Diez son los nombres fuertes tras la campaña de Sebastián Sichel. Diez nombres que provienen de la UDI, de Renovación Nacional y del mundo empresarial. Desde la política se cuenta con Andrés Chadwick (UDI), Marcela Cubillos (ex UDI), Andrés Allamand (RN), Tomás Fuentes (RN), Camila Flores (RN), Diego Schalper (RN) y Mariana Aylwin (ex DC). Desde el mundo empresarial, están Juan José Santa Cruz y Jorge Errázuriz (ex sostenedores de la aventura presidencial de Andrés Velasco). En doble militancia, Sebastián Piñera (ex RN).

A exclusión del presidente, que es representado por su primo y ex ministro del interior, Chadwick, todos ellos han trabajado férreamente por levantar la campaña de Sichel y conseguir no sólo los dineros, sino también los apoyos políticos necesarios para sacar adelante su liderazgo y convertirlo en la carta presidencial de la derecha.

Sus contendores -Ignacio Briones (Evópoli), Mario Desbordes (RN), Joaquín Lavín (UDI) y Evelyn Matthei (UDI)- lo saben. Incluso lo tildan de ser el candidato del empresariado; el “cabro de origen humilde” que ha coqueteado con el poder desde muy joven, el mismo que traicionó a la DC; el que tuvo una mediocre gestión en Corfo y en Banco Estado; y que hoy sigue siendo el favorito de la elite conservadora y neoliberal.

En entrevista con El Mostrador, Evelyn Matthei acusó a Sichel de ser "el candidato de los empresarios" y de contar con las "influencias" de algunas instituciones como el Instituto Libertad y Desarrollo (LyD). Algo parecido hizo Mario Desbordes en una entrevista en El Mercurio.

La plata, la música

Si bien la mayor cantidad de personas que apoyan a Sebastián Sichel provienen del mundo político, la base de cualquier campaña son los recursos financieros, y estos están, en principio, en los bolsillos de los empresarios Juan José Santa Cruz y Jorge Errázuriz, quienes vienen apoyando sistemáticamente a Sichel desde que concluyeron que Andrés Velasco, el ex ministro de Hacienda de Michelle Bachelet, no tenía posibilidades de ser competitivo en esta presidencial.

Contar con el apoyo empresarial además es un sello de los abanderados de derecha. En 2017, pese a que Sebastián Piñera era (y es) un millonario que aparece en la lista de Forbes, los empresarios locales le significaron una recaudación de $282.150.900 en donaciones, mientras que Alejandro Guillier -su más cercano contendor- obtuvo solo $685.000, según reporta LaBot.

Es por ello que han sido frecuentes las quejas desde el sector desbordista por lo que consideran una “campaña sucia”, en el contexto en que la oposición interna al abanderado oficial de RN pide libertad de acción para irse con Sichel. De tal modo, dicen cercanos a Desbordes que Juan Santa Cruz y Jorge Errázuriz están “ofreciendo dinero a diestra y siniestra a candidatos a concejales y alcaldes o Cores [Consejeros Regionales] para levantar sus candidaturas a cambio de que voten por Sichel en las primarias”. 

Lo mismo confirma otra fuente de la UDI: “esto es frecuente en política y hace rato que en la derecha los trapos no se lavan en casa. Acá hay una guerra desatada entre candidatos, y el dinero manda”.

Cabe destacar que el dinero también es un componente clave para los miles de candidatos que se presentarán a elecciones este año, inédito en la cantidad de autoridades que se eligen, lo que incluye además convencionales, diputados y senadores. Todos ávidos de los recursos que puedan hacer rodar sus campañas.

Además, más de una de las fuentes entrevistadas para este artículo señalan que en el último tiempo se ha visto a Sebastián Sichel en edificios emblemáticos de Sanhattan en compañía de Andrés Chadwick. Eso viene a refrendar un secreto a voces en la política: el ex ministro acusado constitucionalmente apuesta firmemente a Sichel. 

¿Cuál es la probabilidad de que Chadwick lo haga sin la venia de su primo, el presidente Piñera? Escasa. Y no solo eso. Con Chadwick sin poder ser electo ni designado en cargos públicos, su poder viene casi exclusivamente de representar a Piñera en el tablero político. Piñera y su billetera.

“A la derecha ortodoxa -esa que se rige por el capital, los movimientos de la bolsa y que erigió a Piñera dos veces– le conviene y le gusta mucho más la imagen de Sichel, porque es evidente que no van a votar por Evelyn Matthei o Mario Desbordes; y de Lavín ni hablar. Lavín es un camaleón político peligroso”, señala una fuente allegada al Presidente. Esta fuente agrega que “además en el último tiempo hemos visto con espanto como sectores inexpertos de la derecha han destrozado los cimientos de la UDI y Renovación Nacional, por lo que se requiere un liderazgo que vele por nuestros intereses sin populismos baratos que sólo desestabilizan al país”.

