Rodrigo Mundaca, vocero del Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima), viene llegando de un encuentro de dirigentes de derechos medioambientales realizada en Brasil.
En su arribo a Chile -comenta a INTERFERENCIA- se enteró de la decisión de la Corte Suprema de ratificar el anterior fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago, que le daba la razón a Carabineros para vigilar a través de su departamento de inteligencia a dirigentes sociales, incluido el mismo Mundaca, quien recibió el año pasado el Premio Internacional de Derechos Humanos de Nüremberg, Alemania.
El hecho salió a la luz tras un reportaje a INTERFERENCIA que revelaba los nombres de la vigilancia policial, en el caso bautizado como PacoLeaks, el pasado 1 de noviembre, tras un hackeo masivo que sufrió la institución y que liberó documentos de la dirección de Inteligencia de Carabineros durante un periodo de unos dos meses, antes del estallido social.
Lo cierto es que muchos de los documentos liberados mostraban que el foco de la policía era la vigilancia de dirigentes sociales, vecinales, sindicales y de derechos humanos, y no delincuentes y narcotraficantes.
En diciembre, la primera sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, en una votación de 2 contra 1, rechazó el amparo solicitado por los senadores Alejandro Navarro (MAS) y Yasna Provoste (DC), en favor de los dirigentes Rodrigo Mundaca, José Pérez (de la Anef) y Mario Aguilar (del Colegio de Profesores). En el amparo, los parlamentarios aducen que se violaba el derecho a la libre expresión y a la seguridad individual al estar siendo foco de investigaciones de inteligencia policial.
Esta semana se dio a conocer que la Corte Suprema avala la labor de vigilancia de Carabineros. El alto tribunal respaldó el fallo emitido por la Corte de Apelaciones, en votación unánime de los ministros Lamberto Cisternas, Carlos Künsemüller, Manuel Valderrama, Jorge Dahm y la abogada integrante María Cristina Gajardo.
Según el fallo, Carabineros buscaba proteger la seguridad pública y la integridad física, incluso de los convocantes a actividades sociales y a terceros. Un informe de la Dipolcar que adjunta el fallo agrega que la actividad policial buscaba informar a “altos mandos superiores de la conducción del Estado a quienes se busca dotar de antecedentes, por ejemplo, para una mejor planificación de los servicios”.
Para Rodrigo Mundaca, la decisión de la Justicia es una mala noticia. Para él ratifica la labor de “una policía militarizada” y que pone el foco en “defender los intereses de clase de un sector del país”, a través de la vigilancia de dirigentes sociales. Para el dirigente de Modatima, Chile se une al club de países de Latinoamérica que amenazan la vida de líderes que luchan por derechos medioambientales, como Colombia, Brasil y Bolivia.
De forma exclusiva, conversó sobre este tema con INTERFERENCIA.
- ¿Qué impresión le causa el fallo de la justicia?
- Tras conocer que muchos dirigentes sociales éramos blanco de la inteligencia policial, significó que nuestros abogados de la defensoría popular, particularmente Lorenzo Morales, interpusieran recursos de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Finalmente perdimos ahí, dos a uno Y, me enteré después del fallo de la Corte Suprema, donde descartan que Carabineros viole derechos constitucionales, lo que me parece que es extremadamente grave y vergonzoso.
Esto deja a toda la dirigencia social del país -pienso en José Pérez de la Anef, Luis Mesina, Mario Aguilar del Colegio de Profesores, Doris González de Ukamau- en una indefensión absoluta.
Lo que hace la Corte Suprema es confirmar que hoy dia es legal, es legítimo ser espiados, es legal violar algo esencial como es el derecho humano a expresarnos, a organizarnos, a disentir, a la protesta social. La Corte Suprema, al establecer este fallo, lo que hace es ponerse del lado de los ricos, de los poderosos, y entregarle más facultades a una fuerza policial que no tiene ningún criterio, responsable de daño ocular, de violaciones a los derechos humanos, de miles de detenciones, de golpizas.
Lo que hace la Corte Suprema es darle un voto de confianza a una fuerza policial militarizada, que ha violado de los derechos humanos de manera sistemática y me parece de máxima gravedad.
- En su caso sufrió amenazas de muerte, y ahora queda claro que quienes tienen el deber de protegerle como ciudadano, que son los carabineros, le están vigilando también ¿Qué impresión le da eso?
