Finalmente el diputado Javier Macaya resultó vencedor en las elecciones internas de la UDI realizadas ayer sábado. Con un 55% (poco más de 5 mil votos) su lista se impuso por sobre la que encabezaba el ex ministro del Interior, Víctor Pérez, la cual obtuvo el 45% (alrededor de 4 mil 200 votos).
Fue baja la participación de los militantes en las urnas, considerando que son cerca de 45 mil. Pero de igual forma el resultado marca cosas importantes al interior del partido fundado por Jaime Guzmán, principalmente, de cara a las próximas elecciones presidenciales que deberían realizarse el 21 de noviembre de 2021.
El triunfo de Macaya automáticamente se convierte en una victoria para el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, quien actualmente es la principal opción –según distintas encuestas– que tiene la UDI para llegar a La Moneda, esto porque la lista ganadora tiene lazos fuertes con el ex diputado Ernesto Silva, personaje que pese a mantenerse más en las sombras desde que estalló el caso Penta, sigue manteniendo un liderazgo relevante en el partido.
Este último es el principal “neo samurái” (referencia al apodo que tenía el equipo cercano de Lavín a principios de siglo) del aspirante al sillón presidencial, es su principal asesor. Pero a la vez, Silva cumple este mismo rol con la lista ganadora, siendo una voz relevante para Macaya y María José Hoffmann.
“Silva ha sido una máquina de empleo de un gran sector de la UDI; ha usado la UDD para contratar gente (Lucas Palacios, Gonzalo Müller, por ejemplo) hay cientos de huevones en la UDD. Eso a Silva le ha significado tener un control sobre la UDI muy importante, sobre todo de las nuevas generaciones. Todos ellos han pasado por ahí. Es una manera de administrar poder, una gran agencia de empleo, Silva es un gran bote de salvavidas para mucha gente”, relata una alta fuente del partido que conversó con INTERFERENCIA fuera de micrófono.
Si bien Lavín tiene una relación cercana con Pablo Longueira, personaje que después de quedar inhabilitado para competir y votar operó de igual forma para la lista de Víctor Pérez, el factor Ernesto Silva volvía la opción de Macaya como la mejor para el alcalde. Esto principalmente porque en la lista que resultó perdedora se encontraba Jacqueline Van Rysselberghe, quien si bien nunca tuvo una posición confrontacional contra Lavín ni le cerró las puertas a su candidatura, nunca fue sumisa al esquema de que el partido se cuadrara con su opción presidencial. Este panorama, por lógica, es una mala noticia para la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien es la otra candidata de la UDI a La Moneda.
De igual forma, la derrota de la lista de Pérez, Van Rysselberghe y Longueira marca otro tema relevante en la UDI: la retirada de la vieja guardia. La mayor cantidad de militantes que acudió a votar prefirió nombres más frescos para la colectividad y ni el peso histórico de Longueira, ni la inmolación de Víctor Pérez al asumir como ministro del Interior en el peor momento, ni la mediática figura de Van Rysselberghe, convencieron a los gremialistas.
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