel Muga, hijo de Manuel Muga Cardemil, uno de los cinco fallecidos en el incendio. Muga hijo aseguró que el mismo José Morales, fiscal adjunto del caso, le mostró videos del interior de la fábrica, grabados desde altura por una cámara de seguridad.

Contactado por INTERFERENCIA, el fiscal José Morales dijo que como Fiscalía "no tenemos nada que señalar (...) [la] investigación es reservada y estamos con diligencias pendientes para esclarecer los hechos".

Revisa a continuación todos los artículos que se han publicado en este medio sobre el caso Kayser:

- "Fiscalía entrega cuerpos calcinados de Kayser a familiares pese a dudas sobre autopsias"

- "Cuerpo calcinado de Kayser tenía 3 orificios en el tórax, pero autopsia no lo indagó"

- "Una de las víctimas del incendio de Kayser sufrió lesión pocas horas antes de aparecer calcinado"

- "No era NN: cuerpo de Kayser con fragmentos metálicos corresponde a víctima ya identificada"

- "Autopsia de uno de los fallecidos en Kayser dice que fue baleado en su pie poco antes de morir"