Frente a un público que llenó el Aula Magna de la Universidad de Santiago, el abogado y asesor del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos de Ottawa, Canadá, Kevin Skerrett, habló este lunes sobre el sistema de pensiones canadiense y sus impresiones acerca del modelo chileno. El investigador ha estudiado por 20 años diversos sistemas de pensiones y ha colaborado en investigaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Universidad de Nueva York. En el contexto de un seminario organizado por la Fundación Sol, también hizo algunas comparaciones entre el sistema canadienses y el chileno, modelo que, afirma, “genera una financiarización de las pensiones”.
Skerrett es autor del libro “Las Contradicciones del capitalismo de los fondos de pensiones”, donde analiza los modelos de Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda e Irlanda. En entrevista con INTERFERENCIA afirma que un sistema de capitalización individual como el de Chile sólo genera réditos para las empresas y que es inminente una crisis de dichas inversiones y la pérdida de millones de dólares de los ahorros de los trabajadores.
En su presentación usted explicó cómo el mundo financiero entró al sistema de pensiones canadiense ¿Influyó el estilo del sistema de pensiones chileno en esa decisión?
Sí, creo que hubo una influencia, en especial en los años 90. Había mucha presión en el sistema canadiense para girar en la dirección de cuentas individuales, y disminuir el sistema de reparto, para basarse más en el modelo chileno. Te puedo dar un ejemplo específico: uno de nuestros mayores ingresos públicos proviene del plan de pensiones de Canadá. Y cuando fue establecido en los años 60, era realmente un sistema de reparto, donde los contribuidores aportaban dinero y el dinero se transfería a los jubilados, no se invertían en la bolsa u otros mercados. De hecho, servían como préstamos a otros gobiernos para que invirtieran en infraestructura pública. Entonces, yo creo que ese es un tremendo y excelente modelo, pero en los años 90 esto fue criticado. Porque no estaba generando la suficiente ganancia o tasa de retorno, entonces la ley fue cambiada para requerir que se recolectara más dinero y se invirtiera en los mercados financieros. Eso fue en parte una influencia desde Chile y otros países.
El sistema de pensiones chileno se ha mostrado al mundo como un sistema exitoso, aunque en Chile tiene muchas críticas ¿Cual es su impresión sobre esto? ¿Cree que es un buen sistema de pensiones?
Yo tengo mi propia opinión. Yo creo que las debilidades y problemas del sistema chileno son conocidas por las personas que estudian los modelos de pensiones. En particular, diría que se reconoce que el sistema chileno traspasa todos los riesgos y los costos al individuo, y para mí, lo más preocupante e impactante es cuantas comisiones y ganancias son sacadas y tomadas por estas compañías de AFP. Ha habido análisis y estudios que han investigado este fenómeno y es realmente una enorme máquina de ganancias para las compañías y las personas que manejan este sistema. Y los beneficios [para los cotizantes] son mínimos.
En Canadá tenemos un sistema de pensiones público y ha habido cambios negativos, pero aún con esos cambios, tiene una parte completamente de reparto, no hay fondos ni inversión, y es completamente seguro, está garantizado, es lo que llamamos una pensión de prestación definida. Lo que implica que el beneficio es ajustado por la inflación una vez que lo empiezas a recibir como jubilado. Yo creo que ese es el modelo ideal. Por ejemplo, la brecha de pensiones entre mujeres y hombres no existe en el sistema canadiense, porque el beneficio es igual para hombres y mujeres. De hecho, es el mismo para todos. Es un sistema de pensiones fijo que es financiado a través del sistema tributario, que es muy redistributivo. Su único problema es que es muy baja la pensión, al menos para el contexto canadiense. Paga una pensión anual de 7.000 dólares. Nuestra línea de pobreza es de 18 mil dólares anuales. Pero los principios y la estructura del sistema son excelentes. Yo diría que tenemos que duplicar las pensiones.
¿Cómo ha afectado a las personas este modelo que conecta el sistema financiero con el de las pensiones?
Una de mis preocupaciones es que los gobiernos y la industria financiera están tratando de convencernos de que lo que es bueno para el sistema financiero es bueno para nosotros. Y pienso que es eso es claramente falso. Lo que es bueno para el sistema financiero es sólo bueno para gente muy rica, para las instituciones financieras y sus dueños. Esto es una fuente de inequidad. De hecho, el sistema financiero es una de las causas de la desigualdad socioeconómica. Así que es falso sugerir que sus intereses son los mismo que los nuestros. Pero va a tomar trabajo persuadir a las personas. Yo estoy seguro de que también se aplica esto a Chile.
