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Martes, 16 de Abril de 2024
Tensiones raciales en Estados Unidos

Sara Busdiecker sobre asesinato de George Floyd: "Los disturbios son necesarios, están matando personas afro"

Paula Huenchumil J.

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Sara Busdiecker, académica Spelman College (Atlanta, Estados Unidos)
Sara Busdiecker, académica Spelman College (Atlanta, Estados Unidos)

La académica afroamericana conversó con INTERFERENCIA en una semana donde se reactivaron fuertes manifestaciones contra el racismo. Para Busdiecker, el activismo afro nunca se ha detenido y plantea que "no se puede hablar de la identidad afrodescendiente en Estados Unidos sin hablar de violencia y peligro".

Admision UDEC

"Realmente creo que la responsabilidad ahora cae más en los blancos, porque son ellos los que tienen que educarse y cambiar". Esa es una de las declaraciones que emite para esta entrevista Sara Busdiecker, doctora en antropología de la Universidad de Michigan, actualmente profesora y vicedirectora del Programa de Estudios Internacionales y codirectora del Programa de Estudios de la Diáspora Africana en la Universidad de Spelman en Atlanta, Estados Unidos, donde todas las estudiantes son mujeres afroamericanas. Una universidad que se define como “históricamente negra”.

"Ellas eligieron venir a una universidad para afros, porque quieren evitar el racismo, pero también quieren prepararse para cambiar el mundo, están aprendiendo la historia del racismo, que nunca aprendieron en las escuelas públicas, ni el porqué del racismo". 

La académica conversó con INTERFERENCIA desde Estados Unidos en una semana que, tras el asesinato de George Floyd de parte de un policía, reactivó fuertes manifestaciones contra el racismo y la violencia policial en distintos puntos del país. "Los disturbios son necesarios. ¿Qué esperan? Están matando personas afro", explica. Asimismo, la investigadora aborda conceptos como el color line, el racial profiling y la discriminación racial.

Busdiecker, también ha investigado en países donde la población afro es una minoría, como en los casos de Bolivia y Chile. Además, se desempeñó como coordinadora regional del Proyecto Andino para la Promoción de los Derechos Humanos de Afrodescendientes en Bolivia, Ecuador y Perú y fue uno de los miembros fundadores del Observatorio de Justicia para Afrodescendientes en Latinoamérica (OJALA).

–"Los disturbios son el idioma de los no escuchados", dijo Martin Luther King III, citando a su padre, ¿cree que esta reflexión vuelve a tomar importancia?

Es que nada cambia y entonces la ciudadanía sale a las calles, entran a tiendas, también han hecho barricadas, porque parece que solo así hay resultados, siembre ha habido racismo en este país. Pero el hecho es que tenemos el registro a través de un video, que se difunde por redes sociales y enoja a la gente que ya está agotada. 

Muchas personas ahora están en el centro de Atlanta, en frente del edificio de CNN, protestando en masa, hay coches quemándose y la policía está también por la zona, intentando controlar a quienes protestan. Sí, parece que las personas se suman aquí en Atlanta, estamos igual de enfadados que en muchas otras zonas alrededor del país. 

Estas protestas van a continuar. El hecho de que el oficial de policía que asesinó a George Floyd haya sido arrestado parece que no ha sido suficiente para calmar los ánimos de la gente, sigue la gente protestando activamente en las calles.

Entonces sí, los disturbios son necesarios. ¿Qué esperan? Están matando personas afro .

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La comunidad negra de Atlanta también ha explotado por este nuevo caso de violencia policial  (Elijah Nouvelage / AFP)
La comunidad negra de Atlanta también ha explotado por este nuevo caso de violencia policial (Elijah Nouvelage / AFP)

–¿Cómo cree que el asesinato de George Floyd marcará la lucha por los derechos civiles de la población afroamericana?

Esta no es la primera vez y sabemos que no será la última lamentablemente, ahora no veo un fin. Tengo que admitir que en este momento es muy difícil hablar desde una perspectiva intelectual o académica, justamente esta semana, porque siento mucha rabia como afroamericana y madre de un hijo afroamericano, siento mucha rabia, un dolor, un agotamiento tan profundo y personal, que me faltan las palabras en inglés para expresar racionalmente esta impotencia.

Yo vivo en Atlanta, en el Estado de Georgia, al sur del país. Hace unas semanas atrás salió un video de otro momento donde dos hombres blancos mataron a un joven afro que simplemente estaba trotando en su calle y ahí le mataron, salió en las noticias nacionales.

El activismo afro nunca se ha detenido, pero como este evento es muy grave y quedó registrado, apareció en los medios de comunicación alrededor del mundo. Acá en el Estado de Georgia también hay protestas por este joven afro que fue asesinado, y en Kentucky porque la policía mató a una mujer afro en su propio departamento. Me refiero, las protestas por actos racistas en distintos puntos del país se suman a este terrible asesinato. 

