Con el objetivo de recabar toda la información necesaria sobre el caso, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) envió un oficio a la Fiscalía Regional, que encabeza Juan Meléndez, para así avanzar en el esclarecimiento de la muerte estos dos dirigentes sociales, que causó un profundo impacto en la comunidad de costera de Mehuín, que hace años arrastra un conflicto con la empresa Celco de Valdivia.

El documento justifica la solicitud a partir de “la condición de activista y dirigente social de Marcelo Vega […], detractor del proyecto de ducto de CELCO en Mehuín”, cuya muerte “ha generado una serie de interrogantes de parte de otros defensores y defensoras de derechos humanos”. El oficio basa el surgimiento de estas interrogantes en “su preocupación por las circunstancias -para ellos no del todo claras o desconocidas- en que se han producido otras muertes de activistas/dirigentes como Macarena Valdés y Alejandro Castro”.

El oficio basa el surgimiento de estas interrogantes en “su preocupación por las circunstancias -para ellos no del todo claras o desconocidas- en que se han producido otras muertes de activistas/dirigentes como Macarena Valdés y Alejandro Castro”.

En la misma jornada, y tras una intensa búsqueda por parte de efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), bomberos y pescadores artesanales, fue hallado el cuerpo del acompañante de Vega, quien fue identificado como Jorge Hualme, el que se encontró al norte de la playa Pichicullin, en San José de la Mariquina, quien según peritos del Servicio Médico Legal (SML), al igual que Vega, falleció producto de asfixia por sumersión.

Tras llegar al sitio del suceso, los peritos de la PDI descartaron, por el momento, la participación de terceros en el fallecimiento de ambos dirigentes, aunque se mantienen a la espera de los resultados de una segunda autopsia a los cuerpos.

Otras extrañas muertes

La repentina muerte del presidente de la Asociación de Pescadores Indígenas Rayen Lafquen Chan-Chan y opositor a la construcción del ducto de vertimiento de desechos de Celulosa Arauco-Celco llamó inmediatamente la atención de muchos habitantes de la Región de Los Ríos. No es la primera vez que un dirigente social fallece en condiciones inusuales en la zona.

En 2016, a menos de 100 kilómetros de donde se encontraron los cuerpos de Vega y Hualme, en el sector de Tranguil, comuna de Panguipulli, fue encontrada sin vida Macarena Valdés. El cuerpo de esta activista que se oponía a la construcción del proyecto hidroeléctrico de la transnacional RP Global y la empresa chilena Saesa, fue encontrado colgando de una viga en su domicilio. Tanto el Servicio Médico Legal como Carabineros catalogaron su muerte como un suicidio, obviando las sospechas tanto de la familia de Valdés como de los habitantes de Panguipulli que la conocían.

El peritaje realizado por el forense Luis Ravanal arrojó resultados que tienen a la investigación abierta hasta el día de hoy, pues, se determinó que la víctima estaba sin vida al momento de ser colgada de la viga.

Las dudas ante esta explicación llevaron a Ruben Collío, pareja de Macarena Valdés y padre de sus cuatro hijos, a conseguir una segunda autopsia, externa a la realizada por el SML. El peritaje realizado por el perito forense Luis Ravanal arrojó resultados que tienen la investigación abierta hasta el día de hoy, pues, según este peritaje, se determinó que la víctima estaba sin vida al momento de estar colgada de la viga.

El caso de Macarena Valdés ha provocado sospechas en la población ante el accidente fatal de Marcelo Vega, ocurrido en la misma región de los Ríos. Eso llevó al Instituto Nacional de Derechos Humanos a solicitar los antecedentes asociados a la investigación.