Tras conocidos escándalos de abuso sexual en el gremio, que marcaron el inicio de las protestas feministas del 2018,  el pasado 5 de junio se conformó legalmente el Colegio de Historiadoras e Historiadores de Chile (COLHIST), la que busca agrupar a los historiadores e historiadoras a nivel nacional por mejoras laborales, la defensa del gremio, la transformación del título de licenciatura a profesión reconocida por el Estado y la defensa de los derechos de historiadoras frente a abusos y acoso sexual y de disidencias LGTBI+ en el rubro.

Según informó el nuevo gremio, la organización tuvo un diagnóstico crítico a la realidad de historiadoras, historiadores y profesores del rubro, debido a su trabajo “ha perdido relevancia, prestigio profesional y social, hecho evidenciado por las reducciones de horas del área en el plano escolar, los elevados niveles de cesantía y los conflictos que involucraron a nuestra área en el mundo académico por temas de acoso y abuso sexual”.

Uno de los principales objetivos de las nuevas dirigentes es que el Estado considere a los historiadores como profesional, es decir, con un título profesional, ya que por una modificación en las reforma educativa de la década de los ochentas, en dictadura, el título de historia sólo se considera como una licenciatura.

Desde 2019, después de distintos encuentros y cabildos, un grupo de historiadores, se juntó a planificar la creación de un colegio profesional, dentro del contexto de que unos años antes ya se habían restado horas de clases de historia a alumnos de enseñanza media, lo que generó una crisis en las oportunidades laborales de los profesores del rubro.

“A nosotras las mujeres y a disidencias sexuales hemos vivido más de una situación de acoso y hay casos que han hecho ruido a nivel nacional,ninguna ha estado exenta de esas situaciones por las relaciones jerárquicas de poder", explica la presidenta del Colegio.

“Hay gran precariedad laboral, gran parte de los historiadores en Chile no tienen estabilidad laboral acorde a una carrera profesional. También cuesta mucho encontrar trabajo y como las remuneraciones son bajas, pasa que muchos de los historiadores, incluso son posgrado, no trabajan en lo que estudiaron. Hay muchos magíster en historia, que no encuentran trabajo como historiadores, y cada vez hay menos proyectos en el ámbito historiográfico”, cuenta a INTERFERENCIA la historiadora Marianela Aravena, secretaria de la organización.

La organización está liderada en su mayoría por mujeres , y tiene un fuerte enfoque en potenciar a las historiadoras y sus trabajos. Para ello, en su primera directiva, potenciaron a las dirigentas, siendo la mayoría mujeres a la cabeza de la organización.

“A nosotras las mujeres y a disidencias sexuales hemos vivido más de una situación de acoso y hay casos que han hecho ruido a nivel nacional,ninguna ha estado exenta de esas situaciones por las relaciones jerárquicas de poder que tienen que ver con mucho machismo y espacios altamente masculinizados. Hemos levantado banderas de luchas con la Red de Historiadoras feministas, pero pasa por un tema laboral, somos trabajadoras y ante esto, requerimos un espacio gremial donde discutir estos temas”, explica la presidenta del Colegio, Karelia Cerda.

Para enfrentar temas de acoso y asesorar a las historiadoras al respecto, el Colegio cuenta con una comisión de género y sexualidad, compuesta por integrantes del gremio.

“Gran parte de la precariedad laboral está en las mujeres en historia. La mayoría de los artículos académicos son producidos por hombres, los investigadores cerca del 80% de los que hacen fondos fondecyt son hombres”, agrega Cerda.

Por ahora, COLHIST busca crecer y generar también actividades de vinculación con la sociedad, además de ser un espacio de apoyo laboral para el gremio.