La semana pasada, finalizó en la Región del Biobío la validación clínica de un un nuevo método de detección de Covid-19. Por intermedio de la Universidad de Concepción, la zona participó de estudio clínico internacional que busca validar un test de aire espirado similar a un alcotest, en el que las personas soplan por un tubo y se les diagnostica, en menos de un minuto, si son casos positivos o negativos para SARS-Cov-2, mediante el análisis físico de la muestra.
Esta prueba -de la que también están participando Brasil, República Dominicana, Emiratos Árabes Unidos y la India, entre otros países- se desarrolló durante una semana en dependencias de hospitales, consultorios, residencias sanitarias y de adultos mayores con la finalidad de encontrar participantes del ensayo, a quienes posteriormente se les aplicó el test de aire y una muestra PCR.
De esa forma, el estudio alcanzó en siete días 1.455 participantes, de los cuales 614 correspondieron a pacientes positivos y 707 a negativos (los restantes calificaron de indeterminados o fueron eliminados). Estos resultados convierten al piloto encabezado por el equipo UdeC en el que reclutó a la mayor cantidad de casos positivos en el menor tiempo, en comparación con los resultados que han tenido el resto de los países que han hecho pruebas para validar el test.
Tras la toma de muestra, los resultados fueron enviados a Israel, por lo que el equipo aguarda por el análisis final de los resultados del test, en contraste con los PCR, lo que permitirá validar la sensibilidad y especificidad de esta tecnología.
Un estudio previo con 800 personas, llevado a cabo en el país de origen de la iniciativa, alcanzó una sensibilidad de 85% y una especificidad del 88,7%. Los datos chilenos, junto con los de los demás países participantes, esperan aportar la información necesaria para determinar si esta tecnología cuenta con los estándares propios de su uso masivo.
En conversación con INTERFERENCIA, la directora del proyecto y anátomo-patóloga académica de la UdeC, Carolina Delgado, se refirió a los atributos que posee esta tecnología.
“Tiene como particularidad que es un método no invasivo, porque para realizar el test tienes que soplar sobre un tubo tres veces, una espiración suave y prolongada para tratar de retener en una membrana que está dentro del tubo partículas del virus que después son detectadas en un equipo que se llama terasis”.
Además, el test destaca por su velocidad. “Una vez que soplas por el tubo esta membrana se pasa a una cápsula, se pone en el equipo y el diagnóstico está en cerca de un minuto. Junto a ello, el costo es un tercio de una PCR en tiempo real. Entonces tienen ventajas comparativas y que además la sensibilidad y especificidad están declaradas como más altas que el PCR en tiempo real, por los investigadores que desarrollaron esta tecnología”.
Según Delgado, “la idea es implementar cinco pilotos en el mundo para poder replicar estos resultados y presentarlos a las agencias que aprueban los diferentes métodos de diagnóstico como la SDA en Estados Unidos o su símil en Israel. Para esto se fueron implementando distintos pilotos y la meta es poder reclutar 1500 pacientes positivos para Coronavirus y 1500 pacientes negativos, testearlos en conjunto, tanto con PCR en tiempo real y con este nuevo sistema, y comparar los resultados”.
A su vez, explicó la doctora, se quería probar si el comportamiento del test cambiaba con las distintas poblaciones. “la idea era ver si en verdad afectaba en el diagnóstico las distintas razas, distintos lugares geográficos, las presiones atmosféricas, climas o temperaturas. De los países donde se implementó, no se vio que hubiera una gran diferencia entre poblaciones, es decir el comportamiento del test fue bastante similar”.
Consultada respecto a cuáles son los filtros para validar esos tipos de test y su comparación con otros ‘test rápidos’, la profesional indicó que “la mayoría de esos test son de menor sensibilidad y especificidad que los PCR en tiempo real, pero tienen la ventaja de que los puedes hacer en lugares donde no tienes un laboratorio cerca, o cuando tienes que testear mucha gente y detectar esos asintomáticos que te mantienen la pandemia. Este nuevo sistema es igual de rápido que esos test rápidos, pero tiene una sensibilidad y especificidad mayor que el PCR en tiempo real, entonces tendría mejor calidad que los otros test rápidos. Pero eso es lo que queremos probar ahora, que los resultados se repliquen similarmente a los de otros pilotos”.
Delgado describió además la forma en la que se desarrolló la toma de muestras en tan sólo una semana y cómo se hizo la entrega de los resultados a Israel para poder validarlos. Según relató, la idea era tener entre 500 y 750 participantes positivos por coronavirus y de 500 a 750 participantes negativos. Originalmente pensaron en los hospitales para buscar esos pacientes positivos, pero dada la sintomatología más seria de esas personas, varios de ellos no iban a poder soplar el tubo de forma autónoma, por lo que decidieron, junto al Servicio de Salud, dirigirse a quienes están diagnosticados con hospitalización domiciliaria y a quienes se encuentran en residencias sanitarias.
En el caso de los pacientes negativos, para incluirlos en el protocolo se les exigía que tuvieran dos PCR negativos, por lo que tuvieron que buscar la estrategia de invitar a participar personas que tuvieran una muestra negativa reciente, ojalá tomada dentro de esas mismas 24 horas, lo que no fue nada fácil. De esa forma, la solución estuvo en las personas que iban a cirugía. “Los pacientes que se tienen que operar, que son prequirúrgicos, en todos los hospitales les están pidiendo tener un PCR hecho y negativo. Entonces cuando les tomaban el PCR, nosotros también los invitábamos a participar en el proyecto”.
La directora del proyecto adelantó que espera que los resultados puedan estar disponibles durante la próxima semana. “Tuvimos que enviarle a ellos dos grupos, uno con los pacientes con los datos del PCR para que ellos hicieran la calibración inicial del equipo y después un grupo de pacientes sin el resultado del PCR para que ellos nos den el resultado del aire primero y después nosotros damos el del PCR. Entonces para poder en esa segunda etapa, realmente ver cómo se comporta el test del aliento comparado con el PCR”, aseguró.
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