Frente al Covid-19, las más de 15.000 personas que viven en situación de calle en el país están catalogadas dentro de los grupos de alto riesgo, debido a la mayor exposición que tienen al vivir a la intemperie.
Ante esta situación, el Ministerio de Desarrollo Social prometió habilitar 182 albergues en el marco del Plan de Invierno. La cifra fue anunciada por el entonces jefe de cartera, Sebastián Sichel, y quedó registrado en la cuenta pública de 2020 de la misma entidad. Sin embargo, al día de hoy solo se han habilitado 152 albergues. Siete de ellos incluso se repiten en la lista oficial habilitada, y 20 se agregaron luego de que se enviaran las consultas respectivas de este artículo.
El Plan de Invierno se activa todos los años durante los meses fríos. Siempre se habilitan albergues dirigidos a personas en situación de calle (PSC), para que no estén expuestas a las bajas temperaturas. Al finalizar el invierno, estos lugares se cierran. Este 2020, debido a la crisis sanitaria, al Plan de Invierno se le sumó el Plan Protege Calle Covid-19, que propuso la apertura de albergues de emergencia.
Para esta investigación se revisaron documentos oficiales del Ministerio de Desarrollo Social –ahora dirigido por Karla Rubilar– así como promesas de otras autoridades en esta materia. En una base de datos se llevó registro de cada albergue habilitado, junto con información sobre los cupos ofrecidos por cada uno y los administradores de los mismos. A través del contraste de datos con la lista oficial del ministerio y llamados a distintas fundaciones, gobernaciones y municipalidades, se logró detectar que la promesa del gobierno, de habilitar 182 espacios, no se ha concretado ya a un mes de que finalice el invierno.
El anuncio 'flash' de Sichel
El 15 de abril de 2020, Sebastián Sichel indicó por medio de su cuenta de Twitter que el Plan de Invierno para este año contemplaba la apertura de 182 albergues a lo largo del país -donde se incluían los informados en el marco del plan por el Covid-19- y que todos tendrían un máximo de 20 personas para respetar el protocolo sanitario.
El Subsecretario de Servicios Sociales, Sebastián Villarreal, confirmó el mismo día el número también por medio de su Twitter e informó que la totalidad de estos lugares funcionarían con una modalidad 24/7.
img_3934_1.jpg
La cifra entregada por ambas autoridades se confirma en la página 25 de la cuenta pública del Ministerio de Desarrollo Social, en donde se evidencia que se planificó pasar “de 6 albergues a 182, en modalidad 24/7”. Sin embargo, acorde a las cifras oficiales, a la fecha solo se han habilitado 152.
Sebastián Sichel no respondió a múltiples solicitudes de entrevista de esta investigación. En tanto, la respuesta de la Subsecretaría de Servicios Sociales, evidencia que el número de refugios para personas en situación de calle, anunciado por ambas autoridades hace cuatro meses, aún no estaba definido. “Por esos días, el Ministerio se encontraba rediseñando la oferta para calle durante la temporada de frío por iniciar, en conjunto con los integrantes de la Mesa de Personas en Situación de Calle”, dicen desde la entidad.
Desde la Subsecretaría también señalaron que finalmente, y “tras la entrada de recursos adicionales aprobados después del 15 de abril [...] se definió un total de 160 [albergues]”.
Actualmente, en la lista de dispositivos del Ministerio de Desarrollo Social, figuran 152 albergues. De estos, 28 pertenecen al Plan Protege Calle Covid-19, 120 corresponden al Plan de Invierno, y los restantes cuatro corresponden a cupos extra que se habilitaron en casas permanentes. Además, según la base de datos construida para esta investigación, hay cuatro albergues que se habilitaron dentro del Plan de Invierno y que ya no figuran en la lista oficial porque finalizaron su funcionamiento. En los meses de invierno se han habilitado entonces un total de 152 refugios para personas en situación de calle.