Una nueva vieja derecha

Desde RN y la UDI coinciden en señalar que los detractores de sus candidatos oficiales y quienes se sienten marginados de los procesos de modernización de esos partidos, están esperando la elección  del 11 de abril para aunar fuerzas en un solo bloque de derecha. Un sector que sea “más liberal en lo financiero, pero más moderada en lo social y valórico. Ellos están tratando de volver a los debates antiguos y vinosos que ya no nos representan ni como sociedad ni como derecha, pero que ellos intentan a toda costa mantener”, dice un militante de la UDI que toma distancia de este plan de reconfiguración del sector.

Es más, agrega un militante de RN, “esperan que fracasemos el 11 de abril, para así enrostrarnos que entregamos la constitución; y es por ello que sólo se han limitado en nuestro partido a solicitar que haya libertad de votación en las primarias de la coalición. Pero lo que quieren es que se permita votar por Sichel, eso buscan”.

De hecho, Tomás Fuentes, vicepresidente de Renovación Nacional y a quien los desbordistas llaman “el perro bomba de Andrés Allamand”; no sólo ha sostenido reuniones públicas con Sichel, sino además es parte de su equipo directo de asesores como precandidato. Fuentes ha sido uno de los que más ha insistido en la libertad de voto de los militantes (y candidatos) de Renovación Nacional, e incluso junto a Andrés Allamand y otros viejos militantes de RN, han tratado de convencer a Carlos Larraín de apostar por él como una figura de unidad de la derecha tradicional.

Otro dirigente importante en esta estrategia en RN, es el diputado Diego Shalper, quien ya viene acercándose a "los 10 de Sichel" desde que se jugó por el Rechazo y en contra de los retiros del 10% de las AFP.  Algo en lo que coincide con Andrés Allamand, quien pasó de decir que votaría por el Apruebo a defender el Rechazo. “Se reunió una cantidad de dinero por el Rechazo inimaginable, mayor a la de muchas campañas anteriores, y no se vio materializada en lo absoluto en los resultados”, comenta una fuente del Apruebo de Renovación Nacional.

Algo no muy distinto pasa en la UDI, donde se observa con preocupación que Joaquín Lavín ni Evelyn Matthei prenden en popularidad, por lo que hay espacio para seguir a Chadwick en su aventura. En este mundo también es relevante Marcela Cubillos y Libertad y Desarrollo, quien pese a no militar en el partido, ejerce un fuerte liderazgo. Y, también es importante, aunque en menor medida, Camila Flores, la diputada ultraderechista de RN que sin embargo ha contenido la fuga de militantes UDI hacia la opción extrema de José Antonio Kast y su Partido Republicano. 

“Es por ello que hoy la estrategia es defender con todo una campaña que sintonice con los empresarios, pero también con la gente. Porque ya vimos que el Apruebo generó los mismos apoyos en la derecha que los dos retiros del 10%, esta derecha progre y populista puede destruir todo lo que hemos construido”, comenta una fuente del ala de Sichel.

Las expectativas del sector representado por Sichel sobre la cantidad de constituyentes que pueda sacar la derecha en la votación de abril es bien baja. “Ellos ya sienten que perdieron la Constitución”, señala un miembro de RN.

Es por esto que, de no revertirse esta sensación en los próximos dos meses, ellos ya idean un plan B, que significa aunar fuerzas con estos diez nombres a la cabeza, los mismos que apoyan a Sebastián Sichel, y salir a formar un partido pequeño, pero “poderoso”.

El padrino Piñera

Para quienes están en La Moneda con Sebastián Piñera, las candidaturas de Sichel y de Briones compiten por agradar a los empresarios. Ambos se dicen progresistas de derecha, ambos se dicen cercanos al pueblo; aunque ambos finalmente -para tranquilidad de la derecha económica- se opusieron tenazmente al retiro del 10% de las AFP y optaron por políticas sociales frugales relativas al Covid-19.

De hecho, una fuente gubernamental comenta que, para el presidente, ambos candidatos podrían representar muy bien la continuidad de su gobierno. Algo que es un activo para Piñera (y no necesariamente para Briones, a quien le conviene alejarse). quien sin popularidad ni capital politico, finalmente está logrando obtener cartas en la repartición de juego presidencial  

De tal modo, Piñera tiene un favorito, y ese es Sebastián Sichel. Según comenta la fuente, “al presidente le gusta Briones, le cae bien, lo respeta y hasta diría que le tiene cariño. Pero es de Evópoli, y jamás podría ser el abanderado del Presidente, porque eso le valdría una pelea enorme con los dos partidos que siempre lo han apoyado; RN y la UDI”.

Pero Piñera no va a votar por Lavín, menos por Matthei y ni hablar de Desbordes. Entonces, agrega esta fuente, “Sichel le queda perfecto. Es querido, lo hizo bien, es de origen humilde, y tiene posibilidades”. Es así como, según señalan los entendidos, el presidente y su primo decidieron apoyar al candidato de Libertad y Desarrollo, y de gran parte del empresariado.

Sin embargo, muchos apuestan a que también prestarán cierto apoyo a Briones, aunque no de la misma forma, asegura una fuente: “no es bueno tener todos los huevos en la misma canasta”. Razón por la cual, al menos hasta que se acerque la fecha de las últimas batallas de las primarias, este apoyo a Sichel se quiere mantener lo más discretamente posible, según lo que entienda Chadwick por eso.