El programa de Canal 13 "Mesa Central", ha enfrentado reestructuraciones el último tiempo, pasando de un panel de periodistas analizando la contingencia política (como en su formato original de la Radio T13), donde se emulaba una sala de redacción y discusión de pauta periodística, pasando hoy a ser un panel estilo “Estado Nacional” (TVN) que mantiene equilibrios políticos tradicionales y un reposado debate político, sin mucha exigencia. En el bloque de entrevistas, las autoridades son consultadas de diversos temas de la contingencia, pero nunca de manera incisiva, ni se estila contra preguntar, donde generalmente el entrevistado o entrevistada pueden llevar su relato a puerto, sin mayores sobresaltos ni zozobras.
Por su parte, "Pauta Libre" de La Red ocupa el formato de bloque de análisis periodístico sobre la contingencia (con editorial al inicio, datos y opiniones), para pasar al formato de interrogatorio al entrevistado o entrevistada de turno, donde la totalidad de panelistas buscan que éste o ésta responda sobre dichos y acciones emitidas o realizadas, de manera incisiva y documentada, convirtiendo el set en una plaza pública y de interés público.
De este modo, ambos programas representan diferentes lineas editoriales, que en el contexto actual que vive el país, se contraponen diametralmente. Por un lado, campean las relaciones públicas, la pauta oficial y la comodidad de las vocerías. Por el otro lado, se luce el periodismo de escuela, las relaciones públicas se resienten, y el ejercicio de lo público encuentra una plaza para el contraste y las explicaciones.
Dos visiones y estilos frente a frente:
Este domingo en "Mesa Central", el vocero de gobierno, Jaime Bellolio, fue entrevistado por Iván Valenzuela (en el tercer bloque). Allí el ministro de la Segegob fue contestando preguntas, sin presión ni contra preguntas, llevando a cabo una pauta de prensa sin zozobras.
La entrevista inició con lo que ocurre en La Araucanía, particularmente con el asesinato de una joven trans y activista mapuche en el sector del lago Riñihue (por la que tres guardias de un Condominio están hoy en prisión preventiva), y el ataque a maquinaria en un fundo cercano al centro de Temuco. Sin entrar al detalle sobre la muerte de la joven, de quién lamentó el fallecimiento, el relato del ministro se centró en la causa mapuche, y la delincuencia en la zona, limitándose a señalar que lo otro está en manos de la justicia. Ante esto, no hubo ahondamiento por parte de Valenzuela, y se continuó con otros temas, como el retorno a clases -donde, sin mayores interrupciones- éste criticó al Colegio de Profesores, al que acusó de no presentar propuestas para el regreso a las aulas.
Otro de los temas tratados, fue el segundo aniversario de lo de Cúcuta, cuando el Presidente Piñera asistió a Colombia, para respaldar a Juan Guaidó, y respaldó a la disidencia venezolana, incluso, abriendo las puertas de Chile y ofreciendo una “visa de responsabilidad democrática”, algo que contrasta con las expulsiones a inmigrante venezolanos que el gobierno ha llevado a cabo este ultimo tiempo.
Fue aquí donde Valenzuela profundizó un poco refiriéndose a la crítica columna que el escritor Marios Vargas Llosa escribió alabando al presidente colombiano Iván Duque, y criticando duramente al presidente chileno Sebastián Piñera (de quien además es amigo). Esto, tras las publicitadas expulsiones a venezolanos hechas por el gobierno chileno. Ante esto, Valenzuela consultó a Bellolio sobre los dichos de Vargas Llosa. El vocero de gobierno contestó de manera ambigua, señalando que había leído la columna, pero sin mucha detención, y blandiendo duras criticas y toda la responsabilidad a lo que definió como “dictadura asesina y narcotraficante” de Nicolás Maduro, responsabilizando de paso al gobierno anterior (de Bachelet) por el actual problema migratorio, y señalando que la oposición se ha negado a que se avance en una política migratoria, que ellos han estado proponiendo. No hubo contra preguntas ni intervenciones por parte del entrevistador, ni consultas sobre cómo un gobierno que acusa a Venezuela de ser una "dictadura asesina y narcotraficante" y que enarbola la bandera de los DDHH, ha estado enviando a cientos de personas que buscan "el asilo conta la opresión" en Chile, de vuelta a esa "dictadura asesina".
La entrevista de Bellolio -que duró 22 minutos-, bien pudo ser una pauta de prensa, donde la versión dada es la aceptada, donde no hay exigencia a la autoridad respecto a dichos y acciones, aceptándose lo que se ofrece con pasividad, sin cuestionamientos.
Y lo de este domingo en “Mesa Central” ha sido la regla general de toda la temporada. Por el set del programa han pasado ministros/as, candidatos y candidatas presidenciales, autoridades varias, y la densidad de las entrevistas, en general, no ha variado. Un programa hecho por una producción periodística, pero sin periodismo. Un formato donde los asesores comunicacionales y las relaciones públicas brillan, y donde, salvo excepciones, no rinden cuñas que profundicen el debate, o al menos, lo promuevan.
Pero esto no siempre fue así. En la versión “mesa de redacción”, donde participaban más periodistas, la densidad era considerablemente distinta, si bien no en la línea de lo incisivo, sí daba mayores matices al debate. Hoy por hoy, y un “estallido social” mediante, el formato del programa rescata mucho de lo que fueron décadas de programas agiornados, y donde las autoridades públicas se sentían a sus anchas, sin cuestionamientos, y donde se les permitía instalar su relato, sin contrapesos, lo que llevó a esa misma clase dirigente a la mayor crisis de desconfianza de las ultimas décadas, y a estos mismo un poco más atrás, se suman los medios de comunicación.
