Casi como algo premonitorio, el pasado 13 de noviembre de 2022 llovió en Santiago, mientras la artista Lorde hacía su presentación en uno de los escenarios del festival Primavera Sound en Chile. Y aunque la artista disfrutó de la lluvia y el público se quedó a pesar del clima de ese primer día de festival, el hecho puede ser una metáfora de lo difícil que serían los siguientes meses para quienes trabajaron en ese evento.

La historia comienza a fines del año 2021, cuando se anunció la llegada del Primavera Sound a Chile, evento que tiene su origen en Barcelona. Así aparece Rock Chile Spa, también conocida con el nombre comercial Rock Santiago, conformada, según datos del Diario Oficial, por Inversiones Santa Teresa Limitada, representada por Pedro Felipe Araya Roudergue, y por Cristián Camus Pérez. A su vez, Inversiones Santa Teresa es de propiedad en un 99% de Pedro Felipe Araya y de un 1% de Magdalena Mourguet, su cónyuge. 

Rock Chile había sido constituida en 2019, con el plan de traer a Chile el festival Rock en Rio, pero la pandemia truncó ese proyecto. Sin embargo, los socios vieron la oportunidad de negocio, según contó DFMAS, en Primavera Sound y convencieron a los organizadores españoles para realizar esta primera versión en Chile. 

El pago a los proveedores de equipos, insumos y servicios debía realizarse en diciembre, pero éste no llegó. Rock Chile, que era la empresa que había realizado los contratos con todas las empresas que levantaron el evento, se comprometió, uno a uno, a pagar en enero.

“Hemos gastado cientos de millones en viajes, diseñadores, periodistas, campañas de publicidad… hemos trabajado incansablemente durante dos años para que esto finalmente se concrete”, adelantaba Araya al DFMAS en diciembre del 2021.

En esa misma nota, se relata la cercanía y la amistad que se habría forjado entre Primavera Sound y Rock Chile Spa, relación que ahora parece lejana.

El festival funcionó bien, atrajo a 100 mil personas a los escenarios ubicados en Cerrillos y al concierto previo que trajo a Pixies, Cat Power y Jack White.

La mala noticia vino después: el pago a los proveedores de equipos, insumos y servicios debía realizarse en diciembre, pero éste no llegó. Rock Chile, que era la empresa que había realizado los contratos con todas las empresas que levantaron el evento, se comprometió, uno a uno, a pagar en enero. Pero, el pago tampoco llegó entonces. Luego, en febrero, tampoco se depositó lo adeudado.

Hasta el día de hoy, decenas de empresas, entre las que se encuentran proveedores de baños químicos, catering, instrumentos musicales, escenarios, luces y hasta fotógrafos, no han recibido el pago por su labor en el Primavera Sound 2022.

Ya todo se complicó en febrero de este año, cuando los organizadores del Primavera Sound de España emitieron un comunicado en el que afirmaron que este 2023 no se realizaría el evento en Chile y que tuvieron que “poner término al contrato de franquicia que lo relacionaba con Rock Chile Spa para la realización del festival y la marca en Chile“.

“Esta irremediable decisión se ha tomado como consecuencia de una serie de incumplimientos contractuales por parte de la empresa franquiciada, entre ellos los que dicen relación con el pago de proveedores”, agregan los españoles.

Más allá de la responsabilización de Rock Chile por parte de Primavera Sound, los más perjudicados han sido los proveedores y trabajadores del festival. Por eso, desde hace unas semanas han comenzado a organizarse y denuncian que, tan sólo considerando a quienes se han reunido, les adeudan $565 millones de pesos.

En total hay 28 proveedores organizados, especializados en variados detalles de los shows.

“Estamos evaluando una demanda colectiva, pero nos enteramos hace un mes que Rock Santiago [Rock Chile Spa] estaba en proceso de quiebra. Así que ahora vamos a ver qué podemos hacer. Solicitamos asesoría legal y los abogados nos han dicho que el camino para demandar a los españoles es muy difícil”, cuenta Gonzalo Toro, uno de los empresarios afectados por el no pago de servicios por parte de los organizadores del Primavera Sound.

“Se echan la culpa entre las empresas de España y Chile, se tiran la pelota de acá para allá. Desde Primavera Sound dicen que Rock Chile no cumplió con el contrato, y de Chile dicen lo mismo”, cuenta a Interferencia uno de los proveedores.

Fuentes cercanas a Rock Chile afirman que los socios chilenos están buscando cómo pagar lo adeudado a los proveedores y que la empresa no está en quiebra. Según lo que informó DFMAS a mediados de febrero de ese año, Rock Chile seguía en conversaciones con la firma española dueña del festival y en caso de no llegar a acuerdo, cada parte podía tomar acciones legales. Solamente se les había pagado a los artistas y a algunos trabajadores directos de Rock Chile.

