El pasado 28 de septiembre la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de cuarto retiro del 10% de los fondos de las AFP y las consecuencias de esto aún no terminan, puesto que la reacción del gobierno frente a un sector oficialista que apoyó la moción, está poniendo en bastantes aprietas la candidatura presidencial de Chile Vamos, Sebastián Sichel.

En concreto, se trata del mundo evangélico. La diputada Francesca Muñoz, militante de Renovación Nacional e integrante de dicho culto, fue una de las que votó a favor de la iniciativa. Las consecuencias políticas de esto fueron que el ejecutivo destituyó a su esposo, Héctor Muñoz, del cargo de seremi de Salud del Bío Bío, sin haber un cuestionamiento técnico de por medio ni tampoco un nombre para reemplazarlo más allá del subrogante.

La molestia con el gobierno en el sector que representan los Muñoz es alta y la respuesta ya está definida. Este bloque definió en su interna que no apoyará la candidatura presidencial de Sebastián Sichel, quien es el abanderado de Chile Vamos y a la vez la carta más cercana a Sebastián Piñera entre los aspirantes a La Moneda.

En conversación con INTERFERENCIA, el convencional Luciano Silva, militante de RN y representante de este sector evangélico, señaló que no harán campaña por nadie debido a que la experiencia con el gobierno de Sebastián Piñera, a quien calificó de “traicionero”, fue “mala”, pero relató que el el llamado de su grupo y de la Plataforma Evangélica Nacional (Plena) es la de votar por alguien que represente a los valores del sector, lo que permite pensar que esto podría beneficiar a José Antonio Kast dada la oposición de este a temas como el aborto y el matrimonio igualitario.

“Sichel se ha inclinado por el progresismo, no nos representa para nada. Es medio leso, cuando se vio como candidato lo asumió con una soberbia torpe. El amenazar en el caso del 10% a quienes no estaban en su posición, más encima él habiendo sacado la plata, lo pone en una posición torpe, ahí se nota que no sabe. Desbordes por ejemplo, a quien yo critiqué en varias cosas, siempre supo moverse, decía que había que tener una visión estadista donde uno se muestra luchando por la libertad de todos”, dijo.

El constituyente además mencionó que Muñoz no fue la primera revancha que tomó Sebastián Piñera tras la votación del 10%, sino que primero se removió a Mauricio Bastías de la sede Bío Bío de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (Onar).

El bloque que representa Silva y los Muñoz es uno de los más relevantes del mundo evangélico que incursiona en política, en concreto, en el Bío Bío vive un 15% del total de los creyentes de esta religión a nivel nacional. A la distancia de estos con la candidatura de Sichel se suma al hecho de que el diputado evangélico Eduardo Durán (RN), también ha mostrado lejanía tras el episodio del cuarto retiro. Mientras que el diputado Leonidas Romero (RN), también practicante de este credo, apoya actualmente a José Antonio Kast. Todo esto deja al candidato presidencial de Chile Vamos sin aliados dentro de esta creencia.