Por su parte, este domingo "Pauta Libre" tuvo -en el segundo bloque- como entrevistado al senador del PPD, Guido Girardi, quien fue interrogado por todo el panel del programa (los y las periodistas; José Antonio Neme, Yasna Lewin, Paula Molina y Alejandra Matus). Allí, el senador fue contestando preguntas, constantemente presionado por el conjunto de periodistas.
A modo de ejemplo, la periodista Yasna Lewin (Radio Universidad de Chile), fue consultándole a Guirardi por diversas votaciones en el Congreso hechas por éste, las cuales, contrastaban con sus planteamientos. Una a una fueron siendo recordadas por la periodistas, poniendo a Girardi nervioso, quien incluso llegó a justificar su inasistencia en una votación en el Senado, señalando que no tenía una convicción clara en esa votación (Ley Anti Encapuchados y Barricadas), por lo cual decidió no asistir, aunque previamente sí votó a favor de la idea de legislar, como le recordó Lewin.
Y esta ha sido la tónica desde que inició la temporada “Pauta Libre”, donde la mayoría de autoridades o personajes públicos de interés entrevistados en el programa han debido soportar la presión del ejercicio periodístico básico en una democracia; Hacer que las autoridades respondan ante la ciudadanía sobre sus dichos y actos. Y en esto, tanto personeros del oficialismo como de la “oposición”, han sido tratados con la misma dureza. Algo que ya hemos comentado y rescatado en columnas previas.
Una apuesta televisiva, que tiene la impronta del actual director ejecutivo del canal, el periodista Víctor Gutiérrez, que ha llevado incluso a levantar notoriamente el rating del canal, y particularmente, de este tipo de programas de contingencia en la televisión abierta. Es así como el pasado domingo, “Pauta Libre” logró 6 puntos de rating, y este domingo, se mantuvo durante mucho rato en 5, algo inédito para un canal pequeño en la franja prime del domingo.
Y es que no solo se enfrentan dos formas de hacer televisión, sino dos formas de entender al país, esto en medio de una profunda crisis de legitimidad, que no solo atraviesa a la clase política y dirigencias del país, que fue uno de los gatillantes del “estallido social”, sino también a los medios de comunicación, en particular, al tratamiento de la información y noticias que estos emiten, lo que llevó durante octubre de 2019, que muchas de las protestas se concentraran en las afueras de varios canales de televisión.
Crisis de desconfianza en los medios informativos: El caso de Chile
Un informe realizado por investigadores del Trust in News Project del Instituto Reuters, plantea una profunda crisis de desconfianza en el consumo de información y noticias por parte de los ciudadanos y ciudadanas de América Latina, en particular; Chile, que cayó 22 puntos en los últimos 3 años, la caída más llamativa que muestra el estudio, superando a países como Argentina, Brasil y México.
El informe señala: “Chile sobresale al pasar la confianza en las noticias de estar por encima del promedio mundial a caer significativamente por debajo, con sus ciudadanos expresando, en 2020, el grado de confianza más bajo de los cuatro países latinoamericanos analizados en el informe”.
La desconfianza expresada en el estudio, se explica por un desgaste en las relaciones entre el emisor y el receptor en los ultimos años, todo esto en medio de una crisis medial a nivel global. Y en el caso de Chile, suma el quiebre de un pacto social que al menos en este país, nunca fue socializado ni tuvo como origen un proceso verdaderamente democrático, y que en gran medida se sostenía en el relato emanado desde los grandes medio de comunicación, que en el caso de Chile, han actuado como caja de resonancia de la elite.
Así el informe señala: “Después de los lideres políticos, la segunda fuente a la que más se culpa de la información falsa en estos cuatro países son los ‘periodistas o los medios de comunicación’, -que en el caso de Chile- muestra niveles ligeramente superiores al promedio mundial”.
La crisis de desconfianza en los medios informativos chilenos es un hecho, pero pareciera que algunos creyeran que por el solo hecho de no hablarlo en voz alta, este fuera a desaparecer.
Y claro está que programas como “Pauta Libre” no son la panacea ni resuelven el fondo del asunto, ni mucho menos la crisis de desconfianza. Pero sin duda está sabiendo leer mucho mejor el país y el contexto qué se vive. Porque efectivamente ya hay un hartazgo de relaciones públicas "vendidas" como información o noticia, cuando muchos y muchas piden lo mínimo: periodismo, sin concesiones, y que los medios cumplan su rol social y expresen las dudas y criticas legítimas de las audiencias, de manera seria y desprovista de populismo efectista, cuestionando a las autoridades cuando corresponda en relación a sus actos, y que estas respondan antes quienes se suponen representan.
Hay una crisis profunda aún de desconfianza, y si algo es claro, es que esta no se solucionará con Relaciones Públicas, pero es altamente probable que pueda aminorarse esta caída en la desconfianza con buen periodismo.
Comentarios
Le veo en via x doy jubilado
Dentro de la herencia
Ana María Martínez, muy bien
Rescatable La Red y su Pauta
Pauta libre si es periodismo
Efectivamente hoy en los
Es interesante destacar que
Seguro que los periodistas
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