El tema aparece en momentos en que la encuesta Criteria mostraba que por primera alguien superaba a incombustible Joaquín Lavín, candidato eterno de la derecha chilena. Y quien lo supera es nada más, ni nada menos, que el alcalde de Recoleta, el comunista Daniel Jadue.
Y pasó lo que pasa cuando aquello ocurre, nada nuevo en los manuales de táctica y estrategia política; dar caza y lanzar golpes al candidato mejor posicionado. ¿La razón? Como enseña el ABC de la política, los sectores adversarios buscan que esa distancia no aumente y, obviamente, mermar aquella popularidad. Por su parte, los sectores más cercanos y/o aliados, evitar que este despegue demasiado, de modo tal que, al momento de negociar –en una eventual coalición-, el escenario no esté tan desnivelado, de manera de poder imponer puntos y negociar mejor, cosa que es altamente difícil de hacer con un candidato/a muy encumbrado, sobre todo, cuando no tienes otra candidatura fuerte que le haga contrapeso.
Además, justo esta semana se conoció el informe de expertos independientes de la ONU, respecto a las graves violaciones a los DDHH en Venezuela. De este modo, el guion editorial, salvo en los énfasis, no varió mucho en los paneles.
Tras el informe, las diputadas comunistas, Camila Vallejo y Carmen Hertz, esta última, destacada abogada de los DDHH, y emblemática opositora contra la Dictadura de Pinochet, condenaron las violaciones a los DDHH en Venezuela, tal y como lo ha venido haciendo Jadue, planteando si, una rotunda oposición al intervencionismo extranjero (en particular de EEUU) y llamando a los países a ayudar a lograr acuerdos y salida de la crisis que vive ese país. La línea planteaba un pragmatismo y realismo político interesante, y funcionaba medianamente bien cómo corta fuego ante los ataques al candidato mejor posicionado hoy ante una eventual presidencial.
Pero el PC -como partido- sacó un comunicado público este jueves que todo lo cambió, minimizando de paso el informe (que colocó entre comillas), sin condenas a las violaciones denunciadas, y poniendo en cuestionamiento la objetividad de la publicación emanada por la oficina de la Alta Comisionada de la ONU, que dirige precisamente quien fuera Presidenta y líder de la colación de la que fueron gobierno; Michelle Bachelet. No fueron pocos los que acusaron “torpeza política”y otros “casi un autogol a su propio candidato”, pero el comunicado se escribió, y publicó en su web oficial.
Y se abrió fuego…
En los paneles de la TV:
En Mesa Central (Canal 13) no hubo dos lecturas, y los panelistas (Cristian Bofill, Isabel Plá y Alfredo Joignat) criticaron duramente el comunicado del PC, y en el análisis, proyectaron un condicionamiento claro en el apoyo que el resto de partidos “democráticos” podrían hacer con este partido y la eventual merma que esto traía a la candidatura de Jadue, acusando de paso un “doble estándar” del PC, en materias de DDHH.
En Pauta Libre (La Red) el panel (compuesto por José Antonio Neme, Mónica González, Alejandra Matus y Mirna Schindler) hicieron, con matices, lo propio. Aunque, pusieron también de manifiesto la impunidad que ha habido -hasta ahora- con las graves violaciones a los DDHH acontecidas en Chile, en particular, tras el 18 de Octubre, donde gran parte de la clase política chilena, o guardó silencio, o bien minimizó y criticó esos mismo informes que ahora con Venezuela, si parecen ser atendibles, y por el cual ahora rasgas vestiduras y piden condenar sin matices.
A eso se sumó el ex candidato presidencial, el senador Alejandro Guillier, quien marcó clara distancia con Jadue, de quien, cuando le preguntaron, evitó referirse, limitándose a un tibio llamado a no presidencializar al escenario hoy, ni politizarlo con los partidos, negando de paso un anticomunismo a priori. “La prioridad hoy es el plebiscito”, afirmó.
En Estado Nacional (TVN) se hizo lo propio, en un panel (compuesto este domingo por Diego Schalper, Pablo Vidal, Gloria de La Fuente y María José Gómez), donde, además de condenar las violaciones a los DDHH en Venezuela, se planteó la importancia de que los partidos políticos chilenos tengan credenciales democráticas. Mientras el Diputado Vidal (RD), dijo que sin duda condenaban las violaciones a los DDHH en Venezuela, sobre todo por lo que decía el informe, el que comenzó a leer (citando párrafos), para luego preguntar a Schalper (RN) Y Gómez (ex jefa de gabinete del Ministro Chadwick), si estaban de acuerdo con condenar lo que decía el informe, a lo que ellos asintieron respondiendo que sí, para luego Vidal decir, que ese pasaje era del informe sobre Chile, no sobre Venezuela, acusando un doble estándar, dejando algo desconcertados a los representantes de la derecha chilena en el panel. Mientras, Joaquín Lavín, entrevistado de la semana, se limitó a decir que Jadue era un muy buen alcalde, que incluso él le ha copiado cosas (como la Farmacia Popular), pero que su ideología no une, la de él sí.