Entonces, la violencia es una parte importante de la experiencia e identidad de los afrodescendientes de los Estados Unidos. Sentimos orgullo de ser afrodescendientes, claramente, pero no se puede hablar de nuestra identidad y experiencia sin hablar de violencia y peligro.

Todo el país ve, además de estos racismos violentos que son obvios, que el virus y esta pandemia nos afecta de forma más profunda. Pasamos los 100.000 muertos debido al virus en EE.UU y recién leí que 23.000 son afrodescendientes, ¿cómo puede ser si somos el 13% de la población del país? Y 23% de los muertos somos afrodescendientes. Esa es otra expresión de racismo estructural, así que eso de salir y protestar y luchar por derechos civiles que nos pasa por el actuar de la policía está presente, pero también porque nos afectan las políticas de salud, las dotaciones básicas que no tienen las zonas donde mayormente están pobladas por afrodescendientes. También tenemos ese problema, ahí aumenta el número de muertos bajo esta pandemia. 

–Algunos teóricos han planteado que el racismo tiene su origen en la trata transatlántica y en cómo la esclavitud configuró la nación tras la guerra de secesión

Exactamente, cuando pasan eventos como estos, de policias matando a afrodescendientes, obviamente es racismo, pero también es una opresión del Estado, a nivel estructural, porque pasa en todo el país, es algo institucional. Es una historia de siglos, desde la historia de la esclavitud del país, no hemos salido de los estereotipos que nacieron en esa época de la historia. Nunca hemos salido de esas divisiones. 

Igualmente tengo que tener esperanza que esto pueda cambiar, pero siento que hemos vuelto atrás los últimos años. Yo ahora trabajo en una universidad exclusivamente con mujeres afrodescendientes de todas las partes del país, ellas eligieron venir a una universidad para afros, porque quieren evitar el racismo, pero quieren prepararse para cambiar el mundo, están aprendiendo la historia del racismo, que nunca aprendieron en las escuelas públicas, o no aprendieron suficiente el porqué del racismo, y nos estamos preparando para lograr cambios. 

Hay varios esfuerzos en distintos lugares de Estados Unidos, organizaciones, comunidades, pero realmente creo que la responsabilidad ahora cae más en los blancos, porque son ellos los que tienen que educarse y cambiar. 

–A principios del siglo XX Du Bouis habló en The Souls of Black Folk (Las almas de la gente negra) que uno de los problemas de Estados Unidos es la "Línea de color", ¿esta división sigue vigente?

Si me preguntas si el concepto usado por Du Bois color line sigue siendo relevante hoy en día, sí que lo es. Él habló sobre la línea de color en 1903 pero en el 2020 sigue operando y no solo como concepto, sino que es lo que experienciamos cada día. Yo creo que lo que sucedió esta semana en Mineápolis con George Floyd es una evidencia más de esa línea de color, pues lo que pasó es una consecuencia de racismo, de opresión estatal y de racial profiling .

El racial profiling –se refiere al uso de la raza o el origen étnico como base para sospechar que alguien ha cometido un delito– sucede cada día en los EE.UU, en ocasiones termina con la muerte. Pero más frecuente que estos asesinatos perpetuados por la policía a inocentes afroamericanos, lo que tenemos son incidentes relacionados con ciudadanos blancos que llaman a la policía debido a la presencia de afroamericanos que no están haciendo nada erróneo. Ese es otro ejemplo de racial profiling que evidencia esta línea de color, cuando personas blancas se sienten incómodos ante nuestra presencia. Esto lo vemos comunmente en las noticias, como que una persona llamó a la policía porque otro ciudadano afroamericano estaba haciendo una barbacoa en un parque habilitado para ello. Y sucede porque una persona negra está haciendo fuego. O porque una persona está durmiendo sola en su propia casa y la policía irrumpe sin ningún motivo y termina con su vida. Porque una persona blanca ve a un afroamericano trotando, que hace deporte en su vecindario e inmediatamente se convierte en sospechoso. Esto sucede cada día alrededor de todo el país. Es una evidencia clara de la línea de color.

Adicionalmente, si miramos las estadísticas socioeconómicas en los EEUU, es otra evidencia de esta línea de color. Recientemente he visto un documento emitido por el Congreso que afirma que los afroestadounidenses tienen más del doble de probabilidades de vivir en la pobreza que una persona blanca. Los niños afroamericanos tienen tres veces más posibilidades de vivir en la pobreza que un niño blanco. Nos dicen también que la brecha de riqueza entre los hogares blancos y negros aumenta con la educación.

