Ayer viernes se cumplieron 50 días del estallido social iniciado el pasado 18 de octubre. Fue una nueva jornada de convocatorias en distintos puntos del país, sobre todo en el epicentro de las protestas: la Plaza Italia o ahora rebautizada como Plaza de la Dignidad. En el lugar, los asistentes de todas las edades hicieron alusión con sus consignas a no cantar victoria. El sentir generalizado, por lo que se escuchó, es el de que la manifestación continúa a pesar del "acuerdo por la paz y la nueva Constitución" firmado por políticos de todos los sectores el viernes 15 de noviembre.
A pesar de todas las medidas anunciadas, como la agenda social del presidente Sebastián Piñera, la ciudadanía no siente que sea suficiente. Tal es el caso de Laura, una de las manifestantes que conversó con INTERFERENCIA: “Hoy día vine porque no hemos ganado nada, porque las medidas que ha tomado el gobierno son puras pildoritas, piensa que todavía no hemos logrado que se eliminen las AFP, ni conseguido siquiera una salud digna. Se llegó al acuerdo de votar un plebiscito por una nueva constitución pero eso no mejora mi vida hoy día, ni tampoco nos asegura nada”, dijo.
Los llamados a seguir protestando y a hacer frente a la represión de las fuerzas policiales son claros, y aunque la mayoría de las personas deban ir con máscaras antigases y antiparras para evitar lesiones ocasionadas por las armas disuasivas usadas por Fuerzas Especiales, no se ve retroceso en la convicción de quienes salen a la calle.
Simón, otro de los asistentes declaró a nuestro medio: “Vengo hoy día a marchar porque vi que los días anteriores las convocatorias estaban siendo muy bajas y la represión de Carabineros estaba siendo muy brutal, por eso mi salida a la calle no es solo una petición de dignidad, sino que también es un acto de rebeldía”, expresó.
Por otro lado, la convocatoria coincidió con el cumpleaños de Jorge González, el ex líder de Los Prisioneros y autor de 'El baile de los que sobran', uno de los himnos del actual estallido social. La celebración de esta fecha se vio reflejada en actos culturales como lo fue el tránsito por la Alameda de un camión equipado con grandes parlantes que reprodujeron las canciones de Los Prisioneros, mientras la gente seguía el vehículo coreando con profunda emoción las letras por la principal arteria de Santiago.
También la canción del colectivo Las Tesis, 'Un violador en tu camino', fue a ratos entonado espontáneamente por las mujeres que asistieron a la marcha. Sin embargo, también se escuchó el grito “¡esto no es una fiesta!”, que recordaba bruscamente a los presentes que a pesar de la emoción y la fascinación que producen estas expresiones culturales, la marcha era fuertemente reprimida por Carabineros.
A pesar de que evidentemente el uso de las escopetas antidisturbios ha disminuido, y con esto también los enfrentamientos, Carabineros no apunta al resguardo del derecho a manifestación sino al cambio en las técnicas de represión. Los disparos de bombas lacrimógenas continúa siendo la tónica, y más aún, es evidentemente disparada al cuerpo de los manifestantes y no al aire como lo estipulan los protocolos.
Si bien la cantidad de heridos por perdigones ha disminuido con el menor uso de las escopetas, los cuerpos médicos presentes notan la cantidad de lesionados que se presentan en los puntos de atención por el golpe de bombas lacrimógenas, sobre todo en cabeza.
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