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Viernes, 19 de Abril de 2024
Investigación de la CUT y la OIT

Estudio sobre teletrabajo en Chile: Menores rentas, precarización laboral y falta de fiscalización

Camilo Solís

Según distintos datos, las personas con teletrabajo en Chile superaron los 1,7 millones durante la pandemia. La Dirección del Trabajo solo realizó 155 fiscalizaciones a esta modalidad de trabajo entre abril y noviembre. Trabajadores dejaron de percibir bonos, no pudieron cubrir accidentes laborales, corrieron con costos operativos de su trabajo, vieron incrementadas sus jornadas laborales drásticamente y mujeres fueron vulneradas en sus fueros maternales.

Admision UDEC

“El ejemplo más evidente es cuando se cae la señal de internet y lo pagan los trabajadores y culpan al trabajador… lo más impresionante es que algunos se contagiaron de Covid y se fueron con teletrabajo y no se pudieron desconectar y fueron a descuento, no importó su familia nada… la única gentileza fue no despedirlos.” 

Este es uno de los testimonios que recoge el estudio La percepción de los y las trabajadoras del teletrabajo en Chile 2020, investigación cualitativa basadas en entrevistas realizada por la CUT, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y también la Fetracall (Federación de Trabajadores de Call Center). 

El estudio reunió entrevistas y discusiones grupales con trabajadores en modalidad remota, y también a líderes sindicales y especialistas en la materia, datos mediante los cuales, se intentó explorar cuál es la percepción que tienen los trabajadores de Chile que han tenido que desempeñarse de manera remota debido a la pandemia. 

Entre sus resultados el estudio observa que los trabajadores percibieron una disminución en el respeto por los derechos laborales, prolongación de las jornadas de trabajo, disminución en los ingresos y bonificaciones, afectaciones al derecho maternal de las trabajadoras, falta de fiscalización y de cobertura sobre enfermedades y accidentes laborales, entre otros aspectos negativos.

Uno de los aspectos descritos en esta investigación dice relación con la reducción de ingresos y cambios en las condiciones laborales que están teniendo los trabajadores mediante trabajo remoto. Según señala el estudio, esto se debe principalmente a que los trabajadores han tenido que ver cómo se desconocen bonificaciones por distintos tipos de desempeño, o pactados en negociaciones colectivas previas. 

Además de esto, el estudio también se refiere a que el teletrabajo ha significado una pérdida importante para los trabajadores de su privacidad, lo que ha significado daños a nivel familiar. Este daño sería aún mayor en el caso de las trabajadoras mujeres, dado que su trabajo suele verse triplicado: labores domésticas, de crianza de los hijos y adicionalmente las labores del trabajo. Todo esto en un único espacio. 

El estudio también menciona que los trabajadores se sienten menos productivos desde sus casas, y además, que implica efectos negativos en la organización sindical de los trabajadores.

Uno de los aspectos descritos en esta investigación dice relación con la reducción de ingresos y cambios en las condiciones laborales que están teniendo los trabajadores mediante trabajo remoto. Según señala el estudio, esto se debe principalmente a que los trabajadores han tenido que ver cómo se desconocen bonificaciones por distintos tipos de desempeño, o pactados en negociaciones colectivas previas. 

“Ha bajado la remuneración. Los bonos, es un bono variable, ha disminuido unos $150 mil pesos por mes, bono por ventas y otras métricas a cumplir”, “me descontaron el bono de encargado de ventas de $200 mil pesos que recibía estando en mi sucursal, al volver me bajaron. A otro compañero no solo le bajaron sino que lo despidieron, al reclamar”, son algunos de los testimonios que recoge este informe. 

Además de esto, los trabajadores remotos debieron correr con muchos de los costos operacionales que antes debían pagar las empresas. Es el caso de la conexión a internet -que en algunos casos debe cumplir con ciertos requisitos mínimos, lo que sube su valor-, la luz, el agua, equipos, además de incluso el espacio de trabajo. Todos estos, costos que el empleador solía costear pero que ahora se está ahorrando. 

