Emile Ratelband es un coach motivacional y está feliz con su vida. Tiene éxito en su profesión, no tiene problemas financieros, viaja por todo el mundo dando charlas y, tal vez más importante para un hombre que se acerca a los 70 años, tiene su cabellera intacta.

Sin embargo, hay algo que le molesta: su edad biológica. Su carnet de identidad dice que tiene 69 años, pero él se siente como de 49. Cuando usa Tinder, la aplicación para encontrar parejas casuales, apenas obtiene respuestas. Y es que, ¿qué mujer puede estar interesada en un hombre que está llegando a su séptima década? Eso, al menos, piensa este holandés.

Según un artículo publicado por la revista alemana Der Spiegel, esa frustración lo llevó a los tribunales de su propio país. Su intención era exigir un cambio legal de su fecha de nacimiento. En su pasaporte dice que nació el 11 de marzo de 1949, pero él quiere cambiar el año a 1969.

“Todo el mundo puede determinar si quiere ser un hombre o una mujer, o cualquier cosa intermedia”, afirmó a la publicación alemana. "¿Por qué la edad no puede ser también un asunto de perspectiva y sentimiento?”.

La idea le surgió hace un año, frustrado por las negativas que obtenía en Tinder cuando las mujeres le preguntaban su edad. Habló con su abogado, quien le explicó que, no hay ninguna ley explícita en Holanda que prohíba a una persona rebajarse la edad (en cambio sí está prohibido aumentarse la edad).

Claro que, de prosperar, le dijo su abogado, volvería a tener ciertas obligaciones. Entre estas renunciar a su jubilación y volver a cotizar para el sistema de seguridad social. Ningún problema, dijo Ratelband. Así que hace unas semanas acudió al registro civil de su ciudad natal de Arnheim para proponerle al juez local una situación de “ganar-ganar”: usted me rebaja la edad, renuncio a mi jubilación y yo vuelvo a contribuir mis cotizaciones.

La respuesta del funcionario fue un rotundo no. Así es que Ratelband se fue a hablar con el alcalde de la ciudad, quien también rechazó su idea de rejuvenecer su edad.

Decidió apelar y en noviembre de este año expuso su caso ante tres jueces. Estos lo escucharon con atención y le hicieron preguntas difíciles: ¿y qué hacemos con su año de egreso de la enseñanza secundaria? ¿Cómo computamos sus aportes a la seguridad social y justificamos que vuelva a cotizar por casi 20 años?

A inicios de este mes, los jueces dieron su veredicto: no ha lugar. Sentirse más joven que la edad biológica no es una razón suficiente para rebajarse la edad.

Ratelband dice que va a apelar.