Greenpeace

Datos de Sernapesca indican que produjeron 8.111 toneladas de salmón en 2019 cuando tenían permitidas 125. La multinacional canadiense asegura que no les pueden imponer límites productivos, ya que su centro fue instalado antes de la creación del SEIA y, por tanto, no se les puede exigir una Resolución de Calificación Ambiental.

De acuerdo con Sernapesca, solo 101 mil de estos peces pudieron ser recapturados. La empresa Nova Austral lidera la lista con 328 mil fugas, las que según explica Greenpeace, provocan “depredación, desplazamiento y nuevas enfermedades en la fauna nativa”, además de la “modificación de condiciones naturales” del medio marino.

El Ministerio de Economía encargó un informe que concluyó que las 4.700 toneladas de salmones muertos arrojados al mar no tuvo incidencia en el desastre que implicó millones de especies muertas y 30 mil pescadores cesantes. Sin embargo, científicos franceses y chilenos concluyeron que esto pudo perfectamente potenciar la catástrofe.

Una cláusula en el contrato estipula que la sanitaria puede cancelar el acuerdo si la central hidroeléctrica no estaba terminada en 2019. A fines del año pasado se prorrogó el contrato a cambio de un pago de US$ 10 millones a Aguas Andinas, pero éste vence en las próximas semanas.

Para muchos europeos la joven alemana del barco Sea Watch 3, que desembarcó con inmigrantes norafricanos en la costa italiana, es una heroína. Para otros una infractora de la ley, evidenciando el arduo debate sobre la inmigración en ese continente.