Son ya 365 días de incertidumbre para Solange Arias. Aquel 20 de octubre de 2019, su hijo, Yoshua Osorio, fue encontrado sin vida junto a otros cuatro fallecidos al interior de una bodega de la empresa textil Kayser; luego de que un incendio consumiera por completo el inmueble. A un año de los hechos y después de un metaperitaje forense que puso en duda la ausencia de terceros en las muertes, la causa sigue abierta a la espera de la formalización. Poco sabe sobre la actualidad del proceso Arias, y no es por desinterés. “No sabemos qué pasó con nuestro abogado. Lo llamamos, le mandamos correos y nada”, confidenció a este medio.

El cuerpo de Osorio fue encontrado sin vida al interior del recinto siniestrado junto a los de Julián Pérez, Andrés Ponce, Manuel Muga y Luis Antonio Salas. El abogado Lorenzo Morales – quien patrocina numerosas otras causas ligadas a posibles violaciones a los derechos humanos cometidas durante el estallido social – fue contratado tanto por Arias como por las familias de Ponce y Muga. Según relata Solange Arias, luego de presentar una queja a la Corte Suprema que terminó por ser rechazada, el abogado dejó de contestar a las tres familias.

INTERFERENCIA intentó tomar contacto en repetidas ocasiones tanto con Morales como con parte de su equipo, sin obtener respuesta.

Para Solange, tanto el abandono de su abogado como el proceso de investigación han resultado una completa decepción. “Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para obtener justicia, pero no nos toman en cuenta”, explica. Recientemente, las tres familias optaron por revocar el patrocinio a Morales para buscar un nuevo representante legal.

Para la causa de muerte de los cinco fallecidos del denominado caso Kayser, el Servicio Médico Legal ha apuntado a la asfixia por inhalación de humo. Desde fiscalía aseguraron a esta redacción que no se manejan antecedentes que den cuenta de la participación de terceros. Esto a pesar de cuestionamientos realizados por profesionales del ámbito forense.

En la autopsia de Osorio se describían tres lesiones torácicas, las cuales no fueron mayormente indagadas en su momento luego de ser interpretadas como producto de la acción del fuego. Según explicó el médico forense Luis Ravanal, estos deberían haber sido objeto de una inspección más minuciosa, que contara con una adecuada medición de las lesiones y la definición de su origen. Además, el profesional cuestionó la postura en que se encontraban los cadáveres encontrados en el lugar, indicando que “no concuerdan con una postura [de cuerpos quemados] si lo comparo con los muertos del incendio de la cárcel de San Miguel”. Cabe destacar que Ravanal participó de la investigación del incendio en aquel recinto penitenciario en diciembre del 2010, que cobró 81 vidas. (Revisa acá el artículo de INTERFERENCIA, Cuerpo calcinado de Kayser tenía 3 orificios en el tórax, pero autopsia no lo indagó).

Además, la autopsia de Luis Antonio Salas reveló que el cadáver sostenía una "lesión balística reciente con proyectil único retenido en pie izquierdo, lesión que debió limitar el desplazamiento del afectado", algo que según la médico forense a cargo del examen del cuerpo no era "posible descartar la actuación violenta de terceros sobre este cuerpo atendido el daño de la capa cutánea". (Revisa acá el artículo de este medio, Autopsia de uno de los fallecidos en Kayser dice que fue baleado en su pie poco antes de morir).

La lesión en el pie de Salas, provocada por un arma calibre 22, gatilló que el fiscal a cargo del caso, José Morales, solicitara el incautamiento del rifle del mismo calibre propiedad de uno de los dueños de la fábrica, Edward Abugattas Saba, para el cual se ordenó un peritaje el 4 de noviembre del año pasado. Hasta la fecha, Solange Arias asegura que las familias de los fallecidos no han tenido conocimiento de los resultados de aquel peritaje. Desde Fiscalía, en tanto, indicaron que no se podían referir a dicho procedimiento dado que la causa “no está formalizada”, mas indicaron que la lesión de Salas es previa según informes. (Revisa acá el artículo A petición de la fiscalía, dueño de Kayser entrega rifle que pericia ahora Labocar).