En los días más álgidos del estallido social, el presidente Sebastián Piñera se iba de La Moneda temprano en la tarde. Según algunos de sus asesores, el mandatario albergaba el temor de que una turba lograra ingresar al palacio presidencial.

Un año después, la situación parece repetirse, sólo que ahora efectivamente las marchas tienen como objetivo llegar a una casa de gobierno fuertemente resguardada. Las últimas convocatorias no han sido en Plaza Italia, sino que en las cercanías de La Moneda, por lo que Carabineros ha dispuesto un plan de defensa que corta el acceso a varias cuadras.

De hecho, según reportó INTERFERENCIA, la adquisición de un "mega guanaco" de más de un millón de dólares por parte de Carabineros, tiene el propósito de resguardar el palacio presidencial.

Además, a diferencia de la mayoría de las manifestaciones durante el estallido social, en las que se vieron una larga lista de demandas ciudadanas, ahora las protestas se centran en dos puntos: la renuncia de Piñera y la liberación de los presos de la revuelta iniciada en octubre de 2019.

Ayer miles de personas trataron de marchar por la Alameda hasta la sede del ejecutivo, siendo enfrentados por Fuerzas Especiales de Carabineros, que impidieron su avance descargando un sinnúmero de bombas lacrimógenas, gas pimienta y chorros de agua cargados con químicos. Algunos manifestantes respondieron con lanzamiento de piedras, bombas molotov, fuegos artificiales dirigidos a la policía, y levantaron decenas de barricadas, principalmente de bolsas con basura, en varias calles del centro. Algunos también se subieron a postes para destruir las cámaras de vigilancia instaladas ahí.

Los efectos de los gases químicos, en tanto, se sintieron a varios kilómetros de distancia según se quejaron varios vecinos a través de redes sociales. Otros denunciaron y subieron a redes sociales imágenes que muestran cómo sus balcones y departamentos en altura fueron impactados por granadas de lacrimógenas.

Como ya es habitual, debido a los incidentes el Metro cerró total o parcialmente varias de sus estaciones en el eje Alameda, desde La Moneda hasta Plaza Italia.

También hubo violentas protestas en contra del gobierno en Concepción, Valparaíso y Antofagasta.

La institución policial informó de 25 personas detenidas, aunque no está claro si estas participaron de algunos saqueos a tiendas de grandes marcas que se produjeron en la Alameda. También hubo decenas de personas heridas por el accionar policial, pero al cierre de esta edición no se pudo establecer si algunos requirieron ser hospitalizados, tras ser atendidos por los grupos de salud que prestan los primeros auxilios en las manifestaciones. A la medianoche continuaban algunos enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros en distintos puntos del centro de la capital.

Pese a la pandemia, las protestas han crecido en intensidad y número de participantes. De hecho, esta semana hubo marchas casi todos los días en el centro de Santiago y todo indica que éstas no cesarán en el corto plazo.