“Soy una mujer feminista, popular, de izquierda y demócrata”. Así se describe a sí misma Karina Oliva al ser consultada por INTERFERENCIA acerca de su ideología.
La candidata del Frente Amplio a la gobernación de la Región Metropolitana no siempre se definió de esa manera. En 2017, siendo vocera del recién creado Frente Amplio, aseguró que esa alianza “no se define como un conglomerado que disputa la izquierda, sino que supera la dicotomía y busca levantar una alternativa para la ciudadanía”.
El sorpresivo segundo lugar que obtuvo en los comicios de mayo -quedando a sólo 50 mil votos del candidato de la ex Concertación Claudio Orrego (DC) y superando ampliamente a la candidata de Chile Vamos, Catalina Parot- ha puesto el foco en cada cosa que dice o hace, ha dicho o ha hecho, esta cientista política de 36 años que ya lleva una década dedicada a la política.
Karina Oliva fue candidata a alcaldesa de Melipilla en 2012 y en 2017 candidata a diputada por el Distrito 12 . Fue militante del partido Movimiento Amplio Social (MAS) fundado por el actual senador Alejandro Navarro; participó en la campaña presidencial de Marcel Claude en 2013; fue miembro fundadora y presidenta entre 2015 y 2019 del partido Poder (que luego pasó a llamarse Poder Ciudadano), y hoy, después de ganarle una primaria a Sebastián Depolo (RD) dentro del Frente Amplio, muchos la sindican como favorita para imponerse ante Claudio Orrego este domingo, siendo parte de una ola de votaciones que ha tenido claros tintes anti-establishment (mañana INTERFERENCIA publicará un perfil del candidato DC).
La derecha, que fue duramente derrotada en los comicios metropolitanos, ha contribuido a la sensación de que esta elección es una suerte de plebiscito, ya que sus precandidatos presidenciales han dicho que van a votar por Orrego.
Esta elección ha adquirido rasgos plebiscitarios al enfrentar a la vieja centro izquierda que gobernó gran parte de los últimos 30 años con la nueva izquierda que ha surgido con fuerza en los últimos cinco años. La derecha, que fue duramente derrotada en los comicios metropolitanos, ha contribuido a esta sensación de referéndum ya que todos sus precandidatos presidenciales han dicho que van a votar por Orrego.
Y en esta férrea disputa por un cargo que tiene más peso simbólico que atribuciones reales -quien gane será probablemente la figura con más votos obtenidos después del cargo presidencial- los adversarios de Oliva, pero también sectores dentro del mundo territorial y feminista han cuestionado la ‘pureza’ política de una candidata que asegura querer implementar una nueva forma de hacer política pero que, en muchos casos, recurre a las prácticas tradicionales del juego político.
Hay varios ejemplos que han generado un fuerte ruido en el mundo feminista. Para la elección de concejales en mayo Karina Oliva apoyó a su correligionario Rubén Urrutia en La Pintana, pese a saber que existían denuncias de violencia intrafamiliar en su contra. Al principio negó haber sabido de esas denuncias, pero a los pocos días reconoció que efectivamente conocía esta situación y que aun así había apoyado su campaña. El apoyo a un hombre denunciado por violencia familiar es un ‘no-no’ en el mundo feminista. Urrutia salió electo.
En 2017 Karina Oliva aportó 500.000 pesos para la campaña a la alcaldía de Concepción de Camila Polizzi, una gestora de eventos con fuerte presencia en redes sociales pero poco trabajo político previo. Fue la principal aportante, ya que según datos del Servel Polizzi recaudó 800.000 pesos. En un debate televisado, la candidata apoyada por Oliva se opuso al aborto libre -otra definición esencial del movimiento feminista- costándole el apoyo del Frente Amplio.
Y otros ejemplos han causado ruido entre quienes profesan una nueva forma de hacer política. Por ejemplo, en 2017 Oliva fue denunciada por militantes de Poder Ciudadano por no transparentar sus gastos de campaña como candidata a diputada, siendo ella la segunda candidatura con más ingresos dentro de ese partido que entonces presidía.
