Marzo de este año comenzó de una forma distinta para el instituto profesional Duoc UC. El primer día de clases, más de cien profesores que ya tenían asignados su carga horaria, fueron desvinculados sorpresivamente de la institución. La razón oficial: no participaron del proceso de selección 2019.

Más allá de dicha versión entregada a través de un comunicado, lo que realmente existe en Duoc es un conflicto laboral que afecta a 106 profesores de diferentes sedes que denunciaron a esta entidad de formación profesional, entre diciembre de 2018 y enero de 2019, por vulneración de derechos, bajo el paraguas del recién creado Sindicato Interempresa de Profesores Universitarios e Institutos Profesionales.

A diferencia de otros años, este grupo de profesores decidió no firmar el finiquito de su contrato a plazo fijo, comprendido entre marzo y diciembre de 2018. Amparados en el artículo 159 del Código del Trabajo, exigieron que les hicieran contratos indefinidos, tal como indica la normativa, ya que todos ellos llevaban prestando servicios discontinuos para el instituto por más de dos periodos, incluso algunos por más de 22 años.

La dirección de Duoc no aceptó la medida de presión y, sin diálogo ni contraoferta, echó a los trabajadores que interpusieron la acción legal. Indignados, los 106 docentes realizaron una nueva demanda en contra de la institución, esta vez por represalias laborales y prácticas antisindicales.

Frente a este escenario, Duoc se ha mantenido firme y no ha negociado con los trabajadores desvinculados, decisión en la que juega un rol clave, Nicolás Cubillos, director jurídico de la institución y hermano de la ministra de Educación, Marcela Cubillos. 

En medio de este tenso panorama, la ministra Cubillos asistió a la ceremonia de inicio del año académico de Duoc, en compañía de su rector, Ricardo Paredes y del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, lo que se interpretó como un respaldo tácito de la autoridad  política a una de las partes en conflicto: la de su hermano.

El debut de Cubillos: frente a frente con el primer sindicato de docentes

De acuerdo a la política de la Dirección Jurídica del Instituto Profesional Duoc UC, creada en agosto de 2016, la unidad está encargada de “velar por el control de la legalidad institucional”, lo que incluye “conducir y controlar la gestión judicial de la institución, llevar las relaciones con los abogados externos, junto con generar la documentación legal y los mecanismos de regulación interna”.

Desde septiembre de 2018 la dirección de este espacio está a cargo de Nicolás Cubillos, según informa él mismo en su cuenta personal de LinkedIn. Por esas fechas, coincidentemente, comenzaba el rumor entre pasillos de la creación de un nuevo sindicato con la misión de defender a los docentes contratados a plazo fijo año tras año.

“Entre septiembre y octubre del año pasado varios profesores comenzamos a juntarnos. A nosotros nos contratan en marzo y nos despiden en diciembre, dejándonos absolutamente desprotegidos. Entonces creamos el sindicato, nos asesoramos con nuestros abogados e interpusimos la demanda”, afirmó a INTERFERENCIA, Rodolfo Torres, presidente del Sindicato Interempresa de Profesores Universitarios e Institutos Profesionales.

En la misma línea, Ruben Bustillos, abogado asesor del sindicato, explicó que el Duoc está vulnerando los derechos de los docentes: “De acuerdo a nuestra constitución, lo que acá rige es el principio de realidad. En la práctica, estos profesores han prestado un servicio indefinido para el Duoc, que es lo que reclamamos, junto a la denuncia por prácticas antisindicales, porque acá claramente despidieron a los trabajadores en represalia, violando la garantía de indemnidad”.

Trabajo gratis y sin salud: el verano de los profesores de Duoc

Alicia Wastavino fue una de las profesoras despedidas el 4 de marzo tras de 16 años de trabajo ininterrumpido en Duoc, su principal fuente laboral.

Luego de una exitosa carrera como bailarina e investigadora especializada en folklore, que incluyó funciones y giras con el Ballet Folklórico Nacional y el Ballet Folklórico Chileno, Wastavino, atraída por el diseño, entró a estudiar en Duoc desde donde egresó con calificaciones sobresalientes.

