El conglomerado periodístico El Mercurio solía ser un empleador de por vida. Hasta hace unos años, los trabajadores y periodistas que eran contratados por esa empresa podían aspirar a jubilarse en sus periódicos. Al fallecido dueño Agustín Edwards Eastman le gustaba hablar de la “familia mercurial”.
Ciertamente, hubo excepciones. Una de estas ocurrió a inicios de los años 80, cuando en una razzia política digitada por Jovino Novoa, que se pasó del gobierno a la redacción del diario El Mercurio, se despidieron a decenas de periodistas y empleados considerados de izquierda y enemigos de la dictadura de Pinochet que era abiertamente apoyada por los medios de esta compañía.
Por eso, la ola de despidos que lleva adelante la empresa hace unos años, sobre todo desde la llegada de Cristián Edwards del Río a la presidencia del conglomerado en 2009, ha causado desazón entre los empleados del grupo comunicacional más influyente de Chile.
Este fue el caso del Sindicato Nº3, establecido legalmente en abril del año 1965. El 27 de febrero de 2017, la empresa periodística echó a 122 empleados de este sindicato, compuesto por trabajadores de las secciones de Corrección de Textos, pre prensas, prensas, mantención eléctrica y mecánica y despacho. Los despedidos se produjeron pocos días antes de iniciar una negociación colectiva y afectaron a 51% de los miembros de ese sindicato.
La gerencia de Producción de El Mercurio, que fue la que llevó adelante los despidos, ha argumentado que la crisis de la industria de los medios de comunicación, con ingresos publicitarios y lectoría del tradicional formato papel cayendo en picada, no les ha dejado otra alternativa. Pero para el sindicato y sus abogados, se trató de una movida de fuerza de la compañía para restarle poder a los trabajadores ante la inminente negociación colectiva. Por ello, el Sindicato Nº 3 interpuso una denuncia ante los tribunales laborales.
En mayo de 2017, los abogados defensores del sindicato argumentaron ante el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago que “la notificación de los despidos se produjo con un procedimiento particularmente humillante e intimidatorio. El jefe de vigilancia y algunos guardias de la empresa, en la puerta del establecimiento, con fotografías en mano identificaban a los trabajadores despedidos y les impedían el ingreso a las instalaciones del diario. Los trabajadores –la mayoría de quienes tenían muchos años de trabajo en la empresa- decían que esta actitud les recordó las conductas del régimen nazi y que ni durante la dictadura recibieron un trato tan vejatorio”.
Según los abogados, “los ejecutivos de la empresa se ocuparon de que este despido masivo fuera ampliamente difundido, con el evidente propósito de generar temor generalizado en todo el personal de la empresa y, especialmente, entre los socios de este sindicato, buscando debilitar a esta organización sindical, que es la única que –a pesar de su compromiso con la empresa- ha tenido una actitud de clara defensa de los intereses de los trabajadores".
Trabajadores sí, sindicatos no
Tal como viene informando INTERFERENCIA, son varios los despidos que se van sucediendo en los distintos medios periodísticos de la empresa El Mercurio SAP, los que han afectado tanto a la red de medios regionales, como a los diarios nacionales, como La Segunda y Las Últimas Noticias.
Sin embargo, donde existe mayor preocupación es en la red regional, la que está compuesta por un total de 36 diarios divididos en zona norte, centro y sur, la que además tiene 21 sitios web informativos soychile.cl, revistas y suplementos, así como el diario gratuito Hoy x Hoy, radios y una empresa de carteles publicitarios llamada Led Pública. En diciembre de 2018, las cifras de despidos giraban en torno a 100 trabajadores, tal como informó INTERFERENCIA.
Los abogados defensores de los trabajadores del conglomerado indican que cuando las causas se presentan de forma individual o en pequeños grupos, generalmente obtienen resultados favorables. Pero en el caso de grandes grupos que presentan cargos por conductas antisindicales, los tribunales han fallado a favor de la empresa. Para los sindicalistas esta actitud judicial se explica -en parte- en que si El Mercurio pierde una causa por conductas antisindicales, estará impedido de hacer contratos con el Estado durante dos años. Y eso le significaría una merma importante en sus ingresos. Según un reciente artículo de El Mostrador la empresa El Mercurio se llevó en 2018 US$ 9 millones de los US $ 28 millones anuales que el Estado gastó en publicidad ese año.
En el caso del norte del país los problemas para los trabajadores comenzaron en diciembre de 2015, tras el cierre de la imprenta de Arica que significó el despido de 17 personas, casi en su totalidad empleados sindicalizados. Posterior a esto, y tras la unificación de los sindicatos en un gran órgano que representa a todos los trabajadores de los distintos medios que componen la Empresa Periodística El Norte S.A. vigente hasta hoy, otras 18 personas fueron desvinculadas entre Arica y Copiapó al día siguiente de la disolución de uno de los sindicatos que se incorporaron a la actual agrupación.
En conversación con nuestro medio, Henry Wheeler, dirigente del sindicato que agrupa a los trabajadores de la empresa periodística en el norte del país, afirmó que la cifra de despidos ha ido creciendo. “Se ha ido desvinculando a gente de manera constante, y todos por 'necesidad de la empresa', con cargos que no se vuelven a ocupar y cuya labor se distribuye entre los que siguen trabajando”, asegura. El dirigente indicó que “a lo largo de la cadena en todo el país pensamos que esta situación va a continuar, producto de la baja en la industria y el reacomodo de recursos”.
Fallos desfavorables
La acción judicial del Sindicato Nº 3 llegó incluso hasta la Corte Suprema, donde los trabajadores de El Mercurio perdieron en dos ocasiones, ambas por denuncias de prácticas antisindicales, siendo el último rechazo de la Suprema en marzo de este año.
Los abogados del sindicato alegaron que El Mercurio no señaló ni probó hechos que evidencien cómo el fenómeno de la contracción de avisaje a nivel nacional ha impactado a la empresa. Pese a lo anterior, en octubre de 2017 el juez Álvaro Flores, quien es presidente de la Asociación de Magistrados y declaradamente pro trabajador, dio por acreditada esta sostenida pérdida de ingresos de El Mercurio por disminución de avisaje en periódicos y revistas, sin tener documentos que la respalden. INTERFERENCIA intentó contactarse durante el lunes 8 de julio con el magistrado Flores sobre este tema, pero hasta el cierre de esta edición no hemos obtenido respuesta.
Comentarios
Se ve q son objetivos, quiero
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