La última polémica fue que aceptara el apoyo de Pablo Maltés, la pareja de la diputada Pamela Jiles, quien compitió con ella en primera vuelta. Eso generó una airada reacción del precandidato presidencial del Frente Amplio, Gabriel Boric, quien aseguró que “no aceptaría su apoyo ni por un millón de votos”.
Hechos como estos han contribuido a que, entre algunas organizaciones territoriales y feministas, ajenas al bloque FA-PC, crezca la incertidumbre sobre qué tipo de liderazgo y gobierno regional podría representar Karina Oliva. Y ello, ciertamente, ha sido aprovechado al máximo por su contrincante.
Ruidos
"No puedo tomar partido, ni por Karina Oliva ni por Claudio Orrego. Me parece impresentable que a una semana de las elecciones recién estén mejorando sus programas y anunciando con bombos y platillos nuevos contenidos, que además son tremendamente acotados e insuficientes, especialmente en materia socio ambiental", dijo en un comunicado público el jueves 3 de junio Nathalie Joignant, la candidata del Partido Verde Ecologista que fue la tercera mayoría en la primera vuelta de esta elección.
"No dejo de ser mamá soltera, jefa de hogar, porque el papá de mi hija está presente como padre", afirma Oliva. "Lo curioso es que estas preguntas sólo se les hacen a mujeres", agregó, para luego indicar que respondía con cierta molestia a la consulta de este medio.
Anteriormente, en una entrevista con INTERFERENCIA, Joignant acusó haberse sentido presionada por los medios de comunicación respecto de si iba a respaldar a Oliva. “Las campañas hay que ganárselas, están en campaña ellos, que lo vean ellos. Que muestren sus propuestas. Te juro que donde estoy es un acoso espantoso y tengo que empezar a parar los carros y empezar a pelear con todo el mundo. Porque tampoco es llegar y votar por Karina Oliva del Frente Amplio, hay muchas decepciones ahí. Hay muchas cosas que una que viene del movimiento social y no ha estado en política te hacen ruido. Te empiezan a llegar documentos y cosas, y uno se pregunta: ¿ella es así? ¿es confiable?”, dijo el pasado 30 de mayo.
Resulta curioso que Joignant no haya dado su apoyo a Oliva, considerando lo que significa Orrego políticamente para los sectores más identificados con el estallido social y más críticos del modelo de desarrollo chileno. Pero esta aprehensión sobre la candidata del Frente Amplio es algo que se ha extendido entre personas de organizaciones territoriales y feministas ajenas al bloque FA-PC. Fuera de micrófono aseguran a INTERFERENCIA que Karina Oliva les genera incertidumbre, lo que explica por qué muchas organizaciones no han definido públicamente su voto. Con todo, afirman, no la van a cuestionar públicamente, porque no quieren aparecer favoreciendo a Orrego.
Pero también en su propia coalición, Oliva pareciera ser un enigma difícil de desentrañar.
Esta incertidumbre salió a la luz la semana pasada cuando la candidata recibió y aceptó públicamente el apoyo del derrotado candidato a la gobernación Pablo Maltés. Ello provocó que Karina Oliva recibiera el fuego amigo de su propio sector, con el precandidato presidencial Gabriel Boric criticando duramente ese apoyo. Boric, que ha sido foco de críticas y burlas del Partido Humanista y de Pamela Jiles, aseguró que “no aceptaría su apoyo ni por un millón de votos”, siendo tanto Maltés como Pamela Jiles (PH) “todo lo que no queremos en política”.
Según un artículo de El Mostrador, la mesa nacional del Frente Amplio conversó sobre este conflicto, pero la conclusión que se impuso fue la de mantener la “unidad” ante todo. Por lo tanto, hasta ahora el objetivo electoral es más fuerte que el disgusto de Boric.
Pero otros aliados no se dejaron arrastrar por esta polémica y el precandidato presidencial del Partido Comunista, Daniel Jadue, ha continuado haciendo campaña a favor de Oliva.
Bajos de Mena y madre soltera
Hija de un taxista y de una profesora, Karina Oliva ha enfatizado en sus orígenes sociales para esta elección. “Crecí en Puente Alto, lo que hoy es Bajos de Mena. Y sí, es verdad, armé un taller mecánico a los 19 años para pagar mis estudios de ciencias políticas”, aseguró en su cuenta de Twitter el 22 de marzo.
