Karina Nohales tiene 36 años, toda su vida ha sido de Puente Alto, pero desde que se fue de la casa de sus padres vive en el Distrito 10, primero en Ñuñoa, en la población Exequiel González Cortéz y luego en el barrio Yungay, lugar donde reside actualmente.

Desde la adolescencia se ha organizado a nivel territorial en Puente Alto en bibliotecas populares, colonias urbanas, entre otras. En la universidad comenzó a investigar sobre el trabajo como tema de estudio y es en esta área en la que ha ejercido.

Fue abogada del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción y del Montaje Industrial, SINTEC. Durante la pandemia dejó de trabajar ahí y comenzó el ejercicio libre de la profesión, mientras dure la campaña. Entre el 2016 y 2018 fue parte del movimiento social No + AFP y del comunal Santiago Centro, actividades que se cruzaron con el mayo feminista que irrumpió fuertemente en las Universidades.

Junto a un grupo de amigas del movimiento social No+AFP, en 2018 desarrolló una lectura de las pensiones en clave feminista, estableciendo un espacio de reflexión denominado “Encuentro de mujeres y pensiones” que luego desde 2019 se llamó “Encuentro de trabajo feminismo y seguridad social”, el que tendrá una nueva cita el próximo sábado.

Antes de que la Coordinadora 8M recibiera su nombre, la candidata a redactar la constitución por el Distrito 10 -constituido por la comunas que se extiende a las comunas de Providencia, Santiago, Ñuñoa, San Joaquín, Macul y La Granja- se encontraba trabajando en la planificación de la marcha de 2018, de la cual emana el comité de trabajadoras y sindicalistas, un espacio que actualmente existe dentro de la Coordinadora 8M y el que mueve a Nohales a seguir profundizando.

La abogada es vocera de la Coordinadora 8M desde la mitad de 2020 a la fecha y explica que su candidatura surgió de una voluntad colectiva que fue ampliamente debatida en cinco plenarias, que reúnen en promedio 200 activistas de diferentes comités, lo que en sucesivo se articulan con diversas organizaciones de base, ampliando así su impacto en la sociedad.

A pesar de que la candidata reconoce que el acuerdo por la paz no significaba una alternativa para ella y sus compañeras, ya que sus términos están hechos bien a la medida de perpetuar lo que vino a impugnar la revuelta, Nohales dijo que en una posición disputada entre las integrantes de la Coordinadora 8M, decidieron por una mayoría, presentar candidaturas, es así como de estos plenarios surgió su nombre, que es lo que la tiene hoy en la papeleta con cerca de 10.600 de patrocinio, uno de los más altos de en Chile para un independiente.

¿Qué referencia de constitución tiene para Chile?

-No tengo ninguna. No porque no existan, hay muchos elementos en otros modelos y otras constituciones que podemos ver. Pero el desafío en Chile es desmontar un modelo. Un modelo que en ninguna parte se ha expresado de forma tan contundente y avanzada como acá.

Ha habido constituciones que han ido en la dirección de los procesos latinoamericanos recientes en los ciclos progresistas, que han servido de rumbo a la instalación del neoliberalismo, pero no de revertirlo y desmontarlo completamente.

Este es un proceso de creación, hay que aferrarse a esa idea. Aquí no hay expertos que de antemano sepan cómo tiene que ser. Podemos dar nuevas formas democráticas, porque la democracia se está quedando estrecha, incluso en los modelos en los que hasta hace poco tiempo podíamos ver algún tipo de referencia. Particularmente, si pensamos en el ciclo progresista latinoamericano existe una enorme deuda en materia socioambiental y de género.

¿Hay algún personaje histórico chileno que admire?

-Tengo que pensar en Teresa Flores, por supuesto, hay algo muy importante que ella aportó y que nunca más fue recuperado por la tradición obrera en Chile: es la redacción de la declaración de principios de la Federación Obrera de Chile, fundada por Recabarren, donde en sus principios se habla de obreros y empleados de ambos sexos en 1919. Han pasado 200 años y aún ningún estatuto de los y las trabajadoras se ha vuelto a dotar de ese contenidos.

Por supuesto destaco a Elena Caffarena y Carmela Jeria, quienes encarnan esta persistencia feminista de poner nuestras vidas al centro en todos los espacios.

¿Hay algún político actual chileno o extranjero que admire?

-Lo que está en curso son irrupciones de masas, más que volver a la referencia de personajes, eso es lo que admiro de este periodo. Más que a alguien, es la capacidad de retornar la agencia de lo político a lo colectivo y esto se está haciendo en forma de revuelta.

¿Cómo analiza el rol del Estado en materias como Salud, Educación y Recursos Naturales?

-Creemos que es necesario garantizar el ejercicio de la democracia, tanto pensando en cómo se van a organizar los poderes del estado, sus atribuciones, etc. Lo que nos interesa es que la democracia penetre en todos estos espacios, habilitando las condiciones materiales que hacen posible que desde todos estos espacios, de todas las actorías haya un ejercicio de poder en equilibrio y que sea lo más abierto posible a la participación.

En este sentido, el régimen presidencialista no puede seguir existiendo, no da más, es absolutamente arbitrario. Pensar un parlamento unicameral, pensar también cómo van a ser ministros de la corte quienes dirigen el poder judicial.

Se requiere garantizar el derecho a huelga real, el poder formar sindicatos por rama, de la misma manera generar las condiciones socioeconómicas que hagan posible la autonomía de las personas en su vida cotidiana y familiar para que no quedemos la mujeres, niñez y disidencia expuestas a toda una forma de violencia, que si bien existen, están agudizadas por las condiciones económicas y de la misma manera que asambleas, juntas de vecinos y otras formas de organización puedan ser parte en las decisiones que se toman desde los poderes del Estado.

Para que todo eso sea posible creemos que es necesario la socialización que significa poner en común todo aquello que son requisitos mínimos para ejercer todo lo demás, esa es la prueba de los derechos sociales, la vivienda, socializar los bienes comunes.

Reconocer la naturaleza como sujeto de derecho en la nueva constitución, así como reconocer el trabajo de cuidado, que el estado garantice su organización y sostenimiento social en las cuatro paredes de la casa.

Así como también, socializar la riqueza.

¿Cuál debería ser el estatus de los pueblos originarios en la constitución?

-La nueva constitución debiera consagrar que Chile es un estado democrático y plurinacional, debiese reconocer todas las lenguas que se hablan en el país por los distintos pueblos que la conforman e incluirlo en el sistema de educación pública.

El estatus de los pueblos originarios es un tema del que me cuesta opinar, porque siempre está esta sensación de intromisión, no hay una posición única en los pueblos originarios que debiese quedar recogida. Nuestro criterios, más que decir lo que debiese ser, es ponernos al lado y acompañar lo que pueda emanar de la deliberación de los convencionales que entren por escaños reservados que, suponemos, sus posiciones van a ser expresivas de los debates colectivos de sus comunidades y espacios expresivos.

Nuestra voz es indelegable y no queremos que nadie hable por nosotras, lo mismo aplicamos a los pueblos originarios.