Tentada por su vocación docente decidió continuar en la institución y comenzó a trabajar como profesora de diseño de vestuario en la sede de San Carlos de Apoquindo. Todo iba bien hasta que en marzo del año pasado, luego de impartir dos clases, sufrió una fractura en la muñeca que la alejó tres meses de las salas de clase.

El accidente ocurrió fuera del horario laboral, pero estaba realizando tareas de su trabajo. Era un domingo y al otro día tenía clases, estaba probando un tipo de teñido especial para ropa cuando se resbaló.

“Este año por primera vez Duoc hizo firmar a sus profesores su contrato el primer día de clases, antes firmábamos a fin de mes o en abril. A mí me finiquitaban en diciembre y mi marido me imponía en el verano por el mínimo. Cuando me fracturé, para el cálculo de la licencia utilizaron mis últimas imposiciones y claro, me entregaron una licencia por el mínimo”, alega Wastavino.

En ese momento, la profesora se dio cuenta de la vulneración de sus derechos. Razón que la motivó a unirse al sindicato, ya que en la práctica, los docentes con contrato a plazo fijo no tienen antigüedad laboral, no cuentan con sueldo entre enero y marzo, y durante este tiempo, tampoco cuentan con cobertura de salud.

“Lo terrible es que nos avisaron ahora, en marzo, cuando todos los institutos y las universidades ya tienen listos a todos sus profesores. Este era mi trabajo principal y quedé sin nada. Yo tenía mi carga horaria lista, trabajé durante el verano planificando mis clases, coordinando actividades con otros profesores y mantuve correos con la dirección”, relata Wastavino. Es decir, trabajó gratis.

Angelo Yáñez, alega una situación similar, después de cuatro años seguidos trabajando como docente en la sede de Valparaíso. Yañez impartía cursos de instalaciones eléctricas y de gas en las carreras de construcción, con un promedio de 38 a 40 horas semanales. Le pidió a la dirección que le cambiaran su modalidad de contrato.

“En ese momento me dijeron que no estaban buscando gente. Me quedé con eso, ya que en los pasillos se rumoreaba que si uno iba más allá, al otro año no te contratan, pero necesitaba tener continuidad, ya que quería adquirir compromisos económicos y los bancos no me daban el crédito por lo mismo”, comentó Yáñez.

Seis años después, sus colegas le comentaron que se estaba creando un sindicato, se unió y se sumó a la acción. Durante el verano se mantuvo confiado, había obtenido una evaluación docente positiva y tenía su carga horaria confirmada, todo indicaba que en marzo se iba a solucionar el conflicto, pero el destino fue diferente.

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Carga Horaria de Angelo Yáñez

La misma denuncia realiza Millaray Medina, ex profesora de matemáticas del ciclo transversal de la sede San Joaquín, con más de seis años de trabajo seguido en el instituto.

“Lo que pasó en Duoc es que para mantener nuestros puestos de trabajo, los docentes normalizamos una situación de abuso, una cuestión que no corresponde, porque no tenemos protección. Yo quería pedir créditos o préstamos, pero tenía lagunas y me rechazaban”, aseguró Medina.

Por su parte Duoc se defendió de las acusaciones en marzo mediante un comunicado, en el que afirmó que los docentes despedidos decidieron “no participar en el proceso de contratación 2019”.

“En Duoc no existe un protocolo. A mí, como todos los años, me preguntaron en septiembre mi disponibilidad horaria y me indicaron mis clases de forma verbal y luego nos encontramos con esta situación”, reclamó Medina. Versión que es corroborada por Yáñez y Wastavino.

“Yo le tengo mucho cariño a Duoc, es mi alma mater, no le tengo rencor, al contrario, crecí académicamente ahí, pero lo que están haciendo no corresponde, es un abuso que va en contra de los valores cristianos que ellos mismos sostienen”, reflexionó Wastavino.

INTERFERENCIA intentó comunicarse, sin éxito, en varias ocasiones con el departamento de comunicaciones del Duoc.