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Jueves, 18 de Abril de 2024
Entrevista con Cecilia Sepúlveda

Presidenta del Colegio de Nutricionistas: “Las cajas son una medida parche, hay que pensar en el control de precios para beneficiar también a las clases medias"

Joaquín Riffo

En conversación con INTERFERENCIA, la dirigente se refirió a la falta de información respecto al contenido de estas cajas, algunas medidas complementarias como la estabilización de precios, los factores culturales a considerar en la entrega de alimentos y la relación entre pobreza y obesidad, a propósito de las burlas de algunos sectores por el sobrepeso en manifestantes de comunas segregadas.

Admision UDEC

El representante para Latinoamérica y el Caribe de la FAO, Julio Berdegué, en una entrevista con Efe a fines de abril dijo que “en América Latina hace muchos años que el hambre no es producto de la falta de comida. Hace muchos años que superamos esa situación. Es un problema de falta de dinero para comprar comida y eso se va a agravar”.

El alto diplomático añadió que “[Hay que evitar] el deterioro del empleo y de los ingresos de millones de personas en la región, trabajadores formales, pero sobre todo millones de informales, ya que más de la mitad de la fuerza de trabajo de la región son trabajadores informales sin seguro de desempleo, de salud... muchos de ellos viven al día”. 

El cuadro que avizoraba Berdagué hace unas semanas ha tenido como catalizador en Chile el estallido social y la reciente crisis sanitaria, con manifestaciones en distintas comunas de la Región Metropolitana al inicio de esta semana, coincidiendo con la cuarentena total decretada por las autoridades. 

Tras el anuncio del reparto de 2,5 millones de cajas de mercadería realizado por el presidente Piñera para el Gran Santiago, varias han sido las voces críticas desde los municipios -que acusan una descoordinación entre el Ejecutivo y las administraciones comunales- hasta gremios que se han mostrado escépticos y en alerta respecto a la efectividad de la medida, tanto por los contenidos de las cajas como por su distribución y capacidad de sostenerse en el tiempo. 

INTERFERENCIA conversó con Cecilia Sepúlveda, presidenta del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile sobre el contenido y la entrega de estas cajas de alimentos, el alza de precios en la canasta familiar durante abril, los factores psicosociales que influyen en la nutrición, y la relación entre pobreza y obesidad, a propósito del difundido hashtag #GuatonesConHambre donde usuarios de redes sociales se burlaban de los manifestantes de comunas segregadas que presentaban sobrepeso. 

- ¿Cuál es su opinión respecto de la medida del gobierno para la cuarentena de repartir cajas de alimentos?

- Es una medida parche, que puede cooperar de alguna forma con el presupuesto familiar, pero el punto es que no está clara la frecuencia con la que estas serán entregadas ni el modo de reparto.

Por otro lado, tampoco le otorga libertad a las personas de elegir qué comer, ya que este mismo financiamiento que hoy se está disponiendo en las cajas se podría entregar directamente a la gente para que ellos lo destinen a sus prioridades.

Esto va a ayudar un poco a los quintiles más bajos, pero los grandes perjudicados son la clase media, quienes trabajan a honorarios o en trabajos informales que trabajan en el día a día para poder hacer un sueldo, que muchas veces no es considerado dentro del segmento de pobreza, pero que se han empobrecido enormemente.

Estas personas se ven perjudicadas fundamentalmente por la falta de trabajo producto del desempleo y las restricciones en las cuarentenas, y en particular por el alza de los precios en los alimentos.

El gobierno no ha hecho ninguna medida concreta para paliar el encarecimiento en la alimentación, eso es lo que a nosotros nos preocupa, que estemos subvencionando a sólo un sector y se descuide al resto de la población dejándolos desprotegidos.

- También se ha registrado un alza de precios de la canasta familiar durante abril...

- Nosotros hacemos un análisis semanal de los precios, tanto de consumidor como de productor, considerando todas las regiones y el tamaño de los productores. El alza del precio de la canasta básica indica que ha subido un 1% por semana en abril, entonces hay cosas que no van a ser cubiertas por la caja que está ofreciendo el gobierno.

El precio de las frutas y las verduras está expuesto a mucha especulación, nosotros sentimos que no se consideran aspectos técnicos que tienen que ver con el contenido de la caja y ni siquiera respeta las propias recomendaciones alimentarias chilenas. 

- ¿Sería recomendable establecer un control de precios?

- Así es. Cuando tú controlas el valor de los productos, el beneficio es para todos. No necesitas la logística de ir a distribuir cajas o adquirir los productos. El gobierno no ha mostrado una voluntad de apretar un poco el cinturón a las grandes cadenas de supermercado para que congelen los precios de la canasta básica como ha sucedido en otros países con ciertos alimentos, donde se establecen márgenes de lo máximo y lo mínimo que puede costar un insumo. 

- A su juicio ¿qué componentes debería tener esta caja de alimentos y con qué frecuencia debería repartirse?

- Si la caja fuese con una frecuencia mensual, para una familia de cuatro personas, debería considerar por lo menos 2 litros de aceite, 2 kilos de arroz, 4 paquetes de fideos de 400 g, un paquete de fideos para sopa, salsas de tomate, leche en polvo, 10 kilos de harina, levadura, atún o jurel en tarro, 2 kilos de legumbres, azúcar, 2 docenas de huevos, jamón de pavo al vacío y también debe contener perecibles como cebollas, zanahorias, peras, manzanas o papas.

