“Fue una invasión, se cometieron muchas arbitrariedades. Se sometió a los pueblos que habitaban lo que ahora conocemos como nuestra América, todo el continente nuevo, recién descubierto. Fue una invasión”. Esta fue una de las tantas declaraciones que publicó a través de Twitter –mediante un video– el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), este lunes 25 de marzo.
El mandatario mexicano, quien conduce ese país desde el 1 de diciembre pasado, propuso -por medio de una carta al rey de España, Felipe VI, también copiada al Papa Francisco- que se pida perdón a México por lo que significó la conquista española sobre el imperio azteca y otros pueblos, una empresa que encabezó Hernán Cortés.
Misiva que, luego de conocerse su contenido, recibió rápidamente la respuesta del gobierno español, en voz de su ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que calificó la petición de “extemporánea”.
“Tampoco vamos a pedir a la República Francesa que pidan disculpas por lo que hicieron los soldados de Napoleón cuando invadieron España. O los franceses no van a pedir disculpas a los italianos por la conquista de las Galias por Julio César”, afirmó Borrell.
Acorde a medios internacionales, la llegada de AMLO a la presidencia de México generó ruido en los capitales españoles instalados en ese país, después de empezar a dar golpes hacia estas empresas en el sector inmobiliario, cancelando contratos y desistiendo de entregar distintos proyectos a las empresas de la península ibérica. Pese a esos comentarios de pasillo, la relación entre México y España parecía estar en buen pie, con Pedro Sánchez, un socialista, como presidente del gobierno español.
La petición simbólica de AMLO cambia el escenario de cercanía que se había observado entre AMLO y Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español.
Sin embargo, la petición simbólica de AMLO corre por un camino distinto al de la cercanía que mostró con Sánchez en enero pasado, durante su visita oficial a la Ciudad de México.
Según Martín Vivanco, analista y ex agregado político de la Embajada de México en Chile -entre 2013 y 2015, es decir, bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto- la carta fue entregada a Sánchez en privado en enero pasado, por lo que el hecho de que AMLO la haya publicado significa “una falta diplomática, pues estas misivas no se dan a conocer de manera unilateral”.
“Y el fondo del asunto es muy complejo. Por un lado, están las personas que defienden estas posturas, diciendo que hay antecedentes de otras naciones pidiendo perdón por violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado. Pero aquí hay un problema de tiempo, donde han transcurrido 500 años. Además, la historia es un fluido, y una disculpa implica un juicio binario. En el caso de México, lo que ha demostrado la historiografía, es que llegó medio millar de conquistadores y que ya había una guerra civil en ciernes en el imperio azteca. Fue una alianza entre varios de los pobladores de las etnias indígenas, como los tlaxcaltecas, los que ayudaron para derribar al imperio. Ahí tienes que matizar muchísimo”, dice Vivanco.
Tras la revelación de la carta al rey, está la idea de promocionar la idea de una “cuarta transformación”; que es la piedra basal de la épica del actual gobierno, con la que pretende decir que los cambios que promueve están a la altura de la Independencia, la Reforma de Benito Juárez y la Revolución Mexicana.
Para Vivanco, lo que hay tras esta movida de AMLO guarda relación con la esencia de su gobierno, que el mismo presidente ha descrito reiteradamente como la “cuarta transformación”: algo así como la piedra basal de la épica del actual gobierno, con la que pretende decir que los cambios que promueve están a la altura de la Independencia, la Reforma de Benito Juárez y la Revolución Mexicana
“Él está construyendo una épica histórica, y necesita poner en la mesa la historia con mayúscula. No podemos perder de vista que su esposa es historiadora [Beatriz Gutiérrez], principal consejera del gobierno en este tema, quien está a cargo de una oficina de memoria histórica, donde están construyendo este tipo de asuntos”, afirma Vivanco..
Cortés versus Valdivia
En suelo mexicano no se le rinde pleitesía a Hernán Cortés. De hecho, distintas personas consultadas por este medio aseguraron que no se pueden encontrar muchas estatuas en las grandes ciudades como Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara.
Distinto es el caso de Chile, donde se pueden encontrar calles con nombres como Pedro de Valdivia o el mismo Cortés, quienes tuvieron roles fundamentales en la conquista de estas tierras en América.
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