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Jueves, 18 de Abril de 2024
Relaciones Globales

Yan Xuetong: “El declive de Estados Unidos seguirá el ejemplo del imperio británico”

Georg Fahrion
Bernhard Zand
Der Spiegel

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Joe Biden y Xi Jinping.
Joe Biden y Xi Jinping.

En una entrevista con el medio alemán Der Spiegel, el influyente consejero político de Beijing analiza las relaciones globales y predice que la rivalidad entre Estados Unidos y China no será en el ámbito geopolítico, sino que en la esfera digital.

Admision UDEC

El cientista político Yan Xuetong es considerado uno de los asesores más influyentes en China. Dirige el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Tsinghua en Beijing, donde estudia la élite de ese país. Miembro del Partido Comunista de China, la revista estadounidense Foreign Policy lo ubicó como uno de los 100 pensadores más influyentes en el mundo actual. 

Esta entrevista fue realizada por los corresponsales en China de la revista alemana Der Spiegel, y publicada originalmente a fines de enero de este año (acá la publicación original, en alemán).

INTERFERENCIA reproduce esta interesante entrevista porque cree que aporta al entendimiento de las actuales relaciones globales, en especial en una época en que el comercio y la economía chilena gira cada vez más hacia ese gigante de Asia. La traducción fue realizada por nuestro director Víctor Herrero A.

- En Beijing está de moda pensar que Estados Unidos está en decadencia y se hacen comparaciones con los últimos años de la Unión Soviética. ¿Comparte esa perspectiva?

- Todos los imperios de la historia han desaparecido y ello no cambiará en los próximos mil años. Los grandes poderes pasan por tres fases: auge, continuidad y caída. El declive de Estados Unidos no me sorprende. La pregunta es cómo se desarrollará esa caída. El Reino Unido fue durante mucho tiempo el poder líder en el mundo y su fin fue muy lento, demoró varias décadas. La Unión Soviética estalló como un vaso que cae al suelo. Creo que la caída de Estados Unidos seguirá más bien el ejemplo de Gran Bretaña.

- ¿El tumultuoso fin de la era Trump dañó la imagen global de Estados Unidos?

- La política exterior estadounidense ya no tiene ninguna credibilidad, Trump la arruinó por competo. Su unilateralismo significó que Estados Unidos ignorara los intereses de otros países, incluso los de sus aliados. ¿Cómo se puede confiar en un país del cual uno nunca sabe bien qué hará? La elección presidencial, el asalto al capitolio y sobre todo las reacciones a respecto han acelerado esta tendencia. Incluso cerraron la cuenta de Twitter de Trump. Eso demuestra que no toleran otras opiniones.

“China, Japón y Corea del Sur: estos tres países determinarán el futuro de la economía mundial”.

- La censura en China clausura todos los días miles de cuentas en redes sociales. Twitter, en cambio, es una empresa privada. Cuando cierran una cuenta, no es un acto gubernamental.

- Hace poco conversamos de eso con mi hija. Ella dice que Twitter no se puede comparar con Weibo en China. Yo le dije: espera un momento. Weibo también es una empresa privada y cuando borra una cuenta lo hace porque el gobierno se lo permite. Es decir, a mi parecer el cierre de una cuenta privada refleja obviamente la voluntad del gobierno. En Estados Unidos es lo mismo. Si Joe Biden y Nancy Pelosi hubiesen protestado, Twitter no se hubiera atrevido a bloquear la cuenta de Trump. En China crece el convencimiento de que Estados Unidos se dirige hacia un sistema político en el que cualquier presidente nuevo puede enviar a la cárcel a su antecesor.

- Pocos políticos estadounidenses conocen mejor a Xi Jinping, el jefe de Estado y jefe del Partido Comunista de China, como Joe Biden. ¿Marcará una diferencia en las relaciones bilaterales la familiaridad entre ambos?

- La relación personal entre ellos tiene poca influencia sobre la política exterior. Ningún presidente de Estados Unidos fue tan bien tratado como Trump en su visita de Estado, incluso se le organizó una comida en la Ciudad Prohibida. Normalmente sería algo impensable. Pero no ablandó la postura de Trump respecto de China.

- Biden ha dicho que quiere reparar las alianzas tradicionales de su país, probablemente para formar -y vamos a usar un término chino- un frente unitario contra China.

- Es muy probable que Biden lo intente y, sin duda, serviría a los intereses estadounidenses. Sin embargo, creo que buscará más bien alianzas en ciertos temas en vez de un amplio frente unitario. En el asunto del Mar de la China Meridional, por ejemplo, es probable que busque aliarse con Japón y Filipinas, y en temas como las reformas a la OMC (Organización Mundial de Comercio) con los europeos.

- ¿Y cómo reaccionará la dirigencia china a ello?

