No son días fáciles en la redacción de Emol, el diario electrónico del grupo El Mercurio. Las alarmas se encendieron la noche del 14 de noviembre, luego de un altercado a gritos que se habría producido al interior de sus oficinas producto de una decisión editorial, y que habría estado protagonizado por la directora de ese departamento, Marlén Eguiguren.
El afectado es el periodista Leonardo Núñez, que además de estar encargado del turno de noche en Emol, también es dirigente del Sindicato de Periodistas de El Mercurio.
En una carta que el profesional envió a Eguiguren después de la discusión, y a la que INTERFERENCIA tuvo acceso, describe estas situaciones como hechos que “rayan en el acoso laboral”. El problema se habría desatado luego de la publicación de una nota sobre la operación que, en aquellos días, enfrentó Máximo Menem, hijo de Cecilia Bolocco.
“Cuando las reconversiones toman un cariz que bordean los malos tratos laborales, como el que sufrí anoche por ubicar en posición 3 de la portada una noticia sobre el hijo de Cecilia Bolocco, porque no compartiste un criterio editorial, no lo puedo aceptar".
“Cuando las reconversiones toman un cariz que bordean los malos tratos laborales, como el que sufrí anoche por ubicar en posición 3 de la portada una noticia sobre el hijo de Cecilia Bolocco, porque no compartiste un criterio editorial, no lo puedo aceptar. Menos en mi condición de dirigente sindical. Pues si yo debo tolerar este tipo de hechos: ¿qué pueden esperar, o qué están sufriendo mis colegas y socios que represento, quienes no cuentan con las protecciones legales de mi condición?", se lee en la carta.
Según explica en la misiva, hace más de dos años asumió el cargo por petición de Eguiguren, e implica corregir previamente aquellas notas que serán publicadas, elaborar artículos periodísticos y tomar decisiones editoriales.
“Desde entonces, he aceptado tus directrices periodísticas, incluido tus cambios de humor, tus exabruptos, reacciones destempladas y decisiones contradictorias, por la forma en que el sitio se alimenta en las horas que está bajo mi cargo”.
En palabras de Núñez, expresadas en su carta, Eguiguren le habría dicho estar profundamente decepcionada de su trabajo. Esto, luego de cuestionar y pedir explicaciones por la decisión de publicar la nota en el tercer lugar de la portada. “¿Era necesario alzar la voz a ese nivel anoche y hacer que yo tuviera que elevarte el tono, porque no estabas de acuerdo con una decisión editorial? (...) O tratarme como si fuera una persona con problemas cognitivos porque te señalé que al principio no estaba de acuerdo en publicar la nota y que finalmente decidí lo que decidí”, dice.
“Ese tipo de situaciones, para mí, rayan en el acoso laboral, más tomando en cuenta que se produjo en una hora con la tensión periodística a tope. Y después de pasar ese mal rato, además debí seguir trabajando”, afirma Núñez refiriéndose a que esa misma noche la contingencia noticiosa estaba tomada por el asesinato a Camilo Catrillanca y el veredicto en el juicio de los chilenos en Malasia, entre otros.
Una queja formal
El periodista anunció en su misiva la presentación de una queja formal ante la Gerencia de Personas. Consultado respecto al tema, no quiso referirse ya que es algo que aún se está trabajando de manera interna.
“El Mercurio que yo conozco y en el que he trabajado por 15 años, no es una oficina salitrera del siglo XIX donde el abuso verbal era parte del trabajo cotidiano".
La denuncia sería no solo respecto a este caso, sino por los reiterados reclamos que ha recibido el sindicato por los malos tratos por parte de la directora de EMOL, quien, por cierto, es hija de Karin Ebensperger, analista internacional en las páginas editoriales del periódico impreso. Además, la denuncia también pretende evidenciar la preocupación ante la supuesta alta rotación de los profesionales que conforman Emol.
“El Mercurio que yo conozco y en el que he trabajado por 15 años, no es una oficina salitrera del siglo XIX donde el abuso verbal era parte del trabajo cotidiano. A ello se suma que nuestro sindicato ya ha recibido reclamos por este hecho, tanto de anteriores como de actuales profesionales que ejercen funciones en Emol”, dice Núñez a Eguiguren.
INTERFERENCIA intentó reiteradas veces comunicarse con Eguiguren, pero al cierre de esta nota, no contestó.
Desde el sindicato indican que sería la primera vez que este tipo de denuncias contra la directora de Emol se transforma en algo formal. Según Luis Mendoza, vicepresidente de la organización, actualmente están esperando la presentación de la queja formal por parte de Núñez que estaría patrocinada por todos los dirigentes del sindicato.
"Sobre la base de esta queja, la empresa hará su investigación y dependiendo de los resultados nosotros vamos a evaluar si es satisfactorio, si se llega a una conclusión o si eventualmente existe la posibilidad de recurrir a la Inspección del Trabajo u otra instancia", concluye Mendoza.
Emol, Eguiguren y Cristián Edwards
EMOL es el brazo online de El Mercurio, que emplea a unas 60 personas y que cuenta con un presupuesto anual de unos US$ 3 millones. Ese dinero no incluye los gastos comerciales o de desarrollo, es decir, se destina exclusivamente al área editorial.
La llegada en 2014 de Marlén Eguiguren, quien había sido presentadora de noticias económicas en CNN Chile y que tuvo un breve paso como conductora en Canal 13 durante la gestión de Cristián Bofill, generó un quiebre al interior del equipo de EMOL, que terminó con la salida del editor general Sebastián Campaña, actualmente director del diario Publimetro.
Las tensiones internas de EMOL se ven alimentadas también por una falta de claridad estratégica por parte de los dueños de El Mercurio. Cristián Edwards volvió al grupo familiar en 2009 con la misión de impulsar el proyecto de El Mercurio online. Pero, hasta ahora, poco o nada se ha visto de aquello.
Al llegar, Eguiguren hizo una fuerte apuesta por la estrategia del clickbait, es decir, buscar clicks y mayores audiencias mediante una técnica de presentar titulares de manera tal que los lectores se sientan intrigados para hacer click y seguir leyendo la noticia. Con ello se logra aumentar el número de visitas y, de paso, atraer más publicidad.
Las tensiones internas de EMOL se ven alimentadas también por una falta de claridad estratégica por parte de los dueños de El Mercurio. Cristián Edwards, uno de los hijos del fallecido dueño Agustín Edwards Eastman, volvió al grupo familiar en 2009 con la misión de impulsar el proyecto de El Mercurio online, que no es lo mismo que el actual portal. Pero, hasta ahora, poco o nada se ha visto de aquello.
Sin embargo, a casi una década de su llegada -proveniente de una exitosa carrera en The New York Times- el segundo hijo varón del patriarca aún no logra dar con una fórmula para traspasar el prestigio e influencia del diario escrito, al mundo de la información online.
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