- Yo nunca he tenido ninguna confianza en las fuerzas policiales chilenas. Creo que lo que ha sucedido desde el 18 de octubre en adelante es la confirmación de que hoy día tenemos una fuerza policial totalmente militarizada, que viola los derechos humanos.
La verdad es que esto confirma lo que hemos dicho siempre, que aquí la justicia es la voluntad de la clase dominante y cuenta con una policía militarizada que está dispuesta a mantener los privilegios de clase de un segmento de la sociedad. Este fallo confirma lo que siempre hemos sostenido, que en Chile hay una desigualdad cultural y esa desigualdad cuenta con un soporte que son carabineros y la justicia, una justicia como dice Roque Dalton, que es como una serpiente, que muerde a los descalzos.
- ¿Van a tomar medidas a nivel internacional, quizás acceder a una corte internacional?
- Vengo llegando de un encuentro internacional de defensoras y defensores de derechos humanos ambientales. Estuve la semana pasada en Curitiba donde había decenas de hombres y mujeres que luchan a lo largo de todo el planeta por los derechos humanos ambientales, que son víctimas de persecución, hostigamiento. Y a nivel mundial, hay un firme propósito de proteger a los que defienden estos derechos de situaciones como la que se dan en Chile. Vamos a tomar las medidas que correspondan como organización y confirmar que esta justicia chilena es una vergüenza mundial.
Obviamente nos vamos a defender, sobretodo en aquellas instancias judiciales fuera de las fronteras, porque la justicia en Chile no garantiza nuestra integridad, nuestra vida. El fallo nos deja al libre albedrío de aquellos poderosos que usan la fuerza policial para amedrentarnos, perseguirnos y hasta matarnos.
- ¿Cree que los dirigentes de medio ambiente en Chile están más vulnerables que antes ahora que se sabe que son foco de la inteligencia policial?
- Lo que hemos dicho tras recorrer intensamente el país. En Chile la demanda más importante es recuperar el agua, que sea un bien común y que su acceso sea un derecho humano. Y sin duda esta batalla ya está instalada en el país, porque hoy día una de las bases de la desigualdad social tiene que ver con la apropiación del agua y de la tierra.
Un ejemplo es lo que ocurre en el Wallmapu, donde las comunidades mapuches son fuertemente perseguidas por el estado policial. No hay que olvidar que en Chile el lonko Alberto Curamil estuvo padeciendo prisión política desde agosto de 2018 hasta diciembre de 2019. El penúltimo Premio Medioambiental Goldman 2019 , estuvo preso por más de 15 meses con cargos que no tenían nada que ver con su quehacer, cuando no tenía responsabilidad en los delitos que se le imputaban, porque se opuso de forma tenaz a dos proyectos hidroeléctricos.
Eso da cuenta de que en el país se persigue al pueblo mapuche, a los chilenos que luchan por la regulación de los bienes comunes.
Es cosa de ver el discurso de autoridades, especialmente el Ministro de Agricultura chileno, que dice que Modatima es una organización que atenta contra el estado de derecho, que tenemos que ser llevados a tribunales por imputarle falso testimonio, cuando él y su familia son dueños de más de 29 mil litros por segundo, que equivalen a suministro a 17 millones de personas.
Esta conducta criminal contra los defensores de derechos ambientales en Chile se hace carne, es realidad, y desde la institucionalidad, con este fallo de la justicia, que nos deja en estado de desprotección absoluta.
- Puede que la gente, cuando vea este fallo, tenga la impresión que es difícil ser dirigente social ¿Qué les diría a quienes están empezando a ser dirigentes, que podrían tener miedo ante la vigilancia policial?
- No es fácil porque no somos héroes, somos seres humanos que integramos una organización como Modatima, que tomamos la decisión de luchar hace mucho tiempo. Claro que decisiones como estas nos ponen en un estado distinto, de máxima alerta. Sin embargo creo que estas batallas son justas. Lo que no se puede creer es que se viole el derecho al acceso al agua.
Nosotros no somos víctimas, somos luchadores sociales y queremos recuperar el agua para nuestras comunidades y territorios.
Comentarios
Me interesa su medio de
buen artículo gracias por
¡QUÉ LÁSTIMA! R,odrigo
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