Cuando Mario Rozas fue edecán de Sebastián Piñera, se reía de sus chistes, muchos de ellos de corte misógino y de subido tono. “Siempre le celebró el humor burdo”, comenta fuera de micrófono una fuente de Renovación Nacional quien, al igual que muchos en su conglomerado, no entienden cómo hoy ven partir a un tercer ministro del Interior de este gobierno y el general director de Carabineros sigue inmune a las críticas, las denuncias, los juicios de derechos humanos, las acusaciones de montajes y un largo etcétera.

Ayer martes la Cámara de Diputados aprobó la acusación constitucional en contra de Víctor Pérez (UDI). En la antesala se preveía que el resultado sería desfavorable para el ex senador, puesto que la acción era impulsada por la oposición completa, incluida la Democracia Cristiana. Después de esto, Pérez decidió renunciar al cargo antes que ser destituido tras la posible ratificación del Senado.

Este hecho por un lado marcó un acto de unidad en la oposición, pero por otro, hoy lo que más llama la atención es que Rozas siga vigente en su cargo mientras caen y caen ministros por el accionar de Carabineros, siendo el actual el tercero después de Gonzalo Blumel y Andrés Chadwick, quienes salieron en medio de las múltiples violaciones de derechos humanos cometidas por Carabineros desde el estallido social.

“Es difícil comprender cómo se ha mantenido navegando aguas turbulentas, obviamente no es porque le celebre los chistes a Piñera pero es evidente y siempre lo ha sido para quienes hemos trabajado en este segundo gobierno el vínculo de confianza y cercanía que el presidente tiene con el general”, comenta esta misma fuente, quien trabajó en el comité de asesores del Ministerio de Salud durante el estallido social y la pandemia, conviviendo mucho con ambos personajes.

Y en el caso de Pérez, la máxima autoridad de la policía uniformada también condicionó el panorama. El pasado 5 de octubre, el general director declaró en la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara por el incidente del joven lanzado al río Mapocho por un funcionario de Fuerzas Especiales, instancia en la que explicitó que él obedecía órdenes del ministro del Interior.

Tres días después de eso la oposición presentó la acusación constitucional y si bien la defensa de Pérez planteó que en estado de catástrofe Carabineros responde al ministro de Defensa, en este caso Mario Desbordes (RN), las palabras de Mario Rozas ya habían marcado un precedente.

Ese fue el momento exacto en que Rozas vendió a Pérez, analizan en la UDI: “Lo crucificó, lo inmoló, fue super enfático en señalar que Carabineros obedecía a Interior solamente, sabiendo que con ello era inevitable una acusación constitucional contra Victor (Pérez). Él llegó a este gobierno tras largas rogativas, él no quería ser ministro y aceptó por un bien mayor, salvarnos de la debacle y gobernar junto al presidente como coalisión a través suyo, como máximo representante de la UDI en el gobierno y así le pagan”.

Palabras que perfectamente bien podrían interpretarse como críticas de perdedor pero que cobran sentido en el comentario de una alta fuente de carabineros en retiro: “En estado de catástrofe y de emergencia es el jefe zonal puesto por el presidente y el Ministerio de Defensa quien toma el mando de las policías. Ese jefe zonal obedece órdenes del Ministerio de Defensa y del Ministerio del Interior en conjunto. Cuando el general dice que recibe ordenes de Víctor Pérez para actuar con Carabineros, está protegiendo a Desbordes”.

Un oficial en retiro va más allá y comentó a nuestro medio que incluso si Rozas hubiese reconocido esa doble jefatura en épocas de crisis social y pandemia, “la acusación contra Víctor Pérez no habría sido posible pues habrían tenido que ser acusados Pérez y Desbordes por igual”.

Sin embargo, no hay que perder de vista que el acontecimiento del río Mapocho no fue el único que sentó a Pérez en el banquillo de los acusados por su dudosa gestión como ministro. También los fueron el paro de los camioneros y el hecho de haber permitido un trato diferenciado “discriminando, en relación a manifestantes contrarios a las ideas políticas orientadores de este gobierno, en comparación con quienes son partidarios de él”.

“Víctor Pérez siempre actuó con entereza, él es un caballero”, señala uno de sus compañeros de tienda política, quien agrega: “En el último mes él tuvo grandes discusiones con el terrible de Larroulette e incluso un par de fuertes conversaciones con el presidente pidiéndole dar una muestra a la ciudadanía de que el gobierno quería apoyar una mejor institucionalidad en Carabineros y que respaldaba la salida de Rozas para ello. Pero no le hicieron caso”.

Otra fuente de la UDI señala que: “más encima Víctor (Pérez) siempre defendió a los Carabineros y terminó llevándose la peor parte. El aceptó ser parte de este gobierno como muestra de confianza ante la idea de continuar los últimos años de Piñera en paz y con todos los partidos de la coalisión haciendo su mayor esfuerzo por sacar adelante este buque que se hundía. Pero Piñera no entregó la confianza que ofrecía y hoy gran arte de la UDI se siente traicionada otra vez porque una cosa es que la izquierda invente argumentos para acusar a un ministro haciendo show y otra muy diferente es que el presidente cuide más a un Carabinero que a un Ministro que le ha sido leal y que sacrificó su capital político”.

¿Habrá represalias de la UDI en contra de Mario Rozas? Una luz de esto fueron las palabras que el diputado de dicha colectividad, Javier Macaya, mencionó anoche en el programa Mentiras Verdaderas de Red Televisión: "Víctor Pérez llevaba pocos meses en el ministerio entonces imputarle los problemas institucionales de Carabineros no corresponde".

Algunos creen que Piñera no podrá sostener más a Mario Rozas luego del desaire a la UDI por la salida de Víctor Pérez. Sin embargo, otros consideran que es más peligroso sacar a Rozas que dejarlo.  “Siendo edecán vio muchos secretos y escuchó muchas cosas, se ganó la confianza de su jefe y hoy debe manejar muchos otros secretos relacionados con el estallido”, señala una fuente de Renovación Nacional que asegura que Piñera defenderá con unas y muelas a su general director.