El segundo retiro del 10% de las AFP podría convertirse en una suerte de préstamo. Esto después de que el gobierno presentara ayer miércoles un proyecto de ley paralelo que permite el retiro de estos fondos, pero con la condición de que deben ser devueltos de manera obligatoria a las administradoras a través de una cotización adicional. Todo esto en un nuevo intento del Ejecutivo por evitar la aprobación –que hasta ayer se veía inminente– de la iniciativa original.

La semana pasada el gobierno vivió un duro golpe en la Cámara de Diputados con la aprobación del proyecto que permite un segundo retiro del 10% de los fondos de las AFP. Dicha ocasión estuvo marcada por el alto apoyo de parlamentarios de Chile Vamos a la iniciativa. Tomando en cuenta esto, la jornada de ayer en el Senado no era fácil para el Ejecutivo.

Ayer, a eso de las 15 horas, la Comisión de Constitución del Senado aprobó por 3 votos contra 2 la idea de legislar dicha moción, manteniendo intacto lo que salió de la Cámara en cuanto a que el retiro sea para quien lo desee, sin cobrar impuestos a quienes tengan mayores ingresos y proponiendo un reintegro voluntario –total o parcial– de lo solicitado.

La reacción inmediata de La Moneda a esto, a través del ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Monckeberg, fue hacer reserva de constitucionalidad al proyecto, dando luces de que de ser aprobado en sala podrían acudir al Tribunal Constitucional para intentar que este organismo impidiera el visto bueno a la iniciativa.

Pero pasadas unas horas, el gobierno tomó un camino alternativo. Cerca de las 20 horas Monckeberg, junto con el ministro de Hacienda, Ignacio Briones y la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, anunciaron la presentación de otro proyecto de ley de parte del Ejecutivo que permite un segundo retiro del 10% de las AFP, pero con diferencias al que aprobó la Comisión de Constitución del Senado.

La propuesta de Piñera fija un máximo de 100 UF en el retiro (cerca de 2,8 millones de pesos), mientras que en el proyecto de los congresistas se podía hasta 150 UF (cerca de 4,3 millones de pesos). Por otro lado, La Moneda plantea que quienes hayan cotizado 100 o más UF en el mes inmediatamente anterior a la solicitud, no podrán obtener su retiro.

Pero el punto más llamativo del proyecto es el que obliga a reintegrar lo solicitado:

“Los afiliados que soliciten el retiro de fondos previsionales de conformidad a la presente ley, deberán reintegrar los fondos retirados mediante una cotización adicional a su cuenta de capitalización individual de cotizaciones obligatorias”, dice el artículo 6 del proyecto del gobierno.

Durante la semana pasada, los senadores de Chile Vamos Manuel José Ossandón (RN), Juan Castro (RN), David Sandoval (UDI) y José Durana (UDI), anunciaron que apoyarían un segundo retiro del 10%, pero para evitar la confrontación con el gobierno, emplazaron al Ejecutivo a presentar un proyecto propio para que se “ejecute de manera ordenada” y así evitar llegar al Tribunal Constitucional.

“El Ejecutivo debe definir su posición en el proyecto y los parlamentarios tendremos que debatir en torno a sus alcances. Acá no estamos planteando posiciones, sabemos que la gente necesita ese 10% y queremos que sepan que van a estar los votos, pero por responsabilidad pedimos que se presente un proyecto, para que no vaya al TC y se defina bien, porque todas estas medidas tendrán un gran impacto en el futuro.”, dijo Ossadón en aquella oportunidad.

En caso de que los senadores de Chile Vamos en pleno se cuadren con esta iniciativa, la moción originada en la Cámara de Diputados corre riesgo de no ser aprobada. Ante esto sólo quedaría el proyecto presentado por La Moneda, dejando a los parlamentarios opositores con la decisión de si sumarse o no a los términos de Piñera en cuanto al retiro de fondos.

El gobierno fijó discusión inmediata para esta iniciativa, por lo que se debe revisar dentro de los próximos seis días.

Esta movida de Piñera podría darle un triunfo frente a la oposición, pero deja en incertidumbre la reacción social en medio de ánimos de descontento. Por ejemplo, ayer miércoles hubo tres convocatorias durante el día de protestas frente a La Moneda: una de trabajadores de la salud, otra de las familias de los asesinados por agentes del Estado durante el estallido social, y otra simplemente para exigir la renuncia del mandatario. Asimismo, hay otra manifestación fijada para este viernes, también dirigida a las afueras del palacio presidencial.