La tasa de encarcelamiento de afroamericanos se mantiene seis veces por encima de los blancos. Sigue la segregación en las escuelas, permanece en los barrios que si bien no es legal, sigue sucediendo. Todos estos son algunos de los múltiples ejemplos de la existencia de esta línea de color en los Estados Unidos.

–La llegada de Trump al poder, ¿ha hecho resurgir este racismo?

Siempre ha habido racismo y estas mismas cosas ya estaban pasando antes de Trump, pero la diferencia ahora es que él mismo, por las palabras que salen de su boca, por su discurso y sus actos frente al público, sí ha cambiado el discurso público del resto de ciudadanos de EE.UU. Ahora la gente se siente más libre para expresar y mostrar públicamente su racismo, para decir y realizar actos racistas. Y es transversal, esto lo hacen los niños, los adultos, cualquier persona siente que puede decir lo que quiere, mostrar odio y discriminación y no hay consecuencias. Yo diría que sí tiene mucho que ver con Trump pero, de nuevo, esas personas eran racistas antes de su llegada, pero estaba socialmente peor visto y no lo mostraban tanto públicamente. 

–¿Es peligro ser afrodescendiente en EEUU, más cuando habitan en zonas o barrios que además han sido estigmatizados?

Yo creo que sí es peligroso, ahora mismo no quiero intentar medir nada o decir que no. Lo que pasó en Mineápolis esta semana podría pasar en cualquier lugar, en cualquier momento pero, claro, hay lugares que tienen una mayor tradición liberal, con sociedades más abiertas, donde hay mayor diversidad. Yo vivo en una zona así, más liberal y anti Trump pero igualmente corremos más riesgos que el resto. 

Yo tengo miedo por mi hijo porque el peligro es real. Él puede salir a la calle pero no puede hacer cualquier actividad que hace un adolescente, tiene que tener mayor precaución y cuidado, por ejemplo cuando entra a una tienda –esto para que no piensen que va a robar– siempre le digo, sonríe, muestra una sonrisa en la cara porque cuando no la tienes, las personas pueden pensar que si estás enojado eres peligroso, aunque eso no tenga nada que ver con la realidad. 

Así que es un peligro verdadero y nos pasa a las mujeres también, que hemos sidos estigmatizadas sexualmente. Hay mucho acoso y abuso sexual, así como violencia obstétrica, incluso a mujeres negras de clases altas.

Las noticias muestran que el mayor peligro lo corren los hombres afrodescendientes, pues su estereotipo es que son peligrosos, son agresivos. Son las excusas y las ideas racistas que tiene la policía para abordar de una manera determinada y violenta, prejuzgando a los hombres afrodescendientes. Y el peligro se produce en cualquier lugar. 

–Sobre lo que menciona, ¿hay que educar a los hijos afrodescendiente ante ese peligro?

Claro, mi experiencia me dice que no soy la única mamá que educa y protege de esa forma a sus hijos. Cuando salen estas noticias, se habla con los hijos, sobre cómo debemos actuar para tomar precauciones, aunque vemos que pasa constantemente sin motivo, sin que nadie oponga resistencia. Muchas veces termino gritándole a la televisión, me quedo llorando. Mi hijo ya sabe que es una cosa seria que nos puede ocurrir. 

Esto está pasando en todo el país, ahora hay madres llorando y explicándole estos temas a nuestros hijos. Y vemos que con George Floyd esta semana, cuando la policía estaba encima de él, ¿él qué hizo? Gritó para su mamá. Una de sus últimas palabras eran para su mamá que había muerto hace dos años, un hombre de 46 años. No sé, eso es increíble, dan ganas de llorar. 

–De lo que has podido estudiar y vivenciar sobre la diáspora africana en Estados Unidos, y teniendo en cuenta lo que me ha dicho ¿crees que ahora se vive en una época de mayor inseguridad respecto a otros periodos para la población afrodescendiente?

No sé si hemos tenido una época de mayor seguridad, pero la impresión es que teníamos una mejor perspectiva social durante la época de Obama, claro. Pero al mismo tiempo, durante esa presidencia, aumentaron el número de grupos en su contra, aumentó el Ku Klux Klan, y movimientos neonazis. El día que ganó las elecciones, mucha gente blanca salió a comprar armas. Aunque teníamos la impresión de que se podrían lograr avances para la población afroamericana, la realidad por otra parte, indicaba que todavía hay sectores y grupos que no lo iban a permitir. 

Yo en el momento en que elegimos a Obama como presidente vivía en el Estado de Texas, en la comunidad donde vivía, tuve que quedarme en mi casa ese día porque sentimos miedo a cómo iban a reaccionar los grupos que estaban en su oposición. Nos daba miedo salir a celebrar. 