“No tenemos [bono de] movilización porque lo cambiaron como un pago del internet que no debe ser porque lo tenemos en el contrato colectivo (...)  pero lo que sí aumentó fue la jornada, los apoderados te hablan a cualquier hora y hay que responderles, reuniones, el colegio exige por que el ministerio lo hace”, menciona una profesora entrevistada. 

Para la presidenta de la Fetracall, Tamara Muñoz, la evaluación que se puede hacer de esta ley es crítica: “retrocedemos 200 años en legislación laboral con esta ley que sacaron apurados en marzo. Nuevamente tenemos que volver a discutir sobre la jornada laboral de 8 horas cuando eran temas zanjados hace muchísimo tiempo”

Legislación débil y poca fiscalización

Otra de las cosas sobre las que pone acento este estudio tiene que ver con la desapercibida “ley de teletrabajo” (Ley 21.220), promulgada a finales de marzo del 2020, cuando aún la pandemia no causaba un aumento exponencial del trabajo a distancia como si ocurriría en semanas posteriores, cuando se decretaron cuarentenas obligatorias más estrictas. 

Para la presidenta de la Fetracall (Federación de Trabajadores de Call Center), Tamara Muñoz, la evaluación que se puede hacer de esta ley es crítica: “retrocedemos 200 años en legislación laboral con esta ley que sacaron apurados en marzo. Nuevamente tenemos que volver a discutir sobre la jornada laboral de 8 horas cuando eran temas zanjados hace muchísimo tiempo”, dijo en conversación con INTERFERENCIA.

Efectivamente, Muñoz se refiere a la disposición contenida en el artículo 152 quáter J de la ley sobre teletrabajo, la que menciona que “El tiempo de desconexión deberá ser de, al menos, doce horas continuas en un periodo de veinticuatro horas”, lo que en la práctica se traduce en jornadas en las que el empleador puede requerir al empleado durante las otras 12 horas del día. 

"(...) los trabajadores pueden haber visto el teletrabajo como algo bueno al principio, pero lo que vemos es que luego se convirtió en un abuso permanente de los empleadores. Y sobre todo chantaje de parte de ellos, porque si no aceptas las nuevas condiciones el riesgo es perder el trabajo en un contexto de desempleo y crisis. Es por eso que el temor hizo que muchos trabajadores no quisieran denunciar".

Muñoz plantea que “es necesario modificar esta ley, la cual no se conversó adecuadamente con los sectores sindicalistas y que es un enorme retroceso para los derechos de los trabajadores”. 

Además de esto, la dirigenta de Fetracall menciona que otro aspecto relevante a la hora de definir la precariedad laboral de los chilenos en teletrabajo es la escasa fiscalización que se hace de las condiciones laborales por parte de los organismos pertinentes: Dirección del Trabajo y la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso). 

En efecto, el estudio consiguió información mediante ley de transparencia, a través de la cual se determinó que entre los meses de abril y noviembre apenas se realizaron 155 fiscalizaciones por la actual ley del teletrabajo. Un número exiguo si consideramos que varios estudios estiman que los trabajadores en modalidad remota superaron los 1,8 millones a nivel nacional, tal como menciona la encuesta de junio -el mes más duro de la pandemia- del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales. 

 

Muñoz señala que el estudio hecho por la CUT en colaboración con la OIT, viene a llenar un vacío respecto de investigar las percepciones que los trabajadores tienen sobre el trabajo remoto en el país, puesto que no se ha documentado este tipo de datos. 

Sobre el teletrabajo y los resultados de la investigación, plantea que "los trabajadores pueden haber visto el teletrabajo como algo bueno al principio, pero lo que vemos es que luego se convirtió en un abuso permanente de los empleadores. Y sobre todo chantaje de parte de ellos, porque si no aceptas las nuevas condiciones el riesgo es perder el trabajo en un contexto de desempleo y crisis. Es por eso que el temor hizo que muchos trabajadores no quisieran denunciar".

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No me extraña en lo más mínimo........la explotación debe seguir a como de lugar, con tal que el empresario gane y gane..........

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