"Si la caja fuese con una frecuencia mensual, para una familia de cuatro personas, debería considerar por lo menos 2 litros de aceite, 2 kilos de arroz, 4 paquetes de fideos de 400 g, un paquete de fideos para sopa, salsas de tomate, leche en polvo, 10 kilos de harina, levadura, atún o jurel en tarro, 2 kilos de legumbres, azúcar, 2 docenas de huevos, jamón de pavo al vacío y también debe contener perecibles como cebollas, zanahorias, peras, manzanas o papas".

- En el ámbito nutricional algunos programas gubernamentales han sido criticados en el pasado por no considerar factores psicosociales y costumbres culturales de las personas. ¿Cómo podría ser distinto esta vez?

- Justamente, ese ha sido el problema con los programas para prevención y tratamiento de obesidad. No han sido bien considerados los llamados condicionantes sociales. Dentro de estos factores está la educación respecto al contexto social en el que estás inserto, aspectos culturales y antropológicos.

Por ejemplo, hay que considerar que la población chilena es buena para comer pan, es algo que no puedes negar. Lo mismo sucede con el factor territorial, al ser Chile un país tan largo con muchas costumbres culturales y alimenticias distintas, por lo que una caja de alimentos que sirva en la Región Metropolitana no necesariamente será útil en otras regiones. 

El gobierno tampoco se ha referido a la proliferación de ollas comunes en el último tiempo, en distintas comunas del Gran Santiago y también en regiones. Eso es claramente una señal de empobrecimiento de la ciudadanía. 

- Respecto a la obesidad, hemos visto en los últimos días muchos comentarios respecto a la gente que protesta por el hambre y usuarios en redes sociales que se burlan por el sobrepeso de algunos de estos manifestantes. ¿Cuál es la relación entre obesidad y pobreza?

- Lamentablemente, todavía no se acepta que la relación entre la pobreza y la obesidad van de la mano.

Hay índices de desigualdad y otros de desarrollo humano, para poder evaluar la inequidad y cómo se asocia a algunas patologías. En el caso del índice de desarrollo humano, lo que te indica es tu desarrollo a largo plazo según el país en el que te tocó nacer y las condiciones en las que vives. Ahí aparecen mediciones como el índice Gini para poder medir la desigualdad. Lo que se ha visto en países con altos índices de obesidad, como Chile, es que a mayor desigualdad hay mayor obesidad, y cuando se junta con un bajo índice de desarrollo humano, tendrás desigualdad y desnutrición. 

Encuentro terrible las burlas que han hecho en redes sociales de la gente obesa protestando, porque se trata de una enfermedad multifactorial y efectivamente hay más obesos en las comunas más vulnerables. De hecho, cuando evalúas obesidad infantil en Vitacura, más del 50% de los niños está en un peso normal, y luego te vas a Cerro Navia y esa misma estadística no llega ni a un 20%. Mientras más pobreza y menos educación, más obesidad vas a encontrar. 

En la mayoría de los casos, si una persona está obesa en Chile es porque su alimentación es de mala calidad. Tenemos dos tipos de obesidad, una que es metabólicamente sana y por lo tanto se enferma menos. Y tenemos otro grupo, asociado a las comunas con menos ingresos, de obesos con un riesgo metabólico mucho más alto, que tiene que ver con la calidad de su alimentación y la falta de acceso a mejores alimentos. Son personas obesas, que están mal nutridas.

- Además de la repartición de cajas de alimentos. ¿Cuáles podrían ser medidas alternativas o complementarias para atender a la población en esta crisis sanitaria?

- O tiene que ser una caja de alimentos más completa que al menos les permita tener una alimentación más saludable, o de alguna forma hay que educar a la población qué comprar con cierta cantidad de dinero que les permita permanecer abastecidos por más tiempo en sus casas sin tener la necesidad de salir de forma reiterada. Hay que preocuparse de cómo alargar la vida útil de los alimentos. 

También se podría considerar, por ejemplo, la creación de bancos de alimentos. Esta es una estrategia que ha sido utilizada con éxito en otros países. Por ejemplo, en Alemania, ellos crearon un mercado regulado por los municipios que le compraba a los agricultores pequeños y se prioriza el consumo regional, asegurando el alimento para la población local primero y luego ir exportando. Si bien se trata de fruta y verdura que no es de primera selección, si se trata de insumos bastante más asequibles que en el mercado formal. 

En otros lugares, como Ecuador, Colombia o Costa Rica, se hacen bancos de alimentos entre toda la comida que es sacada de las góndolas de supermercados por estar próximos a fecha de vencimiento, la cual es traspasada por ley desde los privados a estos bancos y pueden ser distribuidos. 

"En otros lugares, como Ecuador, Colombia o Costa Rica, se hacen bancos de alimentos entre toda la comida que es sacada de las góndolas de supermercados por estar próximos a fecha de vencimiento, la cual es traspasada por ley desde los privados a estos bancos y pueden ser distribuidos". 

Lo que ha pasado con las ferias libres, me parece que responde a medidas tomadas desde la oficina ya que su cierre es perjudicial, entendiendo que en los sectores más segregados son la gran fuente de abastecimiento de algunos productos en zonas que carecen de supermercados. Las municipalidades deben organizarse para dar ciertas garantías de funcionamiento y de protocolos de higiene, pero me parece que la solución no es cerrar la feria.

La alimentación es un derecho y hay que darles facilidades a las personas para que puedan comer sin necesidad de asistencialismo de por medio.

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