Las irregularidades de Viña Bus S.A. no se limitan a la mala experiencia que viven sus usuarios en el contexto de la falta de licitación del transporte público en el Gran Valparaíso, como fue expuesto anteriormente por INTERFERENCIA. A esto, se suma la delicada situación que viven sus trabajadores, incluyendo conductores y administrativos.

Desde 2008 a la fecha, la empresa acumula 66 demandas en el Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso. Entre ellas, se cuentan denuncias por faltas en los pagos de remuneraciones, despidos injustificados, sueldos en base a porcentajes por boleto cortado y/o con cuotas mínimas, listas negras de trabajadores vetados por reclamar sus derechos, modificaciones en los registros de asistencia de los choferes, contratos y desvinculaciones constantes para evitar el pago de indemnizaciones y presentación de documentación alterada ante los organismos fiscalizadores.

Una suma de situaciones que apuntan a la conducción de Viña Bus por parte del empresario porteño Reinaldo Sánchez, histórico dirigente microbusero quien además es conocido por su paso como presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y por la presidencia del club de fútbol Santiago Wanderers, además de ser un férreo defensor de la figura de Augusto Pinochet.

Documentación adulterada

Uno de los casos que mejor ilustra estas malas prácticas, es el de una trabajadora que en 2018 pasó de ser inspectora de ruta a secretaria. Caso al que tuvo acceso INTERFERENCIA, en el cual no se revelará la identidad de la fuente por temor de esta a represalias por parte de la empresa, en instancias en que hay una acción legal en curso contra Viña Bus S.A..

Este cambio laboral implicaba un cambio de remuneración, labores y extensión de la jornada, habiendo cambios de condiciones que no fueron cumplidas por el empleador. Dentro de sus nuevas labores, se le pidió modificar las hojas de ruta, guías de despacho y los ingresos y salidas que eran entregados por los choferes. La denunciante argumentó no haber entendido la razón de esta petición, hasta que se le solicitó entregar esta documentación a los organismos fiscalizadores.

Al momento de darse cuenta de que esta acción perjudicaba a sus compañeros, la trabajadora se negó a continuar con esta acción provocando el enojo de sus empleadores y, por lo tanto, su despido en medio de hostigamientos y malos tratos, según consta en documentos judiciales.

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Se aprecian dos imágenes: la primera es la hoja de ruta adulterada y la segunda es la hoja de ruta verdadera, cuyos datos deben ser ingresados directamente por cada conductor.

Además, el nuevo cargo significaba un aumento de sueldo por 80 mil pesos mensuales, lo cual -según la denunciante- nunca fue pagado. Sumado a ello, no le fueron entregadas las liquidaciones correspondientes a los meses en que ocupó este cargo, quitándole la posibilidad de ejercer alguna acción ante los organismos encargados, acumulándose una deuda desde abril de 2018 hasta enero del 2019 correspondiente a $1.060.000.