–¿Cuáles son las principales demandas de la población afrodescendiente en EEUU?

Tenemos tantas, pero la principal es la igualdad en absolutamente todo, porque ahora con Trump la supremacía blanca está tomando fuerza, está surgiendo de forma fuerte y obvia. La supremacía blanca entra en todos los sectores de la sociedad, en todos los aspectos de la vida individual y de la colectividad o de la nación. El peligro además es que en ocasiones está de forma encubierta. Nuestras demandas es eliminar esta supremacía que es peligrosa para nuestra vida, solamente pedimos igualdad en derechos, en igualdad en tratamiento por la policía, por las instituciones educacionales, por el gobierno, o al acceso al voto. Porque incluso en eso los políticos nos lo ponen más difícil, el poder votar en elecciones. De igual forma, tenemos mayores dificultades en acceso a la vivienda, en préstamos. Para todo tenemos mayor problema. 

Pueblo afrodescendiente en Chile

–Sus investigaciones y publicaciones se centran en países donde la población afro es menor, como en los casos de Bolivia y Chile, ¿qué rescata del caso chileno?

Comencé el proyecto por su activismo, pues me llamó la atención en cómo en poco tiempo, desde el 2001 con la fundación de la primera organicación afrodescendiente, Oro Negro, de ahí hasta ahora hay una cantidad de organizaciones, 45 entre Arica y Azapa. ¿Cómo puede ser con una población tan pequeña? Hay tantos grupos y tanto activismo que me impresionó mucho, porque eso no pasó en Bolivia, que tienen una historia más larga de activismo desde los años ochenta del siglo pasado. Es interesante lo que han logrado con la nueva Ley de Reconocimiento. 

Igualmente, para mí y para todo aquel que investiga la diáspora africana, lo distinto de Chile es el hecho de que se produce una decisión de individuos y de familias por identificarse como afrodescendientes de forma pública y por recuperar una historia perdida. Y hacen todo eso pero en cuerpos que se podrían interpretar como no afrodescendientes, que podrían haber pasado como mestizos y así evitar la discriminación y el racismo. Pero no, se identifican afrodescendientes y recuperan una historia que es suya, propia, que habla de la afrodescendencia particular que vivió la zona del norte de Chile, luchan por esas raíces y salen a la calle para pedirle al gobierno que saquen esa ley. Eso me llamó la atención.

Porque en otros países el fenotipo es más evidente y se nota en el color de la piel, que somos afrodescendientes. Ahí entendemos que su invisibilidad y su lucha es otra y toma otra forma y no han perdido tanto, existen comunidades que han reservado muchas expresiones culturales. Han recuperado y rescatado esa memoria para iniciar ese activismo, si bien parte de los integrantes sí han tenido que aprender desde cero. Eso es distinto de Bolivia o de otros países. 

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Pueblo afrodescendiente en Chile fue reconocido legalmente en 2019. Foto Radio Cooperativa
Pueblo afrodescendiente en Chile fue reconocido legalmente en 2019. Foto Radio Cooperativa

–¿Qué diferencias ve respecto al racismo cuando esta población es minoritaria? 

Una cosa que es muy obvia en Bolivia y Chile es que muchas veces cuando las poblaciones afrodescendientes hablan de racismo, primeramente van a decir que sufren procesos de invisibilización, que son excluidos y olvidados, que nadie sabe que forman parte de la nación. Ahí comienza la conversación sobre el racismo, si bien también hay discriminación. 

En Bolivia y Chile, que son menos del 5 o 3% de la población total, muchas veces los mismos bolivianos o chilenos no reconocen su presencia. Si ven afrodescendientes piensan que son extranjeros, de otro país, y ahí salen las ideas racistas junto con la xenofobia hacia los otros países. El racismo entonces es hacia el afrodescendiente que es colombiano, brasileño, que toman nuestros empleos, el discurso es un poco diferente. 

Aquí en EEUU, aunque somos el 13% de la población, no somos y nunca hemos sido invisibles. Todo el mundo sabe que existe el racismo. 



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Debemos como humanidad, sacar de Raíz, Toda actitud humana desde el miedo y la ignorancia Focos de Racismo xenófobia como humanidad no lo debemos permitir Es por eso la importancia de ustedes los periodista independientes , debemos de saber la verdad Estoy compartiendo Con amigos periodismo independientes. Gracias por mostrar la verdad . La verdad nos hace libres . De Todo el mal que el humano arrastra y daña y lastima a su propia Raza humana Donde esta la mente? Donde esta la Razón? Es como actúan Como zombie hombres muertos en vida . No razonan y no sienten el dolor que provocan. Es por eso debemos de luchar de sacar Toda Raíz de maldad en el ser humano. El pueblo ayuda al pueblo!!

Excelente entrevista!!

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