Los índices de la salud pública en Chile en comparación con otros lados del mundo están por el suelo, y dentro de esa diferencia se encuentra el número de ventiladores mecánicos disponibles tanto en el sistema público como privado. Según publicó nuestro medio –con datos de la consultora internacional Global Health Intelligence– , son un estimado de 1.737 unidades al 2019, es decir, 9,2 cada 100 mil habitantes, por debajo de Brasil (25,1), México (13,4) y Argentina (12,9) (ver artículo Exclusivo: Así está preparada América Latina para el Covid-19 en cuanto a infraestructura hospitalaria (y Chile no es líder para nada)
Esta herramienta es fundamental para enfrentar una pandemia como el Covid-19, pues el virus en ciertos pacientes graves produce dificultad para respirar, hasta el extremo de necesitar de un ventilador mecánico para mantener el suministro de oxígeno y presión a los pulmones. La existencia de este elemento, como se ha repetido a lo largo de los medios a nivel mundial, puede ser de vida o muerte.
A partir de la aparición de este nuevo tipo de coronavirus en Chile, el gobierno comenzó a adquirir ventiladores a distintos proveedores. El pasado 18 de marzo, el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, anunció la compra de 800 unidades; un día después, Jaime Mañalich, ministro de Salud, anunció que China donará en torno a 1.000 ventiladores mecánicos.
En pocas palabras, y si todo esto se cumple, el sistema de salud chileno debería contar con una cifra superior a los 3.000 ventiladores, sumando al sistema público con el privado. Al mismo tiempo, Mañalich dijo que ya se habían traído 600 unidades. Sin embargo, desde la cartera que dirige no se han entregado detalles al respecto: no se sabe dónde irán a parar, ni tampoco el plazo en el que buena parte de esta cantidad estará disponible para ser instalada a lo largo de la red asistencial.
Vida o muerte
Los ventiladores mecánicos han comprobado ser una necesidad crucial en países como España o Italia, donde incluso se ha tenido que optar por el protocolos de intervención que en última instancia determinan no atender a pacientes críticos en desmedro de otros con mayor expectativa de sobrevivencia.
Países de todo el mundo han comenzado una verdadera cruzada por comprar ventiladores. Y es que, a pesar de la indiscutible importancia de los respiradores mecánicos, su producción está teniendo serias dificultades para cumplir con la demanda de todo un planeta.
“El problema que tenemos es que esta crisis se veía venir desde hace mucho tiempo, y los gobiernos y hospitales simplemente no llenaron sus reservas”, explicó Eric Gjerde, CEO de Airon Corporation, al medio norteamericano Wired. Gjerde comentó que Airon, una pequeña compañía fabricante de ventiladores en Estados Unidos, ha tenido que rechazar órdenes de compra de todo el mundo por no dar abasto en términos de producción, a pesar de que en países como Taiwan e Italia le rogaran por más. “Los respiradores pueden esperar en su caja, sin ser tocados”, indicó, pero las compras no se hicieron con anticipación.
Más cerca de Chile, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, le pidió formalmente 1.500 respiradores al presidente chino, Xi Jinping, acorde a lo que informó el medio La Nación. Según el medio citado, dentro de la Casa Rosada también se evalúa solicitar reactivos para pruebas del virus; sin embargo, consideraron que lo más urgente son los equipos de ventilación. Por último, una empresa ubicada en Córdoba habría agilizado la producción de este tipo de equipos médicos, entregando 130 y prometiendo tener una cantidad similar para esta semana.
Incertidumbre en Chile
Un artículo de Ciper dio a conocer el viernes 20 de marzo la compra de ventiladores efectuada por el Ministerio de Salud acorde a esta contingencia. La empresa a la que más unidades se le compraron fue Comercial Kendall Chile Limitada, representante en este país de la firma internacional Medtronic, empresa irlandesa especializada en la producción de equipamiento médico. De acuerdo con la revista norteamericana Forbes, especializada en el mundo de los negocios, Medtronic cuenta con un capital de mercado de US$113 mil millones, empleando a más de 86 mil trabajadores dentro de sus distintas áreas de producción de suministros en el área de salud. Fundada en 1949, la multinacional reportó ventas por más de US$ 30 mil millones al 15 de mayo de 2019.
En total, Kendall vendió 832 unidades de distintas características, en su mayoría invasivos (568)–que pueden dar soporte ventilatorio a pacientes con síndrome de distress respiratorio; la complicación más grave del Covid-19– por un total de $11.550 millones sin iva.
INTERFERENCIA se contactó durante este lunes con esta compañía, para consultarle sobre el tiempo de entrega de los productos, si es que éstos ya están en Chile y si es que los dejarían directamente en los hospitales. Estas preguntas no fueron respondidas; la empresa más bien envió un comunicado diciendo que su fábrica de respiradores se ubica en Irlanda, donde actualmente trabajan 250 personas con turnos para abarcar las 24 horas del día, de modo de cubrir la alta demanda por estos equipos.
“Medtronic reconoce que la demanda de ventiladores ha superado con creces la oferta. Ninguna empresa podrá satisfacer por sí sola las demandas actuales de los sistemas de salud mundiales. Sin embargo, con todos los fabricantes aumentando su producción y, a través de asociaciones con gobiernos, hospitales y organizaciones de salud global, Medtronic se compromete a poner más respiradores en el mercado y en los lugares adecuados en el mundo para ayudar a los médicos y pacientes que tratan con COVID-19”, afirmaron desde su equipo de comunicaciones, sin especificar si el stock adquirido por Chile ya se encuentra en suelo nacional.
De acuerdo con lo informado por el medio citado, la empresa Mediplex S.A. vendió la segunda mayor cantidad de ventiladores al Minsal, aunque muy por debajo de lo comprado a Comercial Kendall Chile Limitada. Se adquirieron 23 ventiladores, por un monto de $28 millones de pesos cada uno (sin iva), dando un total de $644 millones.
INTERFERENCIA contactó a la empresa para consultar por los tiempos de entrega y su distribución a lo largo del país. La fuente indicó que los ventiladores ya están en las bodegas de la empresa, restando solamente recibir las instrucciones de despacho por parte del Minsal. Una vez recibidas las órdenes, la empresa configurará los equipos de acuerdo a las necesidades particulares de los centros asistenciales a los que sean despachados, pudiendo estar disponibles dentro de esta semana para ser instalados.
En cuanto a la repartición a regiones, la fuente dentro de Mediplex S.A. indicó que contaban con despachos fuera de la Región Metropolitana, pero que esa determinación dependía netamente de las directrices del Minsal.
La tercera empresa que vendió respiradores mecánicos al Minsal es Drager S.A., que comercializó 17 ventiladores a un costo de 22 millones (sin IVA) cada uno, totalizando una compra por $374 millones. Luego de reiterados intentos, no fue posible contactar a las oficinas de Drager S.A.
Sin obtener una respuesta concreta por parte de dos de los proveedores, nuestro medio recurrió al Ministerio de Salud y realizó las siguientes consultas, a fin de indagar en la planificación llevada a cabo por el gobierno:
-¿Cuándo se va a concretar la llegada de los 1.000 ventiladores mecánicos donados por China? ¿Fueron donados o adquiridos, cómo fue esa fórmula?
-¿Cuándo estarán disponibles los más de 800 ventiladores que el gobierno adquirió a proveedores de Mercado Público (Comercial Kendall Chile, Drager Chile y Mediplex)?
-¿Cómo se distribuirán todos estos ventiladores en la región Metropolitana o en regiones?
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. Lo mismo con la embajada de China, que no entregó detalles respecto de una supuesta donación de ventiladores a Chile.
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