Tal vez la más desafortunada de las metáforas ocurrió en junio de 2014, cuando el ex ministro de Educación de Michelle Bachelet, Nicolás Eyzaguirre, planteó que quizás era necesario quitar un patín a quien tuviera un par, para dárselo a quien no tuviera ninguno.

Desde luego, dada la imagen, no pueden patinar ni unos ni otros, lo que sirvió de argumento síntesis a la oposición de entonces, para oponerse a las reformas en la cartera. En especial a aquella que apuntaba a una mayor igualdad en la distribución de los recursos educativos entre establecimientos, a través de la eliminación de la selección de estudiantes por parte de estos, en tanto los rendimientos de los estudiantes en el Simce son determinantes en la asignación de recursos públicos, y fuente -por tanto- de la inequidad. 

Pero, la metáfora llegó más lejos todavía, y tiene el nombre de un libro: Educación Con Patines, de Arturo Fontaine (académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y ex director del CEP) y Sergio Urzúa (economista e investigador asociado a Clapes-UC), el cual fue editado por El Mercurio y publicado en febrero de 2018. Un texto que ha contado con una fuerte campaña en medios, y que busca -principalmente- persuadir acerca de las supuestas desventajas de la eliminación de la selección en el sistema escolar, una de las reformas claves de Bachelet.

Y tiene una lectora estrella en Marcela Cubillos, la actual ministra de Educación, la que ha insistido en la política pública que llamó Admisión Justa, que busca entre otras medidas reponer la selección, yendo en contra del consenso técnico de los expertos, entre los que se encuentran académicos de su sector, tal como reportó INTERFERENCIA. 

La huella de los patines en las políticas de Cubillos data de los tiempos de una campaña de lectura infantil en noviembre de 2018. Entonces, la ministra tuiteó: "el Presidente nos ha pedido poner patines a todos los estudiantes de Primero Básico". Y la frase terminó siendo premonitoria, ya que dos meses después el gobierno anunció la intención de ingresar el proyecto de ley Admisión Justa, el que tiene el ADN del libro en cuestión, pues de ahí son varias las ideas fuerza que la ministra ha usado en su argumentación, tanto en lo general, como en los detalles.

La huella de Fontaine

“Este es un libro que va contra la corriente. No estamos siguiendo opiniones ni enfoques que sabemos consensuales y establecidos sino, con respeto, desafiándolos. Por supuesto, podemos estar equivocados. Pero aquí van nuestros argumentos y un conjunto de proposiciones pragmáticas, factibles.

Este es un libro que pretende revelar qué buscan los padres en los colegios y por qué. En lugar de querer corregir al modo paternalista las decisiones de los padres queremos, más bien, entender y explicar la racionalidad subyacente.

Este es un libro que argumenta a partir de la libertad y para la libertad. Se juega por la educación particular subvencionada y, a la vez, y a fondo, por potenciar la educación pública, una opción de calidad, que debe estar siempre disponible y gratis para todas las familias. Este texto hace propuestas concretas para revitalizarla e inyectarle importantes recursos. Por otro lado, se juega por los liceos de excelencia académica, pues permiten a jóvenes capaces y sin recursos, sobresalir e integrar a las capas dirigentes de Chile. Se trata de liceos meritocráticos y republicanos que es necesario fortalecer, pues en el último tiempo se los ha debilitado hasta el punto de que casi ya no pueden cumplir su misión histórica”.

El texto anterior corresponde al prólogo de Educación Con Patines, donde los autores dan a conocer algunos de los ejes que luego recogió Cubillos en su agenda: 1/ el desafío al consenso técnico, 2/ el retorno de la selección escolar, 3/  apostar por la educación particular subvencionada y 4/ fortalecer los liceos emblemáticos. 

El 17 de enero de 2019, con Admisión Justa recién anunciado, la ministra compartió en su cuenta de Twitter la columna de opinión que Fontaine y Urzúa habían publicado en El Mercurio titulada “¿Es el mérito académico un premio para los ricos?”, reivindicando la selección escolar defendida en el libro. 

En entrevista con La Tercera, durante ese mismo mes, Fontaine dijo de Admisión Justa que era “un gran paso adelante”, y afirmó que “en la OCDE tres de cuatro alumnos están en un colegio en que hay selección académica al interior, y selección al ingreso hay en el 38,4% del alumnado. Nosotros teníamos, al momento que la Ley de Inclusión lo prohibió, sólo el 17,4%. Es decir, teníamos un nivel de selección sumamente bajo a nivel mundial. Este es un sistema que acá se estigmatizó, lo cual es un error, porque nos hace aprovechar menos los talentos que necesitamos para llegar a la sociedad del conocimiento”. 

Los argumentos técnicos en los que se basan Fontaine y Urzúa en su texto corresponden al Informe Pisa de 2015, un estudio de la OCDE para medir el rendimiento académico a nivel mundial, donde se indica que el 17,3% de los estudiantes en Chile siempre ha sido seleccionado por mérito, por debajo del 38,4% que promedian los países que pertenecen a esta comunidad. 

Sin embargo, son varios expertos en educación que en privado refutan la interpretación que hacen Fontaine y Urzúa de los datos, pues consideran que no abordan los contextos ni las diferencias en que surge la información, lo que es clave para establecer comparaciones sólidas y sacar conclusiones suficientemente robustas como para desafiar el consenso técnico.

Asimismo, estos expertos dicen que los autores de Educación Con Patines obvian información cuando esta no respalda sus ideas. Ejemplifican con un informe de la OCDE, de 2010, el que plantea que “los países con altos desempeños, que a su vez tienen menores diferencias entre estudiantes aventajados y desaventajados en términos socioeconómicos, solo se encuentran entre los países que menos seleccionan” y reflotan lo que el mismo organismo indicó en 2017: “la competencia escolar puede obstaculizar la equidad, si no se maneja cuidadosamente. La evidencia demuestra que algunos de los beneficios previstos de la competencia no están necesariamente relacionados con el rendimiento de los estudiantes. A su vez, la competencia escolar presenta potenciales desventajas en términos de equidad e inclusión”.