“¿Qué toman los hombres que se sienten mujer para aumentar los pechos? ¿Alguna hormona sintética?”. Es la pregunta que guía la conversación en un foro online donde la respuesta mejor calificada es: progesterona. La venta de esta hormona en internet aparece rápidamente bajo la opción de progesterona micronizada de 200 miligramos a 12.000 pesos.
El vendedor de Mercado Libre, tiene publicadas dos fotografías de una caja blanca con líneas azules y letras negras donde se lee: Progendo 30 cápsulas blandas. El envío se debe coordinar y se aceptan tarjetas de crédito, débito y efectivo. La única información sobre el proveedor es que se ubica en Melipilla, Región Metropolitana.
La variedad de hormonas que se ofrecen en los portales de internet alcanza una amplia gama de formatos y precios. Se pueden encontrar ofertas como generador de testosterona por 24.000 pesos, para “impulsar la generación natural de testosterona”, según describe el vendedor de Yapo. Además, se encuentran packs para la automedicación de estradiol, progesterona, testosterona, DHEA-S y cortisol matutino por 230.599 pesos. El vendedor asegura en su descripción que es “seguro y fácil de usar con resultados en aproximadamente de 7 a 10 días hábiles".
Las redes sociales, un mundo de posibilidades
—Hola, tienen testosterona inyectable o en gel?
—Es para usted?
—Sí
—Yo te recomendaría oxandrolona en cápsula
—Ok
—100 cápsulas: $39.990
Fácil y rápido, pero sin un seguimiento médico. Redes sociales como Facebook se han repletado de usuarios que ofrecen asesorías, ventas de hormonas y esteroides. En sus páginas se observan publicaciones donde explican para qué sirve cada hormona, cuáles son sus efectos e incluso su composición molecular, pero sin un respaldo profesional. Como se comprobó, para adquirir sus productos basta con un par de palabras por mensajería interna.
El sitio web de compraventa internacional eBay, tiene disponible para enviar a Chile diversas hormonas y medicamentos. Existe una categoría específica para la población trans que busca automedicarse para masculinizar o feminizar su cuerpo. Por aproximadamente 17.000 pesos chilenos se pueden adquirir “hormonas feminizadores en píldoras” de la marca Change que promete a sus compradores virtuales: “¡Desarrollar rasgos femeninos y bloquear los signos de masculinidad! ¡Grandes pechos! ¡Cintura pequeña! ¡Las caderas con curvas! ¡Transforma y feminiza tu apariencia y voz!”.
Opción para compradores trans
“Puede ser por un tema económico y por otro lado por el temor a lo que te pueda decir un médico. Hay médicos que tienen mucha sensibilidad con el tema y otros que son súper pesados. Otros que incluso te hacen comentarios absurdos e irrespetuosos sobre tu cuerpo”, cuenta Michel Riquelme, intentando explicar las razones de la autohormonación de personas transgénero.
Riquelme es un hombre trans, miembro de Organizando Trans Diversidades (OTD), que comenzó su tratamiento con hormonas hace más de diez años. Luego de asistir regularmente al psicólogo, psiquiatra, endocrinólogo y realizarse una serie de exámenes médicos, comenzó a utilizar los medicamentos que le recetaron para masculinizar su cuerpo.
El tratamiento es de por vida y hoy encarga las hormonas fuera de Chile. “Me metí a un foro de fisicoculturistas. Ahí hablaban de todas las testosteronas que usan ellos, y que muchas son las mismas que usan las personas trans. Con una amiga que vive fuera de Chile, conseguí que me comprara un tipo de testosterona en internet muy económica: por el precio de una sola acá en Chile, me envía doce”, afirma.
Para Nicolás, un hombre trans, fue una sorpresa darse cuenta que iba teniendo más fuerza, que su voz estaba cambiando y que desarrollaba musculatura. Decidió utilizar hormonas porque “era importante ser percibido como hombre, y tener una corporalidad femenina no me estaba ayudando”.