En Canadá se anima a los trabajadores para que inviertan en una cuenta individual, en un fondo mutuo. Y mucha gente lo hace, incluso gente que no tiene mucho dinero. Ellos voluntariamente hacen contribuciones a sus cuentas y reciben una pequeña reducción de impuestos y tratan de hacerlo crecer. Y yo entiendo, por que ellos empieza a ver “oh, este año gané un 10%, quizás el próximo año lograré un 15% más”, y eso cultiva una especie de conciencia de “así es cómo lograré tener mucho dinero, porque mi trabajo no me está pagando tanto”. Así funciona este juego, para convencernos que esto nos hará ricos, o que por lo menos nos dará seguridad económica, pero la evidencia no muestra eso. Con la crisis del 2008, en Canadá había gente que tenía mucho dinero en estas cuentas individuales y que perdieron el 30% y hasta el 50% de sus ahorros. Algunos de ellos estaban a punto de jubilar y no pudieron, tuvieron que seguir trabajando. Es ridículo, eso no es un sistema de pensiones.
En mi opinión, tener un sistema completamente financiero en las pensiones es algo fracasado, donde todo el riesgo recae en los individuos. No tiene ningún sentido, salvo para la gente que vende estos servicios. Para mí este no es un debate técnico, es un debate político. Y debe responder preguntas básicas: ¿Es una pensión digna un derecho social? ¿O es algo que nosotros como individuos tenemos la obligación de procurar con inversiones? Para mi es un derecho social.
¿Piensa que el sistema de capitalización individual va a llegar a una crisis? De ocurrir, ¿cómo sería esta crisis?
No se sabe. No sabemos qué harán los mercados financieros, depende de muchas cosas, es muy difícil saber. Pero la historia nos dice que tenemos muy buenas razones para estar escépticos y muy preocupados sobre lo que está pasando, por el riesgo de otra crisis. Quizás una crisis más profunda que el 2008. Yo creo que deberíamos operar desde la base de que es muy probable una crisis hoy. Y si supiéramos que viene una crisis seria, ¿qué haríamos de manera diferente?
A mi juicio, deberíamos tomar la dirección de un modelo solidario, más basado en el principio de solidaridad y de los derechos sociales. Hemos tenido avances maravillosos en productividad, estamos produciendo más que nunca, pero estamos distribuyendo de forma desigual lo que producimos. Y no tenemos por qué seguir así, podemos decidir, social y políticamente, distribuir nuestras riquezas e ingresos de una forma más justa y creo que deberíamos hacerlo.
Pero eso es una decisión política…
Exactamente. Pero, por desgracia, nuestros gobiernos se han financiarizado, se han vuelto dependientes de la industria financiera. Podemos ver a Estados Unidos como ejemplo: el secretario del Tesoro es casi siempre alguien que solía trabajar en Goldman Sachs, el famoso banco de inversiones. Es una puerta giratoria, entre el secretario del Tesoro, Goldman Sachs, la Reserva Federal… son las mismas personas las que dirigen estas instituciones. Esto es un problema, porque si queremos tener democracia no podemos tener esto, no podemos tener gobiernos dominados y compenetrados con estos jugadores del mundo financiero, ya que ellos tienen un interés por destruir la democracia, se oponen al control democrático.
¿Cómo podría encarar la sociedad chilena este modelo de pensiones de AFP?
Es una lucha, hay que construir un mayor entendimiento entre los trabajadores y gente común. Pero este sistema tiene que cambiar. Se tienen que movilizar. En Chile ya tienen un movimiento contras las AFP, pero tiene que crecer y ser más poderoso. Hay que trabajar con los movimientos sociales y organizaciones, incluyendo a los sindicatos del comercio, sé que los sindicatos en Chile son mas pequeños que en Canadá, pero los necesitamos, para que no solo representen a sus miembros, sino a todos los trabajadores. Que operen con una especie de solidaridad de clase, no sólo para su propio beneficio. Es difícil, y es también un desafío político.
Comentarios
Muy buen artículo. Lo
Lamentablemente en Chile
El sistema de AFP y la
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