El 1° de mayo -el día del trabajador- el presidente de la Juventud del Partido Socialdemócrata Alemán (Juso), Kevin Kühnert, realizó declaraciones al semanario Die Zeit que desataron una intensa polémica que remece Alemania.
En la ocasión, Kühnert (29 años) defendió la instauración de un nuevo régimen político-económico al que denomina “socialismo democrático”, del cual forma parte la propuesta de colectivizar varias empresas para así "superar el capitalismo" bajo el entendido de que así se podrá “alcanzar un nuevo y mejor grado de bienestar para toda la sociedad alemana”.
Aunque no se trata de un retorno a la RDA, la propuesta del joven político alemán, nacido en Berlín meses antes de la caída del Muro, supone una mirada mucho más a la izquierda que los planteamientos habituales del SPD, el que se mantiene comprometido con el modelo de economía social de mercado.
Es por ello que el joven líder dice que “sin colectivización, superar el capitalismo es inconcebible” y formuló un llamado a implementar una política de expropiaciones que “incline la balanza a favor que las propiedad de las empresas pasen a manos del Estado".
La disruptiva propuesta se cuestiona que exista un reducido número de personas que son dueños de manera exclusiva de las grandes empresas alemanas, como la BMW, objetando que sean muy pocos los que disfrutan de su rentabilidad.
El mismo principio -según Kühnert- se aplica a los bienes raíces. "No creo que sea un modelo comercial legítimo ganarse la vida con el espacio vital de otras personas", dijo. Y agregó que "todo el mundo debería, a lo sumo, poseer el espacio vital que habita y que todo lo demás, sea propiedad colectiva”.
El discurso de Kühnert sintoniza con una serie de movimientos ciudadanos surgidos en las grandes ciudades alemanas a raíz del alza de los precios de la vivienda en los que se culpa de esto a la concentración de la propiedad inmobiliaria.
Su discurso sintoniza con una serie de movimientos ciudadanos surgidos en las grandes ciudades alemanas, y respaldados por el Partido Verde, a raíz del alza de los precios de la vivienda, de lo que se culpa a la concentración de la propiedad inmobiliaria.
Estas ideas provocaron que los sectores más conservadores del país pidieran explicaciones a los máximos dirigentes del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD por sus siglas en alemán), el que gobierna en coalición con la Unión Demócrata Cristiana (de centro derecha), la que a su vez es encabezada por Angela Merkel, quien transita por su cuarto periodo como jefa de gobierno.
El problema está en que Kühnert es un declarado enemigo de la coalición que tiene al SPD en el gobierno con Merkel, pues aspira a volcar su partido hacia la izquierda para recuperar su perfil y revertir el dramático proceso de pérdida de votos y militancia en el que se ha sumido.
Nadie quedó indiferente
Desde su mismo partido, y otros ubicados más a la derecha, no tardaron en responderle. Y aunque por ahora parece no estar acompañado por el resto de los dirigentes de la SPD, Kühnert logró abrir el debate al cuestionar desde sus cimientos el modelo capitalista y hacer ruido dentro de su propio partido y desde otros conglomerados, los que están pidiendo que el SPD se defina si está o no con estas posturas anticapitalistas de Kühnert.
La presidenta del SPD, Andrea Nahles, se vio forzada a descartar públicamente la propuesta del presidente de las Juventudes Socialdemócratas. "Creo que las respuestas que da Kevin Kühnert son equivocadas. Y no son reivindicaciones del SPD", afirmó.
Pese a esta falta de apoyo, Kühnert se mantuvo firme en una entrevista publicada en Der Spiegel", en la que reafirmó sus dichos: "Lo dije totalmente en serio", señaló.
El ministro de Transporte de dicho país, Andreas Scheuer, que es miembro de la derechista Unión Social Cristiana (CSU), restó importancia a la propuesta recordando que, “afortunadamente, hemos superado el socialismo y demostrado que tesis como las de Kühnert, muestran la retrospectiva y excéntrica visión de una fantasía perdida”.
Asimismo, la secretaria general del Partido Liberal (FDP), Linda Teuteberg, exhortó a que el SPD aclare su definición respecto de la propiedad, que dejó en entredicho el joven líder de la Juno.
El jefe de la CDU en el estado federado de Baden-Wuerttemberg, Thomas Strobl, lamentó que “30 años después de la desaparición de la RDA, la izquierda quiera volver al socialismo”.
De igual modo, el jefe de la CDU en el estado federado de Baden-Württemberg, Thomas Strobl, lamentó que “30 años después de la desaparición de la RDA, la izquierda quiera volver al socialismo”. En la misma ocacsón, Strobl destacó que sus aliados del SPD rechazaran el postulado del joven lider, “de lo contrario la coalición de gobierno sería insostenible”, aseveró.
Los dichos de Kühnert complican a un SPD que vive en el frágil equilibrio que hay entre la necesidad de volver a posicionarse ante el electorado de izquierda, pero siendo a la vez parte de un gobierno con Merkel, estando tercero en las encuestas tras la Unión Demócrata Cristiana y los Verdes.
Con todo, periódicos centristas como el semanario Die Zeit celebraron las palabras del joven líder socialdemócrata. Nadie quiero volver al régimen de la RDA, sostuvo el medio, "pero bienvenido sea que se vuelvan a discutir ideas en la izquierda".
De hecho, el editor político de ese períódico, Jochen Bittner, publicó una columna de opinión en el diario The New York Times, donde aseguró: "Olvídense del supuesto socialismo de los demócratas estadounidenses como Bernie Sanders o Alexandria Ocasio-Cortez". Según Bittner, "Kühnert está enfocado en la cosa real: el socialismo, asegura, significa tener un control democrático sobre las economías; él no busca ajustar el capitalismo, sino que reemplazarlo".
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