Es increíble e inconcebible, tanto en la forma como en el fondo. En lo formal, los recintos penitenciarios son el lugar donde deben estar quienes delinquen, y tanto Villalobos como González son delincuentes. Más aún, que la Escuela de Carabineros sea usada al efecto equivale a que si el Rector de una universidad roba dinero a la entidad se le encierre en dicha casa de estudios. En lo medular, muy mala señal para quienes están recibiendo la formación necesaria para dirigir la institución. ¿Quién pone las cosas en su lugar en nuestras instituciones armadas? Gran tarea para la Convención Constituyente.