Ninguno de los dos más visibles poderes del Estado –Legislativo y Ejecutivo– tuvo buen resultado en el Estudio Nacional de Opinión Pública publicado este jueves por el Centro de Estudios Públicos (CEP). El que peor lo pasó con las cifras lanzadas por el think tank –ligado al empresario Eliodoro Matte– fue el presidente Sebastián Piñera, quien obtuvo un 6% de aprobación, un mínimo histórico dentro de esta medición, con un 82% de rechazo entre los encuestados.

Las reacciones desde La Moneda llegaron pronto. En un punto de prensa, el mandatario afirmó que entiende “que los chilenos no estén contentos con lo que ha pasado, yo tampoco estoy contento. Y por lo tanto, todo lo que los chilenos nos dicen nosotros lo escuchamos con atención y nos ponemos manos a la obra para ayudar a los chilenos a resolver sus muchos problemas”.

Sin embargo, el presidente no fue el único que sacó cuentas tristes en esta pasada. El mismo sondeo arrojó un nivel de confianza del Congreso y los partidos políticos de un 3 y 2%, respectivamente, lo que muestra la contundente crisis por la que atraviesan las instituciones chilenas de la representación del poder.

Manuel Monsalve, diputado del Partido Socialista (PS), apuntó sus dardos en contra de Piñera, indicando que la encuesta CEP “vuelve a demostrar que el gobierno no dio el ancho para conducir el país, pero sobre todo no dio el ancho para poder darle una salida a la crisis social y política que vive el país”. Pero también el congresista indicó que este era un llamado de la ciudadanía a la unidad de la oposición.

Más profundo en su crítica hacia los políticos fueron las declaraciones que hizo circular Aucán Huilcamán, del Consejo de Todas las Tierras, quien dijo que “el gobierno del presidente Sebastian  Piñera y la clase politica Chilena en su conjunto deben adelantar urgentemente la elección presidencial, de diputados y senadores del país. Esta medida representaría un acto de contribución a la democracia y la estabilidad política”.

“Los resultados de la CEP no tan solo representa una crítica al gobierno, sino que a toda la clase política radicada en la Cámara de Diputados y en el Senado, que siguen legislando alejados de la interpelación que ha hecho el pueblo chileno mediante el estallido social y los insistente llamados que hemos formulados los mapuche”, agregó.

En conversación con INTERFERENCIA, el académico e investigador de la Universidad de Concepción, Sergio Toro, afirmó en relación a la baja aprobación que presenta la figura del mandatario que “a tres meses del estallido social, nadie puede señalar que la situación que vive el gobierno es coyuntural. Es, sin duda, un escenario tendencial de caída libre. Siempre puede existir alguna chance de repuntar, pero aquello requiere de algunas acciones que son casi imposibles para un gobierno que tiene agotado todo su repertorio de acción”.

Consultado ante la crisis en las instituciones y sobre si el cuestionamiento ciudadano es hacia personas e instituciones en particular o al sistema en su conjunto, el académico postula que “casi todas las instituciones estaban en caída libre desde hace un buen tiempo. Lo que ocurre acá es una crónica anunciada. Ya no existe confianza ni en el sistema, ni en sus instituciones ni en las personas que lo integran”. 

Más allá de las cifras de aprobación y desaprobación del sistema política chileno, existieron otros temas que mostraron sorpresas en el sondeo, como la delincuencia, que obtuvo un 26% de apoyo en la pregunta ¿Cuáles son los tres problemas a los que debería dedicar el mayor esfuerzo en solucionar el Gobierno?, siendo que en la encuesta anterior, de mayor de 2019, obtuvo un 51% de apoyo ante la misma pregunta. Es decir, una diferencia significativa.

El mismo Sergio Toro, respecto de este punto, indicó que “esta cifra demuestra que la ciudadanía cambió su eje de prioridades. Demuestra también que, luego del 18 de octubre, la ciudadanía construyó un diagnóstico mucho más acertado que el gobierno respecto de las limitaciones del modelo. Hoy la ciudadanía señala claramente que, avanzando en un real Estado de Bienestar (pensiones, salud y educación), los temas de seguridad no tendrían la preponderancia que este gobierno quiso imprimir en su programa inicial”.

En esa línea, el profesor asociado del Departamento de Ciencia Política de la UdeC añadió que “el gobierno sí o sí debe reconfigurar sus prioridades de política pública y bajo ningún motivo insistir en su plan inicial”.

Por su parte, Daniel Johnson, director ejecutivo de Paz Ciudadana, explicó esta supuesta baja en la preocupación por la delincuencia en que la pregunta de la encuesta CEP “no indaga solo las preocupaciones individuales de quien responde, sino a las que considera que el gobierno debería dedicar mayor esfuerzo. Cuando un conjunto de inquietudes sociales se tornan muy presentes en la prensa y redes sociales, es esperable que la ciudadanía considere que estas deben ser atendidas, con cierta independencia de cuanto le afecta el problema a quien está respondiendo”.

“La última versión del índice Paz Ciudadana mostró un aumento en la proporción de hogares que declaran haber sido víctima de robo, por lo que aunque en la encuesta CEP baja respecto a otras prioridades, la delincuencia es un tema no se debe descuidar”, agregó.