Tras el reportaje de Deutsche Welle (DW) sobre Colonia Dignidad, publicado este miércoles, la ex Villa Baviera fue el tema del día como hace años no lo era. Principalmente, porque el foco del reportaje estaba puesto en el ministro Hernán Larraín, defensor de Colonia Dignidad en dictadura y la década de los 90.
Según el reportaje, Larraín es un personaje que pone obstáculos al avance de las investigaciones sobre desaparición de personas durante la dictadura en colonia Dignidad, el cual además fue un lugar donde se esclavizó y abusó de colonos alemanes y chilenos, y fue un centro de tortura y exterminio por parte del régimen de Augusto Pinochet.
Una de las organizaciones de la sociedad civil que agrupa a sobrevivientes y familiares de la colonia es la Asociación por la Memoria y Derechos Humanos Colonia Dignidad, liderada por Margarita Romero, médico y también una de las consejeras del Instituto de Derechos Humanos (INDH). También es una de las organizaciones que mantiene una querella que está siendo investigada junto al Programa de Derechos Humanos, por inhumación y exhumación ilegal en la colonia. Otros dos procesos fueron interpuestos por Londres 38 y por el mismo Programa de Derechos Humanos.
Para Romero, efectivamente Hernán Larraín es un obstáculo de las investigaciones, a través de su labor como ministro de Justicia. Un ejemplo de ello es la nula información que las organizaciones civiles tienen de la comisión mixta que se formó entre Chile y Alemania. Según explica Romero, eso tiene que ver con el desinterés de Larraín por avanzar en las investigaciones.
- A propósito de la tesis que plantea el reportaje de la DW ¿Ha sido Hernán Larraín un obstáculo para conocer la verdad sobre lo que pasó en Colonia Dignidad en dictadura?
- En cuanto a responsabilidades yo creo que sí. Hernán Larraín es ministro de Justicia y es quien debiera poder entregar todos los recursos para agilizar el proceso de búsqueda al interior de Colonia Dignidad, que nosotros todavía consideramos bastante precaria. Por ejemplo, en relación a la investigación de las fosas, siempre se habló de una fosa que no ha sido encontrada. Pero también en relación a lo que es el trabajo de la comisión mixta chileno-alemana, en que el Ministerio de Justicia a través del Programa de Derechos Humanos tiene una gran responsabilidad.
Es decir, justamente a través de este programa se pueden canalizar intercambios que ayuden a avanzar en la investigación. Por ejemplo, ya hace dos años se terminó un trabajo importante de búsqueda de la zona de la quema de restos de personas desaparecidas al interior de la colonia, pero no han podido ser analizadas todavía las muestras que ahí se obtuvieron. Así como eso, hay una serie de otras diligencias que deberían haber avanzado. Y claro, en relación a eso quien tiene la responsabilidad en definitiva es el ministro, a través de la subsecretaria Lorena Recabarren, quien es quien dirige el Programa de Derechos Humanos.
- ¿Qué es lo que recuerda como sobreviviente de la dictadura respecto de Hernán Larraín? porque históricamente él ha defendido a Colonia Dignidad y era una persona cercana a Paul Schäfer ¿Cree que cambió de opinión después de tantos años?
- Bueno, Hernán Larraín durante los años 90 fue un gran defensor de la Colonia. Especialmente cuando se estaba investigando a Paul Schäfer como perpetrador de delitos relacionados con la pedofilia al interior de la colonia. Todas las investigaciones que se hicieron tuvieron bastante controversia a nivel político y en eso Hernán Larraín tuvo un rol importante. Es decir, fue el defensor de Colonia, fue defensor de Paul Schäfer. Él no creyó que al interior sí se habían violado los Derechos Humanos durante la dictadura, o bien no quiso creer.
Pero yo me imagino que hoy día, con todas las investigaciones que se han hecho, a nivel de la justicia, se ha logrado demostrar que efectivamente ese lugar funcionó como un centro de detención, tortura y exterminio. Hoy día él, supongo, ya está convencido de eso, y por lo tanto su aporte como ministro debiera ser avanzar en verdad y justicia. Pero efectivamente, en la época fue un defensor acérrimo de Colonia Dignidad.
- ¿Y cree que él no sabía que había sido un centro de detención, tortura y exterminio, o simplemente era parte de lo que la derecha decía en ese tiempo, su discurso?
- Es difícil que no lo supiera. A principios de los 90 apareció el informe de la Comisión Rettig sobre las personas detenidas, desaparecidas y ejecutadas, y ya en ese informe se habla de Colonia Dignidad como un lugar donde habían desaparecido personas y donde muchas también habían sido detenidas y torturadas. Entonces, solamente había que informarse y creer en esta verdad que estaba siendo demostrada por un informe como el de la Comisión Rettig.
Más adelante el informe de la Comisión Valech, sobre prisión política y tortura, también demuestra que Colonia Dignidad fue un centro de detención y tortura. Entonces ignorar eso, es también no querer hacerse cargo de una verdad histórica, en la cual hay una gran responsabilidad del sector que apoyó a la dictadura y posteriormente que siguió apoyando la doctrina pinochetista.
- Por otro lado, ustedes tuvieron - años después del proceso contra Schäfer- acceso a los archivos de Colonia Dignidad. De lo que ustedes conocen del archivo, que son miles de fichas y papeles, sabemos que Colonia Dignidad también vigilaba a personeros de la derecha.
- El archivo de Colonia Dignidad se podría catalogar como un archivo de inteligencia y contrainteligencia. En este archivo hay investigación tanto sobre las personas que eran opositoras a la dictadura como también de aquellos que apoyaban a la dictadura porque era una forma también de mantener cierto control sobre las personas con la cual la jerarquía de la Colonia Dignidad mantenía relación.