- El gobierno chino ha reconocido el reto. Hará todo lo que pueda para alentar a los países europeos, Japón y Corea del Sur de anteponer sus propios intereses nacionales. Si Biden por ejemplo les exigiera a los europeos reducir el comercio con China, no creo que pueda contar con un gran apoyo. China analizará qué intereses comparte con los aliados de Estados Unidos y tratará de cooperar sobre esa base.

“El corazón de la competencia entre China y Estados Unidos no es la expansión ideológica, sino el dominio tecnológico. Predigo una tensa paz”.

- ¿Puede Europa desempeñar un rol propio en Asia?

- Los gobiernos de Francia y Alemania acordaron, al menos de momento, no tomar partido. Van a escoger muy bien el tipo de cooperación y tal vez incluso harán alianzas distintas en un mismo tema. Por ejemplo, respecto del Covid-19 los europeos apuestan a una cooperación médica con China, pero se ponen al lado de Estados Unidos en el tema de encontrar el origen del virus.

- Una de las tareas del nuevo Presidente de Estados Unidos será reconciliar su propia nación. ¿Cuál será el efecto sobre el espacio del Asia-Pacífico de que ese país se esté mirando el ombligo?

- No creo que Biden impulse un aislacionismo al estilo Trump. Pero la pregunta es cuántos recursos podrá invertir en la política exterior. Hace poco, la cadena de TV CBS realizó una encuesta preguntando cuál es la mayor amenaza que enfrenta Estados Unidos. Y un 57 por ciento de los encuestados decía que la mayor amenaza eran los propios estadounidenses, ¿se puede imaginar eso? Sólo un 7 por ciento pensaba que la mayor amenaza proviene de otros Estados. Esto significa que, si Biden usa demasiada energía en asuntos internacionales, correrá el peligro de ser criticado por no priorizar lo interno.

- ¿Y cómo cree que Biden empleará esos recursos internacionales limitados?

- El este asiático seguirá siendo un punto central de la política exterior estadounidense. El equipo internacional de Trump estaba compuesto por laicos sin conocimientos técnicos, el de Biden casi exclusivamente de expertos. Saben que la competencia entre China y Estados Unidos ocurre principalmente en el ciberespacio, no en los mares, en la tierra o en el aire. Ambos países compiten por la supremacía digital y participación de mercado. El mercado digital del este asiático ya es más grande que el de Europa, y las tecnologías digitales se concentran en China, Japón y Corea del Sur. Estos tres países determinarán el futuro de la economía mundial.

- El politólogo estadounidense John Mearsheimer asegura que China y Estados Unidos son las potencias dominantes y que un conflicto es inevitable, incluso si uno deja de lado las diferencias ideológicas. ¿El desarrollo de las cosas le está dando la razón?

- Una guerra entre China y Estados Unidos es poco probable. Yo también soy partidario de una mirada realista sobre las relaciones de poder y comparto sus fundamentos, no así sus conclusiones. Competencia, rivalidad y confrontación están definitivamente en el centro de las relaciones de las grandes potencias, para los realistas esto es un lugar común. Mearsheimer y yo nos diferenciamos en la pregunta si acaso esa rivalidad entre China y Estados Unidos llevará a una guerra, que es su punto de partida. Yo creo que los arsenales nucleares de ambos países impiden una guerra directa. Incluso las guerras subsidiarias entre las potencias se vuelven menos probables en la era digital. El corazón de la competencia entre China y Estados Unidos no es la expansión ideológica, sino el dominio tecnológico. Predigo una tensa paz.

- Si el conflicto es por el dominio tecnológico, ¿cómo explica los sucesos expansionistas chinos en India, Bhutan, el Mar Chino y Taiwán?

- Si una potencia en ascenso quiere profitar de una expansión geográfica tiene que ocupar inmensas regiones. Expansión geográfica fue el colonialismo británico o la expansión de Estados Unidos hacia la costa Oeste. Una ganancia territorial de 10 o 20 kilómetros es algo insignificante en la era de la tecnología. Ver una estrategia geopolítica en escaramuzas de fronteras es una tontería.

- Desde un punto de vista geoestratégico tal vez no sea relevante que China construya una ciudad en la frontera con Bhutan. Pero no se puede decir lo mismo de Taiwán.

- En el caso de Taiwán no se trata de geopolítica, sino que de secesión. Para China, Taiwán es un caso como Irlanda del Norte para Gran Bretaña.

- Las islas del Mar de China están lejos de la masa continental china. Uno podría argumentar que China ahora trata de hacer en Asia lo que Estados Unidos hizo hace un siglo en Centro y Sudamérica: impone su propia voluntad en regiones que define como parte de su esfera de influencia. La doctrina Monroe, si usted quiere.

