El lunes 24 de agosto un grupo menor a diez personas se reunió en las dependencias de la división jurídica del Gobierno Regional Metropolitano (Gore) para desearle un cumpleaños feliz a una compañera de trabajo. La festejada sopló las velas y todos comieron un pedazo de torta.

Una semana después ella dio positivo en el test PCR. Con el paso de los días, al menos 15 funcionarios del Gore contrajeron el Covid-19, varios de ellos del área jurídica, pero también algunos del área de informática y otras divisiones al interior del organismo.

Este lunes ya estaba claro que el edificio institucional, ubicado en la calle Bandera Nº46, se había convertido en un foco de contagio. Ello llevó a que ese mismo día el secretario ejecutivo del Consejo Regional (Core), José Zuleta Bové, le enviara una carta al intendente, preocupado por el explosivo aumento de casos desde fines de agosto.

Al día siguiente, el martes 8, Felipe Guevara le contestó en un oficio que efectivamente hay al menos 15 funcionarios contagiados y otros 19 catalogados como contactos estrechos. “Pese a todos los esfuerzos [en materia de higiene] se nos presentaron 3 funcionarias con PCR positivo entre el 24 de agosto y el 1 de septiembre, todas del Departamento Jurídico, por lo que se procedió a establecer los contactos estrechos e informarles que debían comenzar con cuarentena”.

Según Guevara, al 6 de septiembre ya se habían trazado todos los contactos estrechos de las tres funcionarias. Aun así, los contagios pasaron de tres a al menos 15. En esos días también se sanatizó el edificio completo y se gestionó la compra de productos sanitizadores y guantes. El martes 8 se tomaron 64 nuevas tomas de examen PCR, incluyendo “personal de seguridad, aseo y externos”, informó el intendente en el oficio.

Este nuevo foco es uno de los mayores brotes en una repartición pública desde el bullado caso de una oficina del Compin en Santiago Centro, a fines de marzo, que dejó a 32 funcionarios contagiados y terminó con la salida de la seremi de Salud de la Región Metropolitana, Rosa Oyarce. Esta había ordenado el cierre de las oficinas del Compin, pero desde la subsecretaría de Salud ordenaron su reapertura, lo que facilitó que el coronavirus se esparciera entre los empleados de esa repartición. 

Cumpleaños feliz

Según varios funcionarios consultados por nuestro medio -que prefirieron no dar a conocer su identidad ante el temor de represalias laborales- en la celebración de cumpleaños participó un grupo menor a diez personas, entre ellas varios jefes de división. También estuvo presente Patricio Lazcano Silva, el administrador regional del Gobierno Regional (Gore), que es la mayor autoridad de este organismo

No hay claridad si los presentes estaban usando mascarillas al momento de compartir, pero lo que sí se sabe es que le obsequiaron una torta de cumpleaños a la funcionaria. “Sopló las velas y todo”, aseguran algunas de las personas consultadas.

“En ningún caso fue una fiesta o celebración, simplemente hubo un grupo menor de personas que se acercaron a ella a saludarla por encontrarse de cumpleaños”, aseguró Lazcano al ser consultado por nuestro medio. “Pero todos cumplían con los protocolos sanitarios”, dice.

Lazcano Silva fue director jurídico de la municipalidad de Lo Barnechea cuando Felipe Guevara era alcalde de ese municipio y llegó al Gore en julio de este año para ocupar el cargo más alto del Gore Metropolitano. Se encuentra actualmente con licencia médica y está bajo cuarentena.

Descarta que el cumpleaños haya sido el catalizador de los contagios. “Puedo negar tajantemente que ese haya sido el foco de contagio inicial, porque lo trazamos y pudimos determinar que no hay relación con lo que pasó ese día”, y agrega que el foco "se encuentra controlado.

Sin embargo, esto no cuadra del todo con la información que el propio intendente entregó en el oficio que antes mencionamos.

Funcionarios consultados por INTERFERENCIA señalan que ha habido mucho secretismo a la hora de informar los contagios: “Desde principios de septiembre nos hemos ido enterando a cuentagotas, tuvimos que prácticamente hacer nuestra trazabilidad solos”. 

¿Querella? 

A pesar del gran número de contagiados en el Gore, el edificio institucional nunca se clausuró y las labores han proseguido de manera casi habitual. Ello ha causado molestia entre los funcionarios. y sus dirigentes gremiales. 

El miércoles 9 de septiembre, la presidenta de la Federación Nacional de Funcionarios de Gobiernos Regionales (Fenafgore), Náyade Aguirre, envió un oficio dirigido al intendente Guevara en el que asegura que “resulta impresentable, insuficiente e irresponsable su decisión, como jefe de servicio, de obligar a asistir presencialmente a los funcionarios a un edificio que, a la fecha, no ha reforzado las medidas de higiene que permitan garantizar la salud e integridad física y emocional de quienes allí trabajan, además de exponer a sus familias”.

En el escrito, la dirigenta señala: “la intransigencia en imponer trabajo presencial en aquellas funciones no esenciales, sin considerar los instructivos emanados del Ministerio de Salud, ha desencadenado que los departamentos de Jurídica e Informática, como también la División de Presupuesto e Inversión Regional se encuentren hoy con su personal contagiado por COVID-19, además de estar a la espera de los resultados de los exámenes de otro número importante de funcionarios”.

Consultada por nuestro medio, Náyade Aguirre dice que han conversado con abogados para evaluar una posible querella en contra de Felipe Guevara, ya que en su calidad de jefe de Servicio podría tener responsabilidad en los nuevos casos de contagio y el brote al interior del Gore.

Además, la dirigenta asegura que la cantidad de contagiados es cercana a 30 personas, casi el doble del número entregado por Guevara el martes 8 de septiembre. Según ella, esto se debe a que muchos funcionarios se hicieron el test PCR por su cuenta, por lo que no necesariamente estos casos han entrado en los números oficiales.

Esta dirigenta señala que desde marzo hay roces por las medidas sanitarias en esa entidad, en especial por la resistencia del Gore a fortalecer el trabajo remoto. “Siempre hay insistencia en obligar a los funcionarios a trabajar de forma presencial”, señala. “Han dado flexibilidad en la hora de ingreso para la gente que tenía que ir a trabajar de forma presencial, pero como han mantenido el horario laboral en 9 horas de trabajo, los funcionarios llegaban más tarde en la mañana para evitar la multitud, pero luego se encontraban con la multitud a la hora de salida”, dice Aguirre.

Aguirre afirma que “es la continuidad del servicio lo que queremos resguardar, no imponer una normalidad que no existe”. 

Otro funcionario señala que cuando se inició la campaña ‘Paso a Paso’, empezaron los correos para que los empleados con teletrabajo comenzaran a volver a la oficina "como diciendo que estábamos muy cómodos trabajando desde las casas". "Hubo presión para que volviéramos”, asegura. “Y ahora pasa esto”.

INTERFERENCIA intentó comunicarse ayer con el área de comunicaciones de la Intendencia Metropolitana sin haber obtenido respuesta al cierre de esta edición.