Tolerancia Cero (CNN Chile), en la misma discusión, el tono no fue muy distinto. Sus panelistas (Fernando Paulsen, Mónica Rincón, Paula Escobar y Francisco Covarrubias), fueron unánimes en cuanto a la condena de las violaciones a los DDHH en Venezuela. Sin embargo, la periodista Mónica Rincón planteó cierta hipocresía transversal en la clase política chilena, qué si bien condena a Venezuela, guardan (casi todos) silencio con lo que ocurre en China, que coincide que es hoy por hoy, uno de los mayores socios comerciales (sino el más) de Chile.
Aquí, el exministro y actual Senador del PS, José Miguel Insulza, quien era el entrevistado de la noche, en “Tolerancia Cero”, fue más allá y criticó al candidato del PC, señalando incluso que en una eventual presidencial entre Lavín y Jadue, él creía que Lavín ganaría, absolutamente, porqué “la gente le tiene menos miedo a Lavín que a Jadue, pues este (Jadue) no expresa un compromiso claro con la democracia, y el otro (Lavín) sí”, afirmó firme y con su sonsonete caracteristico. De paso, se declaró disponible para una candidatura presidencial, si su partido se lo proponía, y si la gente así lo quería. Aunque parece que la ciudadanía no parece clamar por alguien como Insulza.
Entonces, las preguntas…
Al final, cabe honestamente preguntarse ¿importan realmente las violaciones a los DDHH? Pues a muchos nos parece válido y justo condenar las violaciones a los DDHH sea donde sea (incluso a más de 4 mil kilómetros de distancia), aquello es en sí mismo bueno, pero pareciera que este consenso es poco sólido, pues pareciera depender -cuando analizamos bien- de quién los viole. Y es que las Violaciones a los DDHH son graves, tanto en Venezuela, como en Colombia, en China, en Ecuador, Guatemala, o el Gobierno autoritario impuesto en Bolivia -país limítrofe al nuestro- tras un Golpe de Estado, cimentado bajo una falsa acusación de fraude electoral (desmentida por exhaustivos informes como el del MIT).
Y en Chile hoy tenemos autoridades vinculadas directamente con sistemáticas violaciones a los DDHH durante la Dictadura. Mismas que, cuando se volvieron a violar, porque se violaron, los DDHH de forma generalizada -avalado esto por 4 categóricos informes internacionales- las volvieron a negar. Es más, cuestionaron el origen de esos mismos informes que hoy sí validan contra adversarios políticos. Mismos qué guardan silencio cuando en EEUU se reprime sin más a quienes se manifiestan pacificamente, o cuando so pretexto de la seguridad nacional, se encarcela a alguien sin proceso y es enviado a Guantánamo. Eso sin contar el largo listado de violaciones a los DDHH en distintas partes del mundo avaladas y financiadas por las embajadas de dicho país, bajo la consigna de “llevar democracia”.
¿Por qué los matices? Y para qué decir de China, con un partido único (comunista), con claros y contundentes informes de violaciones a los DDHH, pero nunca el empresariado chileno, tan dado al anticomunismo, ha manifestado una clara critica al momento de ir a buscar o recibir inversiones de “esos comunistas”, y viajan, sin problema, acompañando a delegaciones de políticos chilenos -que viajan frecuentemente hasta allá-.
O bien, cuando hace muy poco, en un Congreso de RN, se aclamó abiertamente al pinochetismo, incluso reivindicándolo. Y en la UDI, no son pocos los que aún guardan lazos con la Dictadura, incluso con ministros hoy en el gabinete. Y la DC, sin críticas al gobierno de Duque (partido afiliado a la misma internacional en la que participan), donde hay más de 1000 dirigentes sociales asesinados en un año y medio, o esos mismo que guardan silencio (y lo imponen), cuando se trata de hablar del asesinato por parte de la Dictadura de su líder.
Ciertamente parece que la carta de los DDHH solo sirve para restringir el marco de acción de un partido en específico, para el adversario. Y eso es la campaña más peligrosa, pues mina cualquier cimiento para una real política de fomento a la conciencia de los DDHH, que se plantea a sí misma, como un piso civilizatorio mínimo, pero que corre hoy un gran riesgo de mantenerse como tal.
Y justo allí se percibe un anticomunismo, nacido del temor de quienes quieren que no cambie nada, o bien, que cambie poquito. Y hasta cierto punto, es válido. Pero, no es licito ni justo que para aquello, se usen los principios de los DDHH, que efectivamente han sido violados por partidos y grupos de las más diversas ideologías políticas (comunistas, capitalistas, religiosos, étnicos, etc), y es deber de todos y todas, condenar, y le cabe a los medios (la TV y quienes sean), educar, no ganar ni hacer agendas de, a lo menos, dudosos defensores de los DDHH.
Comentarios
Algunas precisiones al
De nuevo.. ¡Chapeau!
El comunicado del PCCH fue
El señor Insulza ha perdido,
Creo que hay un exceso
Primero, tener claro que la
Creo que esta bien tratar de
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