- Muchos creen que la soberanía sobre una isla depende de su distancia de tierra firme. Si ese fuera el caso, ¿cómo podría Francia poseer islas en el Pacífico y Gran Bretaña islas en la costa de Argentina? China levantó su derecho sobre las islas del Mar Chino de manera oficial en 1947, y han sido controladas por el país desde la dinastía Qing o Manchú [siglo 17 hasta 1912]. La mayoría de los estados vecinos del ASEAN [Asociación de Naciones del Sudeste Asiático] se formaron recién después de la primera o segunda guerra mundial. Sus reclamos simplemente no tienen respaldo en la historia.

“Internet se va a fragmentar, con cada vez más países construyendo sus propios sistemas. Ya está sucediendo. Por ejemplo, los franceses no usan Zoom, y los rusos e iranís menos aún. Temen ser espiados por los servicios de inteligencia estadounidenses, y me imagino que también se preocupan de nosotros, los chinos”.

- ¿Cómo quiere convencer a los generales de China que su interés en una expansión geográfica no tiene mucho peso?

- No se puede convencer a los militares que la geopolítica ha perdido importancia en la era digital. Pero de manera gradual irán cambiando sus puntos de vista obsoletos. Mi predicción es que en 20 años la mentalidad estratégica digital habrá reemplazado la mentalidad geopolítica.

- O sea, en 2041 nos combatiremos en el terreno digital.

- La ciberseguridad se está volviendo más importante que la seguridad geográfica. La Generación Z ya pasa hoy más tiempo online que offline en el mundo natural. Pasan ocho horas durmiendo, 16 horas despiertos, de los cuales más de la mitad del tiempo están en el ciberespacio. Ese es el futuro de los seres humanos.

- ¿Veremos dos esferas digitales distintas, una dominada por China, la otra por Estados Unidos?

- Es muy probable. A nivel general, Internet se va a fragmentar, con cada vez más países construyendo sus propios sistemas. Ya está sucediendo. Por ejemplo, el servicio que ofrece Zoom. Cuando tengo una reunión con franceses, ellos no usan Zoom, y los rusos e iranís menos. Les preocupa que los servicios de inteligencia estadounidenses los espíen, y me imagino que también se preocupan de nosotros, los chinos.

- También las percepciones se diferencian según el espacio digital que uno habita. China logró contener con éxito la pandemia en su propio país, pero, según varias encuestas, el prestigio global de China se desplomó en 2020. ¿Cómo se lo explica?

- Después de la Guerra Fría Estados Unidos se convirtió en la única superpotencia y el país más rico del mundo. Por eso, muchas personas creen que Estados Unidos tiene razón respecto de cualquier cosa. Pero ahora que la economía china crece más rápido que la de Estados Unidos, ahora que China combate mejor el Covid-19 que Estados Unidos, la gente comienza a vernos bajo otra luz. Tus rendimientos determinan tu autoridad.

- Si fuera así, China estaría nadando en una corriente de aprobación. Pero las encuestas muestran lo contrario.

- En muchos aspectos, China todavía es considerablemente más débil que Estados Unidos: en tecnología, innovaciones, bienestar, educación y, desde luego, en asuntos militares. China todavía no puede reemplazar a Estados Unidos como modelo en el mundo. Además, nuestro sistema político es tan diferente al de otros países que mucha gente se pregunta: ´Oye, un momento. Tal vez su sistema sólo sea un éxito pasajero. ¿De verdad vamos a apostar por ustedes?’. Es decir, aún vacilan. Si el mundo ha de creer en China, debemos lograr éxitos continuos y permanentes.

- Durante el último año el tono de la diplomacia china respecto de las democracias occidentales se ha vuelto más agresivo. ¿Ayudan a China los llamados ‘lobos guerreros’?

- Siempre he dicho que la ‘diplomacia del lobo guerrero’ daña a China [Nota de la Redacción: este tipo de diplomacia se refiere a la que supuestamente ha desplegado ese país desde la llegada de Xi Jinping al poder, reemplazando una retórica de cooperación y ascenso pacífico, con una diplomacia más activa y defensora del modelo chino]. Pero mire, en China consideramos que el mayor lobo guerrero de todos es el ex secretario de Estado Mike Pompeo.  Pompeo socavó la credibilidad de su país y también las relaciones con sus aliados. ¿Por qué deberíamos tomarlo como ejemplo? Cada vez más personas en China reconocen esto. A mi juicio, la ‘diplomacia del lobo guerrero’ ya no es tan popular como el año pasado.

- ¿El ministerio de Relaciones Exteriores sigue su consejo?

- No lo sé.



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China depende de la City londinense y de los contactos con el grupo Rothschild que son sus banqueros y representantes en el mundo de los grandes negocios con occidente..el imperio britanico o anglosajon no se ha acabado.

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