Inició su hormonación con seguimiento médico en octubre de 2017. Entre los medicamentos que utilizó estuvieron Nebido (testosterona) y Letrozol (inhibidor de aromatasa). ¿La conclusión? “Las hormonas fueron una herramienta para encajar mejor en el rol social que me interesa”, asegura.
Las razones son muchas, pero la opción por la compra a través de internet ha sido, en muchos casos, impulsada por factores económicos. Mientras que las grandes cadenas de farmacias ofrecen Letrozol a 45.000 pesos, usuarios de páginas online como Yapo o Mercado Libre la venden a $32.000 pesos. Lo mismo ocurre con la solución inyectable de Nebido (testosterona) , disponible en farmacias por un valor que fluctúa entre los 114.900 y los 119.900 pesos, y en el medio online por $50.000 pesos. Las diferencias parecen considerables.
Michel Riquelme cuenta que hay personas que van donde amigos, preguntan qué están tomando y empiezan a tomar lo mismo. “También hay trans masculinos que tienen miedo de empezar con inyecciones y se compran la hormona en gel, que es mucho más suave y así van probando”, relata.
“A diferencia de muchas personas trans, a mí no me molestaba mi cuerpo en sí, sino que la gente no respetará mi identidad debido a él”, afirma Nicolás. Exponiendo una de las tantas razones para su hormonación.
Un mercado de riesgos
Luego de utilizar hormonas por más de diez años Michel Riquelme asegura: “Tu temperamento se vuelve bien cíclico dependiendo de cuánta hormona tengas en tu cuerpo. En mi caso, cuando ya se me va acabando la dosis, siento un bajón de energía y ánimo. Al principio no sabía por qué era, hasta que entendí que era por las hormonas. Eso y otras cosas son las que cuesta manejar si no tienes toda la información al respecto”.
Rafael Ríos es médico endocrinólogo de la Universidad de Chile, se especializa en tratar pacientes hormonalmente para la adecuación corporal de disforia de género (descontento con el sexo biológico). La premisa en un tratamiento con hormonas, según Ríos, es “siempre ocupar lo que cada cuerpo necesita y a la velocidad que el cuerpo determine, según los receptores hormonales”.
Afirma que hay personas trans que recurren a internet, donde se recomienda “usar altas dosis, por ejemplo, de hormonas femeninas, que son potentes feminizadores. El problema son los altos riesgos a nivel cardiovascular y de coagulación”, dice.
La venta de hormonas por internet y sin regulación es un asunto que también preocupa al Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile. Han encontrado transacciones online de productos vencidos, falsificados y robados. Han tenido que interceder para que a sitios como remate.com les quiten el NIC en el sistema de internet y con eso dejen de funcionar.
Como gremio estiman que el asunto va en alza y ya hicieron la exigencia a la Agencia Nacional de Medicamentos para abordar el problema, “según ellos está en pauta para solucionarlo durante el año 2019”, dice el presidente del colegio Mauricio Huberman.
“Estoy tomando Femara (Letrozol), y aparte del dolor en las manos, tengo náuseas y dolor abdominal. Esto es transitorio? O se va a quedar durante los cinco años igual que lo de las manos?, pregunta un usuario en un foro online. “Tengo tomando Letrozol por 4 años y observo pérdida de memoria reciente, me lo puede estar provocando las pastillas?”, pregunta otro afectado.
Algunos sitios de internet son una fuente de información para quienes han optado por la autohormonación. ¿Qué hormonas son las que convienen? ¿Cuáles son las dosis adecuadas? o ¿Qué hacer frente a efectos secundarios?. Las respuestas en internet son muchas, la opción para los especialistas solo una, y dependerá de la reacción de cada cuerpo a las hormonas, y eso requiere de supervisión médica.
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Soi una chica trans pero los
Llevo toda mi vida
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