Pero a fines de mayo, en el programa ‘Pauta Libre’ de La Red, la periodista Alejandra Matus puso en entredicho la imagen que la candidata estaba proyectando. “¿Tú vienes del campamento o es otra relación?”, consultó Matus, a lo que Oliva respondió: “No, mis abuelos vivían en un campo que colindaba con el fundo Bajos de Mena”. Matus volvió sobre la cuestión: “Lo importante es que no viviste en el campamento, porque al decirlo proyectas una imagen, es como decir yo soy de Valparaíso, pero en realidad eres de Viña del Mar”.
Si bien la candidata ha recurrido con frecuencia a su pasado en Bajo de Mena, el hecho de no vivir en un campamento ya había sido reconocido por ella. “Viví en la casa de mis abuelos hasta los cinco años. Era una casa grande, con mucho patio, detrás había unas plantaciones agrícolas y pasaba un canal”, comentó en una entrevista con La Segunda el 22 de marzo. “Soy la candidata más morocha de todos”, aseguró.
INTERFERENCIA revisó antecedentes en el Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto y encontró dos inmuebles que han sido propiedad de los padres de Oliva. Uno de estos viene directamente de sus abuelos. Se trata de una casa ubicada en el ex fundo Bajos de Mena, entre las actuales calles Eyzaguirre y Santa Rosa, que pasó a manos de la madre de Oliva en 2015.
De acuerdo con el registro, la sucesión del abuelo materno de Oliva, Jaime del Carmen Pérez Sandoval, recibió el inmueble luego de su deceso. Un año después, la abuela de Oliva, en conjunto con el resto de la sucesión -su madre y sus tías- vendieron aquella propiedad por 22 millones de pesos en 2016.
Estos antecedentes respaldan su afirmación de “morocha”, en especial si se comparan con los de Claudio Orrego Larraín. Este estudió en el exclusivo colegio Saint George’s, se graduó de abogado en la Universidad Católica y cursó un máster en políticas públicas en la Universidad de Harvard. Karina Oliva, por su parte, cursó su educación media en el Colegio Adventista Porvenir de la comuna de Santiago para luego estudiar ciencias políticas en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Antecedentes en el Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto muestran que la familia de Oliva tenía un inmueble en el ex fundo Bajo de Mena, que vendieron por 22 millones de pesos en 2016.
Otro imaginario que ha acompañado la campaña de Oliva es su definición como madre soltera, lo que sintoniza muy bien con el hecho de que más de 50% de mujeres en Chile crían solas a sus hijos. “Soy mamá soltera, pero eso no significa que estoy sola. Lo he hecho al lado de mi familia, he ido aprendiendo de otras compañeras, de otras mamás", dijo en el programa ‘Pauta Libre’.
Sin embargo, una usuaria de Facebook publicó que Karina Oliva “no es mamá soltera”, ya que el padre de su hija es Jorge Ramírez, actual presidente del partido Comunes, a quien describió como un padre presente.
Este medio consultó a la candidata por la participación de Ramírez, quien ya no es su pareja, en la crianza de la hija que tienen en común. Vía WhatsApp Oliva respondió que "el papá de Emilia siempre ha estado presente en todas las dimensiones de la crianza y de la vida de mi hija", pero que una cosa es el vínculo de una hija con su papá y otra es su "jefatura del hogar". "No dejo de ser mamá soltera, jefa de hogar, porque el papá de mi hija está presente como padre", explicó. "Lo curioso es que estas preguntas solo se les hacen a mujeres", agregó, para luego indicar que respondía con cierta molestia la consulta.
Haciendo campaña para Navarro y Claude
En el MAS Oliva coincidió con su ex pareja y actual presidente de Comunes, Jorge Ramírez, y también con la diputada de aquel partido Claudia Mix. Tuvo su primera experiencia en elecciones el 2012, cuando postuló a la alcaldía de Melipilla. Salió última de entre cuatro candidatos, con un 2,16% de los votos, pero eso no la alejó de la política.
