Durante las últimas semanas, ha habido un comentario en común en los pasillos de la Corte Suprema y en los del Ministerio de Justicia, los que aluden a una posible renuncia de Héctor Mery a su cargo de jefe de la División Judicial del organismo de gobierno –uno de los cargos más cercanos al ministro Hernán Larraín–, con tal de postular a un cupo dentro del máximo tribunal del país.
En noviembre pasado, INTERFERENCIA publicó el artículo ‘Héctor Mery: El alto funcionario del Ministerio de Justicia que aspira a ser juez de la Corte Suprema’, en el cual se informó de las aspiraciones y gestiones realizadas por este abogado vinculado a la UDI y a la Fundación Jaime Guzmán para llegar a ser ministro de la Suprema.
A principios de semana fuentes conocedoras de la interna del ministerio, como también otras pertenecientes a la Corte, dijeron a INTERFERENCIA que Mery tendría pensado concretar su renuncia el 31 de diciembre próximo, con tal de postularse a un cupo de ministro que quedará vacante tras la jubilación del ministro Carlos Künsemüller el próximo 13 de febrero, el cual permite a alguien externo a la carrera judicial participar de la nominación: oportunidad de oro para Mery, quien no tiene carrera de juez.
Pero el panorama es incierto, porque según distintas fuentes, el funcionario habría sido declarado como “imprescindible” por Larraín y su renuncia no estaría permitida. Una muestra del grado de confianza que tiene el ministro con Mery es que este último estuvo el martes en la Comisión de Constitución del Senado promoviendo la candidatura a la Suprema del ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, tal como hizo anteriormente con las nominaciones de María Angélica Repetto (en vez de Dobra Lusic), Mauricio Silva, Leopoldo Llanos y Adelita Ravanales (en lugar de Raúl Mera).
Mery fue contactado por nuestro medio y declaró: “Sigo y seguiré en el ministerio, hasta que el ministro diga lo contrario”, pero no quiso dar más declaraciones. Si no puede renunciar, tendrá que esperar a que lo haga su jefe y existe una posibilidad de que eso pase entre esta y la próxima semana, cuando se realice un nuevo cambio de gabinete en La Moneda.
Según las fuentes, este asesor ya tendría asegurado el respaldo de algunos ministros de la Suprema para ser nombrado en la quina, pero más importante aún, ya contaría también con el apoyo de cuatro senadores de oposición (dos PS, un PPD y un DC), lo cual habla de los aceitados vínculos que Mery ha forjado en el Congreso debido a su larga participación como asesor legislativo de la bancada de la UDI.
Aunque también sigue abierta la posibilidad de que al salir del ministerio postule a abogado integrante dentro de la Corte Suprema, para lo que le bastaría simplemente ser parte de una terna definida por el máximo tribunal y después ser ratificado por el gobierno.
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