Y efectivamente dentro de estas miles y miles de fichas, que hoy están disponibles con acceso público en el Archivo Nacional, se puede encontrar qué tipo de investigación se hacía sobre diferentes tipos de personas: políticos, religiosos, autoridades locales de la región del Maule, académicos, gente de tribunales de justicia; o sea, uno encuentra información de todas estas personas y no necesariamente eran opositores a la dictadura, al contrario, muchos de ellos apoyaban la dictadura.
- Según lo que ustedes han podido concluir de todas las investigaciones que han hecho de los archivos y de los procesos judiciales que se sumaron posteriormente, ¿qué nivel de poder tenía Paul Schäfer y la Colonia Dignidad?
- Es difícil saber qué era Colonia Dignidad realmente. Efectivamente, como tú dices, la Colonia ejerció en Chile distintos tipos de actividades, pero al mismo tiempo, cometió crímenes de gran envergadura en su interior. Es decir, ya es bastante los crímenes que cometió tan solo Paul Schäfer con los niños, el abuso sexual, pero aparte de eso, lo que allí pasó fue un sistema de verdadera esclavitud con los propios colonos. Ellos fueron sometidos durante años a trabajos forzados, porque eran muchas horas las que se hacían trabajar a la gente desde pequeños. Y estos pequeños también eran niños que sufrían todo tipo de torturas, sobremedicación, electroshock, etcétera. Eso con su propia comunidad.
Pero además de eso, con los prisioneros políticos chilenos. La relación que establece Colonia Dignidad con la dictadura es de mutua colaboración. Es decir, la dictadura chilena se ve favorecida en muchos aspectos. La Colonia es la que trae en la época las formas de comunicación y equipos de gran envergadura. Es la que instala las torres de comunicación tanto en Villa Grimaldi como en el Cajón del Maipo, es la que ayuda a la dictadura a hacer desaparecer personas.
Después de todo lo que hemos investigado, pensamos que hay más de cien personas que fueron hechas desaparecer durante la dictadura y su destino final fue Colonia Dignidad. Es decir, Colonia Dignidad funciona como un lugar de apoyo a la dictadura en estos crímenes de lesa humanidad. Luego, hay inhumaciones ilegales al interior y, posteriormente, exhumaciones ilegales, en lo que se llamó Operación Retiro de Televisores por parte de la dictadura. Entonces, la relación de Colonia Dignidad fue muy estrecha con los organismos represivos de la dictadura militar.
A tal punto fue estrecha que en algunos documentos y testimonios de los propios colonos se habla de Paul Schäfer asistiendo a las reuniones en el edificio Diego Portales, y algunas veces vestido de militar. Y lo mismo pasa cuando los militares se iban a la Colonia Dignidad y allí hacían formación para sus agentes, capacitaciones no tan solo en los temas de tortura, sino también de espionaje. Se habla de fabricación de armas, por ejemplo, y se habla de muchas otras acciones absolutamente ilícitas.
- ¿Cuál es la postura suya como organización de derechos humanos frente a Alemania? ¿Alemania debería presionar más para que se investigue, debería insistir más con los procesos que ya se están llevando a cabo?
- Para nuestra organización la relación Chile-Alemania empezó ya hace varios años, en esta comisión mixta que se formó. Pero ha sido muy poco eficaz. Hasta hoy no tenemos claridad y no se informa a nosotros como organización de la sociedad civil cuáles han sido los avances en reparación desde Alemania. Se ha hablado de que se destinó cierta cantidad de dinero para reparar a las víctimas de la propia comunidad alemana. También se habla de la posibilidad de construcción de un museo al interior de Colonia Dignidad, que pueda traspasar la memoria histórica de lo que allí sucedió, ya sea tanto las violaciones a sus derechos que sufrieron los ciudadanos alemanes, como también lo que pasó con los prisioneros de la dictadura.
Sin embargo, todavía no conocemos cuáles son en definitiva estos proyectos. Alemania ha nombrado a expertos en memoria relacionados con Colonia Dignidad. El gobierno del presidente Sebastián Piñera también ha nombrado expertos, sin embargo estos expertos aún no se reúnen con las organizaciones de la sociedad civil que llevamos años investigando.
Entonces, es algo que está en el papel, pero que en definitiva resultados y avances todavía no conocemos, sobre todo en lo que se refiere a reparación, no tan solo del punto de vista económico, sino que también simbólico, de la recuperación de la memoria de ese lugar.
Nuestra asociación con otras organizaciones conformamos una mesa de trabajo sobre Colonia Dignidad, con la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile. Durante el año pasado, antes del estallido social que vivimos, avanzamos bastante en acuerdos y en la construcción de un proyecto desde lo que nosotros, desde las organizaciones chilenas pensamos debería existir como memorial al interior de Colonia Dignidad.
Sin embargo, esto es imposible que podamos discutirlo con las autoridades de gobierno, porque por un lado no somos convocados y, por otro lado, se está trabajando a otro nivel con las autoridades alemanas, y las personas que fueron nombradas como expertas para Chile tampoco han tenido la facultad quizás de poder convocar y trabajar con nuestras organizaciones. Es bastante complejo en ese sentido.
Ahora, la responsabilidad evidentemente recae, para nosotros, en la autoridad chilena. Nosotros no le podemos pedir a Alemania que venga a hacer el trabajo de memoria a Chile. Aquí somos los chilenos los que tenemos que levantar los proyectos que nos permitan recuperar la memoria de Colonia Dignidad.
Comentarios
Añadir nuevo comentario