En las elecciones presidenciales de 2013 Oliva fue asesora del candidato del MAS, Alejandro Navarro, según consigna el medio Ex-Ante. Karina Oliva asegura a nuestro medio que su participación fue menor y que sólo representó "al partido en una comisión de oposición para proponer el fin de las AFP y una reforma tributaria". Pero Navarro optó por bajar su candidatura presidencial y apoyar a Michelle Bachelet, lo que provocó una ruptura al interior del partido.
Un grupo de militantes del MAS -entre ellos Oliva, Ramírez y Mix- renunció al partido por este apoyo a Bachelet. Ese grupo se plegaría a la campaña presidencial del economista de izquierda, Marcel Claude, quien a fines de 2012 anunció su candidatura a la presidencia a través del pacto Todos a La Moneda. Según Ex-Ante, Oliva habría sido la encargada de escribir los discursos de Claude.
La campaña no terminó bien. A pocos meses de las elecciones, la PDI acudió al domicilio del economista para “hacer cumplir una orden de detención emanada desde el Primer Juzgado de Familia por el no pago de 16 millones 384 mil 284 pesos”, según consignó El Mercurio el 5 de junio de 2013. Claude tuvo que cancelar 4 millones de la deuda por pensión alimenticia a su ex pareja para evitar ser arrestado.
Contactados por INTERFERENCIA, tanto Navarro como Claude declinaron referirse a su experiencia trabajando con Karina Oliva en sus respectivas campañas.
Tras la aventura presidencial de Marcel Claude, que obtuvo 2,81% de los votos, Karina Oliva migró para formar un partido político propio junto a sus cercanos.
La nueva política
Algunos ex colaboradores de las campañas de Claude, Bachelet, Navarro y Alfredo Sfeir formarían su propio partido. El 2015 nació Poder, partido que pasó a llamarse Poder Ciudadano en 2016 y que Karina Oliva presidió desde su fundación hasta 2019, año en que se fusionó con Izquierda Autónoma para dar paso al partido Comunes por el que ahora busca ser electa gobernadora.
"Tampoco es llegar y votar por Karina Oliva del Frente Amplio, hay muchas decepciones ahí. Hay muchas cosas que una que viene del movimiento social y no ha estado en política te hacen ruido", afirma Nathalie Joignant, quien salió tercera en las elecciones de mayo.
Siendo presidenta de ese partido, Karina Oliva participó en más de una ocasión en encuentros y puntos de prensa junto al ex diputado de RN, Gaspar Rivas. La cercanía de ambos resultaba paradójica, ya que Rivas terminó presidiendo durante dos años el Movimiento Social Patriota, inspirado en el partido nacional socialista chileno. Sobre su cercanía con Rivas, Oliva dice que es falsa. "El único contacto que tuve con el ex diputado fue en un punto de prensa para denunciar a carabineros y la privatización de agua". La candidata explica que tomó contacto con él porque estaba a favor de terminar con la privatización del agua y la renacionalización del cobre.
En 2017 Karina Oliva lanzó su candidatura a diputada por el distrito 12, compuesto por las comunas metropolitanas de La Florida, La Pintana, Pirque, Puente Alto y San José de Maipo. La incumbente en la izquierda era Camila Vallejo del PC. No logró el objetivo, saliendo última con un 1,6% de los votos. Peor aún, su candidatura fraccionaría el partido del que era presidenta.
El 2 de diciembre de 2017, los presidentes regionales del partido en Arica y Antofagasta, Catalina Cabrera y Jorge Zamora, acusaron a Karina Oliva y al resto de la directiva de falta de transparencia al no entregar comprobantes de ingresos y gastos del partido en las candidaturas, según informó El Dínamo. “Las bases de Poder no tenemos acceso al detalle, ni las boletas, ni facturas, ni actas, ni nada que nos informe fehacientemente acerca de cómo, y en qué se está gastando el dinero que llega al partido”, indicaron.
En concreto, acusaron a Oliva de recibir más recursos para su campaña que el resto, algo doblemente inquietante para la militancia de Poder Ciudadano dado los magros resultados de su postulación.