Antes de la crisis sanitaria, la oferta del Plan Invierno contemplaba la apertura únicamente de 80 albergues. Con el anuncio de Sebastián Sichel, eran 100 unidades más las que se sumarían al listado, y como después se llegó a planificar 160, desde la Subsecretaría de Servicios Sociales señalan que serían 80 los recintos extra planificados por la pandemia. Según la respuesta de esta entidad, se han habilitado 78 de esos 80. Sin embargo, hasta el fin de semana pasado –cuando comenzaron las preguntas oficiales de esta investigación– eran 132 los albergues disponibles en el sitio web oficial. En cuatro días la lista sumó y llegó a 152 unidades, dando cuenta que el ministerio había logrado sumar 72 albergues.
Es necesario señalar que en la lista actual del Ministerio, donde figuran 152 albergues, hay siete de ellos que se repiten. El protocolo sanitario establece un máximo de 20 personas por recinto para evitar contagios y estas siete residencias estarían multiplicando sus registros, pues presuntamente albergan a más de 20, en espacios más amplios, a no ser que se deba a un error.
Se logró consultar a algunas fundaciones administradoras de los albergues que aparecen dos veces en la lista. Desde la Corporación Padre Demetrio aseguraron que "en el mismo albergue hay como dos albergues, pero al final están todos juntos, las 40 personas". Desde la Corporación Moviliza, la respuesta fue que “están en el mismo espacio, lo que pasa es que es un espacio grande”.
Población y fundaciones a la deriva
El Hogar de Cristo, la fundación que más albergues administra en el país, se financia mayoritariamente a través de las donaciones de sus socios. Su presupuesto anual es de $6.500 millones aproximadamente y, de esos, “lo que proviene del Estado no llega a ser ni $1.500 millones”, dice Andrés Millar, director de integración de personas en situación de calle.
En el contexto actual, y debido a la instrucción de transformar todos los albergues a una modalidad 24/7, Millar explica que el Hogar de Cristo ya tiene un déficit del 40% en su presupuesto.
Además de no contar con un lugar seguro y estable donde resguardarse, muchas de las personas en situación de calle tienen enfermedades de base, lo que los cataloga como un grupo en especial estado de vulnerabilidad frente al Covid-19. Según el Registro Social de Hogares 2020, 5.409 personas que viven en la calle sufren de enfermedades crónicas; un tercio de las 15.500 personas que viven en la calle, según la misma medición.
img_3972_1.jpg
Tomando este último número otorgado por el mismo Estado, en la crisis sanitaria le están ofreciendo techo a apenas el 20,5% de esta población. Este cálculo se basa en la suma de las camas ofrecidas en los dispositivos registrados, de abril a la fecha, en el listado del Ministerio de Desarrollo Social. Esto es sin contar los albergues que funcionan durante el año.
El Plan de Invierno es estacionario, lo que significa que cuando termine esta época del año, los albergues implementados en estos meses van a dejar de funcionar. Es decir, aunque en lo que queda de agosto se logre el objetivo del gobierno, al finalizar los meses fríos todos estos lugares van a dejar de estar disponibles.
Desde la Fundación San Carlos de Maipo, Marcelo Sánchez comenta que el Plan de Invierno “no está en relación a la prevención sanitaria ni al diagnóstico de salud física ni mental necesaria para enfrentar una pandemia de esta naturaleza. La fórmula de la operación invierno es insuficiente para estas circunstancias”.
A pesar de que los esfuerzos por parte del gobierno no logren llegar a todas las personas en situación de calle del país, los albergues que están disponibles tampoco están llenos, pues muchas de estas personas optan por seguir en la calle. El ex ministro de Desarrollo Social, Cristian Monckeberg, afirmó en julio que los albergues habilitados hasta ese mes, tenían una ocupación entre el 70% y el 80%.
Leonardo Piña, antropólogo y experto en situación de calle, dice que “las condiciones de habitabilidad de estos lugares muchas veces no son las mejores. Compartir una ducha con más personas, una cama que no sabes si la estás ocupando tú por primera vez o no. Muchos de ellos se quejan del trato o de que adquirieron alguna infección. Y en este contexto, donde la cohabitación puede suponer un contagio específico, es aún más complicado”.
Esta investigación periodística fue hecha por Fernanda Gándara y Paulina Arias, estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El reportaje forma parte del Taller de Periodismo Avanzado, asignatura impartida por el profesor Miguel Paz.
Comentarios
Otro de tantos anuncios
Estimados necesitamos
Añadir nuevo comentario