En tanto, a seis meses de realizado el Primavera Sound, los proveedores siguen sin ver el dinero que les adeudan.

Deudas, amenazas y hasta enfermedades

“Se echan la culpa entre las empresas de España y Chile, se tiran la pelota de acá para allá. Desde Primavera Sound dicen que Rock Chile no cumplió con el contrato, y de Chile dicen lo mismo”, cuenta a Interferencia uno de los proveedores al que se le adeudan millones de pesos, quien solicitó reserva de su identidad para hablar libremente.

Este microempresario afirma que en su caso le dieron un adelanto de su pago y que “cuando empezaron los problemas lo primero que hice fue factorizar la deuda", lo que le permitió salir un poco más airoso que sus colegas del problema económico. Pero agrega que si el grupo de empresas decide demandar, se sumará.

Lo mismo cree la fotógrafa Mila Belén, quien lideró el grupo de fotógrafos que trabajó durante todos los días del festival. Cuenta que estuvo en reuniones desde fines del 2021 con Rock Chile.

“De parte del equipo chileno nunca sentí un mal trato, ni una mala cara, pero sí de parte de la empresa española, gritos, tratos pesados y eso no me gustó. Pero con los chilenos era muy buena onda. El trabajo estuvo bien, y además, era la pega de mis sueños, yo siempre había querido trabajar en este festival”, cuenta Belén.

Belén recibió promesas del pago de su trabajo para febrero, pero nunca recibió lo que le adeudaban. Su labor consistió en sacar las fotos de los shows y músicos que se presentaron durante todo el festival. Al tiempo, dejaron de responderle los correos y el teléfono desde Rock Chile. Tampoco están ubicables en su oficina, la que era arrendada. A ella le deben cerca de $9 millones de pesos, lo que incluye el trabajo de su equipo de fotógrafos, a quienes Belén congregó.

Varios de los entrevistados contaron que uno de los dueños de una de las microempresas que participaron tuvo que salir de Santiago, al haber sido amenazado por los trabajadores que contrató para las jornadas del Primavera Sound, quienes no habían recibido su salario.

Todos los proveedores que hablaron con Interferencia destacan que Rock Chile era una empresa nueva en la industria y sin experiencia para un festival tan grande e importante como el Primavera Sound. Pero al ver la presencia de la empresa española durante el festival, muchos se confiaron en que el dinero para pagarles estaba asegurado.

“Todas las productoras grandes son muy respetuosas, es poco regular que pase algo así, nunca lo esperé, por ser un festival internacional grande y porque me habían pagado un show anticipado”, cuenta otro proveedor, quien también pidió la reserva de su identidad “porque el medio es chico y todos se conocen”.

“Las versiones se contradicen, todos tienen versiones distintas sobre lo que pasó. Yo incluso le escribí a la gente de España y me mandaron un copy paste del comunicado que habían emitido en febrero. Después le escribí al creador del Primavera Sound y me respondió que era una pena mi situación, pero que a ellos, la empresa chilena les debía dinero. Y la versión de los chilenos es que los españoles no han pagado”, agrega la fotógrafa.

“Esto ha sido un desgaste mental terrible. Fue desgastante estar preguntando todas las semanas si nos iban a pagar. Y además una confió. Una sabe que a veces los pagos se pueden demorar, pero no pensé que la plata no iba a llegar”, comenta Belén.

Varios de los entrevistados contaron que incluso uno de los dueños de una de las microempresas que participaron tuvo que salir de Santiago, al haber sido amenazado por los trabajadores que contrató para las jornadas del Primavera Sound, quienes no habían recibido su salario. Otros dicen que tuvieron que endeudarse para pagar los impuestos de las boletas y llenar el hoyo económico con el que quedaron tras el festival.

“Veníamos con una agenda bastante cargada, no queríamos tomar el proyecto, pero Primavera Sound España nos convenció de tomarlo por la proyección que significaba y fue mucho trabajo. Al final eso me terminó por enfermar”, cuenta Gonzalo Toro, otro proveedor.

Para los proveedores, lo que sufrieron fue una estafa a gran escala. 

Para los proveedores, lo que sufrieron fue una estafa a gran escala. 

“Mi sensación es que abusaron de nosotros y del compromiso de los proveedores”, comenta uno de los proveedores. “Para mí fue cien por ciento una estafa”, comenta otro.

Están molestos con Rock Chile y con Primavera Sound de España, mientras buscan resolver el problema ahora a través de tribunales. Claro que planean esperar a que se anuncie el cartel de artistas para el festival del próximo año, ya que creen que es probable que el show vuelva al país.

