Después de más de seis meses de pandemia, con muchos de los países sumidos en largas y sostenidas cuarentenas, seguramente no son pocos los que creen que el 2020 debe ser de los peores años para haber vivido. Encierro, colapso sanitario, crisis económica y la pérdida de casi la totalidad de los pasatiempos que hacen de la vida más agradable tienen a gran parte del planeta deseando que el año se acabe.

Pero ¿es realmente el peor año de la historia? Quizás es algo exagerado, sobre todo considerando los contendientes.

En 1349, la peste negra azotó al planeta, matando a la mitad de la población de Europa y a otros cientos de miles en Asia. Dado que los curanderos de aquel siglo no podían identificar la causa de todas esas muertes, la sociedad entró una especie de oscurantismo y desolación.

1520 tampoco fue un gran año: la llegada de los españoles a América trajo consigo la viruela, un virus altamente contagioso que se esparció con facilidad por la parte norte del continente. En poco tiempo, los Aztecas vieron a su población reducida en un 40%, cayendo uno a uno ante un virus que se manifiesta mediante fiebre, vómitos y luego miles de llagas en la piel, las cuales con el pasar de los días se llenan de líquido, marcando la piel de por vida, en el caso de sobrevivir.

Pero si 1349 y 1520 fueron años terribles a causa de pandemias, 1918 tendría que ser peor aún: a la terrible gripe española, catalogada como la más devastadora en la historia de la humanidad con entre 20 y 40 millones de muertos, hay que sumarle la Primera Guerra Mundial. Si bien ese fue el año en que el primer conflicto armado global terminó, las cifras de fallecidos y de familias devastadas alcanzó números difíciles de comparar en la historia.

Dicho esto, el 2020, si bien ha sido un año complejo y con un alto número de víctimas que lamentar, no suena tan mal como una guerra mundial y la pandemia más mortal de la historia.

Aun así y a pesar de que suene imposible, 1918 no es el peor año de la historia. La revista Science Magazine contactó al historiador y arqueólogo, Michael McCormick, quien dio a conocer el que tiene que haber sido el peor año para vivir en el planeta: 536. (Revisa acá el artículo de la revista ScienceMag en inglés)

McCormick, quien encabeza la ‘Iniciativa de la Universidad de Harvard para la Ciencia del Pasado Humano’, apunta a un fenómeno natural como el causante del peor año de la humanidad. Aquel año, los gases provenientes de una erupción volcánica cubrieron los cielos de Europa, Medio Oriente y parte de Asia, dejando al territorio en oscuridad durante 18 meses.

Las temperaturas bajaron entre 1.5°C y 2.5°C, dando inicio a la década más fría en los últimos 2300 años. Las cosechas se perdieron, el hambre reinó y mató, todo para que dos años después llegaran dos erupciones volcánicas más y la plaga bubónica a terminar de empeorar las cosas.

Pero el motivo detrás del manto de oscuridad que cubrió a parte del planeta había sido un misterio hasta hace poco. Fue un equipo liderado por el propio McCormick y el glaciólogo Paul Mayewski el que descubrió, a través del análisis de un glaciar ubicado en Suiza, la causa detrás de las miserias de 536.

La erupción, según indican sus estudios, provino de Islandia, esparciendo cenizas por todo el hemisferio norte. Luego, en el año 540 y 547, dos erupciones más hicieron lo propio.

La oleada de tragedias sumió al Europa en una profunda crisis económica y humanitaria, la cual según el equipo de científicos duró cerca de 100 años.