Los comicios del llamado “medio término” en Estados Unidos -en el que se renovó la totalidad de los congresistas y casi un 30% del Senado- tuvieron un sabor agridulce para los opositores a Donald Trump. Si bien los demócratas lograron conquistar la mayoría en la Cámara de Diputados, controlada hasta ayer por los republicanos, estos últimos mantuvieron la mayoría en el Senado.

La esperanza de la oposición era conquistar ambas cámaras para frenar las políticas del presidente. Hay que recordar que el poder legislativo en Estados Unidos tiene muchas más atribuciones que su par chileno.

Tradicionalmente, estos comicios legislativos que se producen a la mitad de mandato de los presidentes, suelen constituir una suerte de referéndum respecto al inquilino de la Casa Blanca. La oposición demócrata, respaldada por los grandes medios tradicionales de ese país como el diario The New York Times o la cadena de noticias CNN, esperaba un contundente rechazo ciudadano a la política y estilo de Trump, el que ha generado tantos roces en ese país y a nivel internacional. Sin embargo, ello no ocurrió.

El presidente Trump apostó de manera consciente -y arriesgada- a que estas elecciones fueran una suerte de plebiscito en torno a su figura. Y utilizando los mismos trucos de su exitosa campaña presidencial de 2016, el multimillonario magnate inmobiliario oriundo de Nueva York apeló a los instintos más básicos del electorado: Yo o el diluvio.

Este empate legislativo es más a una victoria de Trump y los republicanos, que un avance demócrata, reafirmando que el populismo de la neo derecha está más vivo que nunca.

El fin de semana pasado, en un acto de campaña en el estado de Florida, aseguró que, si sus partidarios no ganaban este martes, Estados Unidos se encaminaría al socialismo. “Seremos un Americazuela”, afirmó, en referencia al régimen socialista de Venezuela.

La victoria demócrata en el Congreso (según las proyecciones al cierre de esta edición a las 3am), y el triunfo republicano en el Senado, sólo vienen a confirmar y profundizar la creciente polarización política que vive ese país.

Tomando la iniciativa medial, sin importar mucho el análisis más fino, Trump recurrió anoche a su herramienta comunicacional favorita para declarar: “Tremenda victoria esta noche. Gracias a todos ustedes”, tuiteó a la 1.14 de la mañana.

Lo cierto es que este empate legislativo suena más a una victoria de Trump y los republicanos, que a un avance demócrata y frenazo a la política divisiva de la Casa Blanca, reafirmando que el populismo de la neo derecha está más vivo que nunca.