La represión es la política del régimen del presidente Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, quien además es la vicepresidenta del país, en especial durante este año en el que Nicaragua se ha sumido en protestas que han significado más de 325 muertos opositores.

En estos días, el turno es de Confidencial, un periódico online que ofrece un periodismo de reconocido rigor, de investigación y análisis, que se ha convertido en un dolor de cabeza para Ortega y su régimen, y que fue tomado por la policía nicaragüense e incautados sus bienes, sin ningún tipo de explicación ni orden judicial, según ha informado el propio medio.

El hecho se produjo en el contexto en el cual Ortega ha cancelado la personalidad jurídica de nueve ONG críticas a su régimen, incautando su información y sus bienes. No es el caso de Confidencial, ni Esta Semana y Esta Noche, medios vinculados y que comparten sede en Managua, que son empresas privadas y no están sujetas al dictamen.

Confidencial fue el que filtró los correos electrónicos de Murillo en uno de los cuales imparte la orden “vamos con todo”, que da inicio a la represión de las violentas jornadas del primer semestre de este año, y en estos días se encuentra abocado a buscar respaldo internacional, el que ha encontrado en varios periodistas y periódicos latinoamericanos, españoles y estadounidenses, además de organismos internacionales.

Por su parte, la alta comisionada de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, a través de un comunicado, hizo un “llamamiento enfático al Gobierno de Nicaragua para que cese inmediatamente la persecución contra defensores de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, periodistas y medios de comunicación críticos con el Gobierno”.

Confidencial fue fundado y es dirigido por Carlos Fernando Chamorro, un reputado periodista, hijo de la ex presidenta Violeta Chamorro, y un ex sandinista de ideas progresistas que decidió crear el periódico en 1996, tras el fin del gobierno de su madre, para informar acerca de la construcción democrática de Nicaragua, tras el proceso de paz que acabó con la guerra civil del país.

En esa tarea ha sido implacable con los actos de corrupción de Ortega y su esposa, y ha sido duramente perseguido por ello, a través de varias acciones lesivas, como la compra hostil del Canal 8 con dinero venezolano, cuya señal transmitía el crítico programa Esta Semana en 2002. En 2016, Chamorro enfrentó acusaciones infundadas por lavado de dinero, luego de denunciar el llamado caso Tola, en el que demostró la existencia de una red de extorsión a empresarios por parte de miembros del Frente Sandinista que controla Ortega.

Confidencial también se ha ido en contra del otro gigante en el mapa de poder nicaragüense: el Grupo Pellas, el principal grupo económico del país, dueño de múltiples empresas en casi todos los sectores nicaragüenses y presente en todo Centroamérica.

Como en 2002, cuando publicó un artículo que demostraba que el grupo había obtenido una exoneración fiscal por dos millones de dólares para la construcción de oficinas en Managua sin cumplir con los requisitos. Entonces, Pellas trató de asfixiarlo económicamente al retirarle a ese medio el avisaje de sus múltiples empresas.