INTERFERENCIA revisó los dineros declarados ante el Servel para la elección parlamentaria de 2017, constatando que la entonces presidenta del partido registró ingresos por 25,2 millones, siendo la segunda candidatura con mayor financiamiento dentro de ese partido. De un total de trece candidaturas a la Cámara de Diputados de Poder Ciudadano, sólo fue superada por la de Claudia Mix que tuvo 43,9 millones a su disposición y resultó electa. La siguen los candidatos Erick Coñoman, con 18,2 millones; Inti Salamanca con 12,9 millones; Jorge Canales con 12,6 millones, y Pamela Leal con 10,8 millones. De los siete restantes, todos transparentarían aportes por menos de 10 millones de pesos, incluso con una campaña que registró 0 pesos.
Según El Dinamo, las acusaciones de los representantes de Poder Ciudadano fueron elevadas al Servel, entidad que determinó que la responsabilidad de esclarecer el asunto recaía en el propio partido a través de su Tribunal Supremo. A ojos de los representantes regionales Cabrera y Zamora, surgía otro problema con esto: el nepotismo.
En aquella época, el tribunal supremo estaba conformado por militantes que tenían directa relación con la propia directiva. Mientras que la directiva de Poder Ciudadano estaba compuesta por Karina Oliva como presidenta nacional; Ariel Jara Mix como secretario y en tesorería Andrés Hidalgo, el tribunal supremo estaba conformado por Libertad Méndez, ex pareja de Hidalgo; Sara Sánchez, entonces pareja de Ariel Jara; y Valeria Oliva, hermana de Karina.
El actual presidente de Comunes y ex miembro fundador de Poder Ciudadano, Jorge Ramírez - quien también es ex pareja de Oliva - explicó a El Dínamo que el tribunal fue elegido entre “los primeros 100 miembros fundadores” del partido y que “ellos y ellas estaban cuando fundamos el partido, los partidos se fundan con unos primeros 100 fundadores, donde efectivamente hubo gente con la que nosotros veníamos militando desde la universidad”.
En una fiscalización rutinaria el Servel determinó que “el partido se encuentra en situación de cumplimiento de las obligaciones de Transparencia Activa”.
El 2019, Poder Ciudadano se fusionó con Izquierda Autónoma, dando paso a Comunes, el partido por el cual Karina Oliva busca ser electa como gobernadora.
Malestar en el feminismo
Tras un debate con Orrego el 31 de mayo, la abanderada del Frente Amplio criticó el énfasis que el candidato DC puso en el combate a los portonazos. “Hay más violencia intrafamiliar que portonazos. La violencia intrafamiliar es una situación dramática que se vive en los hogares sobre todo en la pandemia. No basta sólo con decir que se está en contra, hay que hacerse cargo”, publicó en sus redes sociales.
El emplazamiento no envejeció bien. Vía Twitter, una usuaria compartió un pantallazo donde mostraba haberle entregado a Karina Oliva antecedentes de violencia familiar de un candidato a concejal que ella apoyaba.
El medio digital @NYC_Prod publicó la totalidad de la conversación entre la usuaria con la propia Karina Oliva. En esta se puede ver cómo hace entrega de los documentos de formalización de Rubén Urrutia Vásquez, candidato del Frente Amplio a concejal por La Pintana.
El chat publicado por @NYC_Prod
Oliva aseguró durante un debate con Orrego en CNN no haber conocido del caso hasta después de las elecciones del 15 y 16 de mayo. “No sé de dónde sacó Claudio que yo tenía antecedentes”. Esto fue desmentido por la conversación publicada por @NYC_Prod. La candidata había recibido los antecedentes el 4 de marzo, dos meses antes de las elecciones.
Durante la reunión para aceptar el apoyo en segunda vuelta de Pablo Maltés, Oliva reconoció haber contado con información previa. Hizo un mea culpa y aseguró que “debiese haber perseguido y revisado con más contundencia” la denuncia.
Comentarios
Excelente reportaje, el único
por que hicieron solo un
Me pareció que INTERFERENCIA
Siii totalmente de acuerdo,
Totalmente de acuerdo con los
Karina Oliva, hizo un daño
La política burguesa tiene
Los comentarios anteriores,
Yo agradezco la publicación,
Claramente una tipa mentirosa
Al pie del 4to párrafo,
Nuevamente se presentan dos
Y el prontuario de Orrego y
Fe de erratas....Camila
Mi comentario de antes fue
Los que dicen que la DC y
Excelente el reportaje indica
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