Este lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ratificó su postura de no adherir al acuerdo impulsado por el Grupo de Lima, que firmó un acuerdo en el que se desconoce la legitimidad del nuevo mandato de Nicolás Maduro en Venezuela, que asume el próximo 10 de enero.

En la declaración formal, que no fue firmada por México, el Grupo dice que “no reconoce la legitimidad de un nuevo periodo presidencial del régimen de Nicolás Maduro que se iniciará el 10 de enero de 2019”.

AMLO retiró su apoyo de la ofensiva diplomática, argumentando, que la medida solo obstaculiza el dialogo y que no corresponde intervenir en los asuntos internos de Venezuela. Esta medida se configura como parte de la política de relaciones exteriores de que impulsa la reciente administración del presidente perteneciente al partido Morena.

El acuerdo aísla políticamente al país, impidiendo que altos funcionarios del gobierno de Maduro ingresen a los países miembros del Grupo Lima.

López Obrador explicó que la decisión de su gobierno, de no firmar el acuerdo de Lima para condenar un nuevo mandato de Maduro, no tiene que ver con simpatías, sino con la política de no intervención de México en asuntos internos de otros países. “Esto es un asunto que genera mucha polémica, pero debe de entenderse que no es un asunto de simpatías. Tiene que ver con los principios de nuestra política exterior”, dijo el mandatario mexicano.

Además de no reconocer las elecciones de mayo pasado celebradas en Venezuela, el acuerdo aísla políticamente al país, impidiendo que altos funcionarios del gobierno de Maduro ingresen a los países miembros del Grupo Lima. Por otro lado, se evaluaría congelar los fondos y activos económicos del país.

La idea del Grupo de Lima es presionar mediante esta intervención para provocar la salida de Nicolás Maduro. Sin embargo, esta medida se ve perjudicada por la no participación del país azteca ya que la presión económica no se haría efectiva. De este modo, Venezuela podría seguir haciendo negocios con la segunda potencia económica más grande de Latinoamérica.