“Queremos contar lo que pasó con todos los proveedores y dar a conocer el perfil de estafa que tiene este festival, porque hubo mucho dolo, promesas que no se cumplieron, contratos que no se cumplieron, órdenes de compra que no se ejecutaron, facturas que no se pagaron, cheques firmados sin fondos y hasta con firmas falsas”, afirma Toro.

Arbitraje y el papel de Andrés Chadwick Costa

Consultados por este tema y si desde la empresa dueña de la marca del festival habían intentado facilitar el pago a los proveedores chilenos, desde Primavera Sound respondieron a Interferencia que no se referirán al tema “por respeto con el proceso” de arbitraje en que están con la empresa Rock Chile. 

El arbitraje estaba establecido en el contrato que ambas empresas firmaron para realizar el festival, en caso de que problemas de este tipo ocurrieran, lo que debiese acabar antes de que termine este año.

Desde febrero Primavera Sound desde España ha recalcado que una situación así nunca les había ocurrido en ninguna versión anterior del festival, ni en Europa ni en América Latina. Es más, ya anunciaron que se realizará este año una versión del festival en Paraguay y Colombia, países que se suman a sus versiones en Brasil y Argentina.

Una de las cosas que les dio confianza a los proveedores fue su impresión de que entre los socios de Rock Chile se encontraba Andrés Chadwick Costa, hijo del ex ministro del Interior del gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick. La misma información había sido publicada en el Diario Financiero. Sin embargo, según las escrituras oficiales de Rock Chile, él no aparece como socio.

Consultados por este tema, desde Rock Chile respondieron a Interferencia que están realizando “las últimas conversaciones” para llegar a un acuerdo con Primavera Sound.

“Rock Stgo se encuentra actualmente, a través de sus abogados, realizando las últimas conversaciones e intentos con Primavera Sound Barcelona, con el fin de encontrar una solución que permita resolver sus diferencias y cumplir de esa forma con los compromisos tomados por el festival con los proveedores. Rock Stgo está haciendo los máximos esfuerzos en tal sentido, porque estamos muy conscientes de cómo y cuánto les afecta esta situación, y estaremos siempre disponibles para mantenerlos debidamente informados”, fue la respuesta de la empresa chilena.

Frente a otras consultas, desde Rock Chile prefirieron no referirse al tema.

Una de las cosas que les dio confianza a los proveedores, y que ellos mencionaron en las entrevistas, fue su impresión de que entre los socios de Rock Chile se encontraba Andrés Chadwick Costa, hijo del ex ministro del Interior del gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick. La misma información había sido publicada en el Diario Financiero. Sin embargo, según las escrituras oficiales de Rock Chile, él no aparece como socio. 

Cercanos a la empresa chilena, afirman que los socios son amigos de Chadwick Costa y trabajan con él en comunicaciones y relaciones públicas de Rock Chile. De hecho, el hijo del ex ministro formó una productora audiovisual con Cristián Camus, uno de los socios de Rock Chile, en 2010, por lo que a través de Camus vendría el nexo laboral. Consultado por el tema, Chadwick Costa no respondió a los mensajes que este medio le envió.

Además, dos de los proveedores consultados para esta nota afirmaron haber escuchado que el próximo año sería Bizarro -la misma productora que está a cargo del Festival de Viña y que trajo a Daddy Yankee a Chile el año pasado- la empresa que podría desarrollar el Primavera Sound 2024. 

El interés de Bizarro por organizar el festival no sería novedad. Según una información publicada en Diario Financiero, en agosto del año pasado Rock Chile buscaba un socio para la realización del festival y estaban analizando incorporar a Bizarro.

Uno de ellos, incluso, tiene la hipótesis de que el problema actual podría estar relacionado con Bizarro, de manera indirecta, empresa que además es conocida en el rubro por malas prácticas, tal como informó Interferencia la semana pasada.

“Bizarro con Rock Chile eran los que iban a levantar el festival en un comienzo, pero Bizarro se salió a las pocas semanas. Tuvo que seguir una empresa chica como Rock Chile, pero creo que puede ser que Bizarro acordó, con la empresa española, hacer juntos la versión del 2024, y que esta versión fuera una prueba, para ver si funcionaba”, afirma el proveedor.

Este medio contactó a Bizarro para consultarle si efectivamente estuvo presente en los inicios del festival y si estaría organizando los shows en América Latina este año y en Chile en 2024, pero no hubo respuesta a la consulta.

El interés de Bizarro por organizar el festival no sería novedad. Según información publicada en Diario Financiero, en agosto del año pasado Rock Chile buscaba un socio para la realización del festival y estaban analizando incorporar a Bizarro en la realización del espectáculo, pero finalmente el acuerdo nunca se cerró.